Introducción

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—Responde ¿Como sabías que ese hombre iba a violar a esa mujer?

El chico desvió la vista con desinterés.

—Simplemente lo supe.

—Si no nos dices, te tomaremos como sospechoso. ¿Acaso eres un cómplice?

Ya basta

—Mamá, mamá ¡Mamá!

La mujer llorosa ni siquiera miró al niño, sus ojos estaban vacíos y perdidos en la nada. Solo soltó un suspiro cansado.

—Ya cállate, Liam

Ya basta

—Gracias por salvarme.

—No hice nada que merezca agradecimiento.

—Claro que si, me has ayudado, eres una buena persona.

Ya basta

—Tu, fruto de la violencia y la lujuria, tu, hijo de un pecador. Paga tu deuda eterna

¡DIJE QUE YA BASTA!

Gritos SilenciososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora