Mi Debilidad (Bakugou y tú)

Cap 7. Mi nombre, tu voz.

¿Sabes de esa sensación en la que todo el mundo te ve como si se murieran por preguntarte algo, pero no lo hacen? Bueno, así estaba yo.

Estaba con todas las chicas en el centro comercial, mirábamos algunos vestidos para fiestas u accesorios, pero sentía como todas me miraban y se tiraban miradas unas a las otras luegos de que dije "sería curioso ver a Bakugou bailando, lo descubriré hoy". Ya estaba harta, así que pregunté

T/n:- ¿Sucede algo?

Todas giraron, evitando mi mirada

T/n:- Hablo enserio...

Mina:- Bue-bueno... Verás, Naoko

Todas miraron a Mina y Uraraka habló

Uraraka:- Mi-mira, no lo tomes a mal o algo así...

T/n:- ¿Qué suceden? Diganlo ya.

Dudaron, pero como siempre, Tsuyu siendo Tsuyu, directa

Tsuyu:- Naoko ¿Te gusta Bakugou?~

T/n:- ... ¿¡EHHH!? - me sobresalté

Jirou:- Bueno... Desde que llegaste aquí solo buscas su atención, y ahora de cierta manera la tienes y aún así quieres seguir a su lado

Momo:- Se la pasan juntos, él va a tu casa y aunque peleen, se entienden ambos

Hagakure:- Lo haz domado un poco, él nunca hubiera aceptado ir a la fiesta

Estaba en shock debido a lo que mis compañeras estaban diciendo. ¿Qué me guste Bakugou? ¿A mi? No, mi corazón y mi vida le pertenecen a Dabi, Bakugou solamente es mi misión.

Luego de haber negado la existencia de aquel "gusto" volví a las compras y las chicas decidieron no molestar más.

Eran las 7:30 PM, faltaba media hora para que Bakugou llegará, o eso creía yo.

El timbre de la puerta principal sonó, bajé rápido para abrir.

T/n:- Señor puntual... Qué fastidio

El rubio me miró de arriba a abajo sin alguna expresión y no se molestó en decirme algo, aunque simplemente me faltará terminar con mi cabello y mis zapatos.

El rubio no se esforzó mucho, unos jeans negros con algunas partes rotas y desgastada, una camisa azul celeste claro con botones blancos, una cadena adornando su cuello y unos tenis completamente negros. La verdad... No se veía mal.

Le pedí que me esperara en la sala mientras terminaba de arreglarme, la verdad si me demoré un poco más de lo que tenía previsto y Bakugou no iba a dejar pasar la oportunidad para molestarme

Bakugou:- Maldita sea mocosa, ¿Qué tanto haces? Si quieres verte bonita necesitas volver a nacer - gritó mientras subía por la escaleras hacia mi cuarto

T/n:- Muerete, no molestes

Bakugou empezó a golpear la puerta de mi habitación solo para molestarme, luego de unos segundos le abrí

T/n:- ¡Qué moleste eres! - le grité

El ojirojo quedó en silencio unos minutos mientras me miraba, sin alguna expresión en particular

T/n:- ¿Qué?

Bakugou:- Tsk, nada. Vamos, apresurate. - giró en su propio eje para dirigirse a la salida.

Llegamos al lugar, todos estaban afuera del bar esperándonos ya que fuimos los últimos. Me disculpé pero nadie se molestó, todos estaban contentos y emocionados, el único con cara larga era Bakugou.