➪ 21 ;;

117 19 15
                                    

Su cuerpo estático se tensó al escuchar un fuerte disparo, el cual causó que sus vellos se erizaran y que pudiese escapar por fin de esa extraña ensoñación en la que se había sumergido al ver a su madre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su cuerpo estático se tensó al escuchar un fuerte disparo, el cual causó que sus vellos se erizaran y que pudiese escapar por fin de esa extraña ensoñación en la que se había sumergido al ver a su madre.

Debido a su estado lamentable no entendía que era lo que sucedía exactamente. Hombres entraron en la habitación. Su cuerpo que yacía sobre el de su madre tembló al no percibir ningún latido. Su ceño se frunció un poco al ser tomado con brusquedad de uno de sus delgados brazos. Estaba siendo alejado de su madre. No, no quiero... Déjenme, ella... Ella me ama, mi madre...

— ¡Muérete de una vez, maldito inepto! —

Sangre... Sangre, solo sangre corría frente a su horrorizada mirada, mientras que el cuerpo de su padre caía sin ningún tipo de cuidado sobre el suelo. Esa mujer tan bella sonrió, admirando la escena que ella misma acababa de provocar. Observó el arma en una de sus manos y luego pasó su vista a Taehyung.

Apuntó.

Los ojos de Taehyung se abrieron de par en par cuando notó como el cuerpo en el que halló consuelo durante algunos segundos estaba siendo arrastrado hacia la salida de aquel calabozo, destilando sangre y con la mirada completamente oscura. Mi madre está muerta.

Su mentón comenzó a temblar de una manera que no pudo controlar, mientras que era dejado sin ningún tipo de delicadeza sobre el suelo. Estaba conciente para el mundo exterior, pero en su mente no dejaban de reproducirse todas aquellas imágenes que se volvieron su más grande pesadilla y en el origen de un trauma que lo había vuelto la peor de las personas.

— Tenía que morir, osito. — dictaminó, luego de haber disparado de nueva cuenta sobre el ya más que muerto cuerpo del hombre que era su padre. — Hay que encargarse de eliminar a los que no sirven.

Entonces sonrió, importandole poco que sus propios ojos llorasen la muerte de su madre. Observó sus manos casi en huesos.

La maté.

Sin haberlo si quiera percibido, su cuerpo había actuado por sí mismo, mientras que su mente trataba de adentrarlo en una vil mentira para que hallase paz aunque sea por algunos instantes. Una de sus manos le había arrebatado el arma a esa vieja articulación de su madre que no estaba lo suficientemente alerta como para notar los movimientos sutiles de su hijo, con el que quería acabar.

No me servías, madre mía.

Fue cuando presionó el gatillo y el sonido que generó el impacto de la bala alertó a los guardas que cuidaban fuera del calabozo.

El lado que aún amaba a su madre se lamentaba por su muerte. Sin embargo, su alma se sentía más que tranquila. Ya no le interesaba nada más. Después de todo moriría allí, sin poder volver a mirar aquella bella dama que lo hizo sentirse vivo de nuevo. Fallecería con la culpa de haber asesinado a una persona, pero con la absoluta certeza de que aquello la había liberado brevemente de los abrumadores recuerdos que abundaban en su condenada muerte.

White And Black | 𝑇𝑎𝑒𝑆𝑎𝑛𝑎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora