12. Vamos a conocernos

927 52 0
                                    

Un atardecer

El atardecer más bello que había visto, como si eso fuera irreal, tanto tiempo pasó que no me di cuenta que ya estaba atardeciendo

-es muy bello
-mas bella eres tu- responde

Lo miré y nuestras miradas se cruzan, en un pequeño transe de 1000 emociones al menos para mí, en ese momento no sabía realmente que era lo que sentía

Podría jurar que nos íbamos a besar pero

-señor, ya se puede ir- dice la secretaria abriendo la puerta
-te he dicho muchas veces que debes tocar- se levanta Christopher
-si, lo siento señor- se va

El vuelve hasta mí, gira la silla para que lo vea de frente, y me da un beso en la frente, aunque yo realmente deseaba otra cosa

-¿vamos a comer?- como respuesta a su pregunta, moví la cabeza

Christopher

Decidí llevar a Dalila a un restaurante, dónde hacen una comida exquisita es uno de mis favoritos, de hecho a ninguna chica e traído conmigo este lugar

Es muy exclusivo y elegante, comúnmente vienen las parejas en sus citas románticas, Pero yo siempre he había venido solo

-aver vamos a conocernos- dije después de ordenar la comida
-ya nos conocemos, tu eres Christopher yo soy- la interrumpí
-no me refiero a eso, si no a nuestros gustos, aficiones por ejemplo, tu color favorito
-dorado
-wow, sorprendente- me recosté sobre la mesa
-¿Porque es sorprendente?¿ Será que porque piensas que a las mujeres, a todas nos tiene que gustar el rosa? Pues estás muy equivocado

Esas respuestas viniendo de otra persona quizás me habrían molestado, pero no realmente que ella me responda esa manera me hace sonreír incluso a veces reírme un poco

-y el tuyo ¿Cuál es? - pregunta
-Rojo
-interesante
-¿Comida favorita?
-me gusta toda la comida italiana, lo que sea que sea de comida italiana es de mi santa devoción- responde - pero tengo curiosidad de saber la tuya
- mi comida favorita, creo que no tengo, yo soy una persona que prefiere probar un poco de esto un poco de aquello, odio la monotonía
- mira, tenemos una cosa en común- se recuesta en la mesa, de la misma manera que yo- verás, a mi tampoco me gusta la monotonía

Pasamos horas dialogando y curiosamente no me aburrí, me gusta esto

¿SOLO POR OBLIGACIÓN? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora