9. Las Cartas.

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—¿Conocéis a Oscar Jones? —Pregunté pensando que quizá ninguno conocía a mi padre.

Me equivoqué brutalmente, pues en cuanto pronuncié su nombre todo se comenzó a revolver, las sombrar se movían tan rápido que en más de una ocasión solté un grito del terror, todo se comenzó a mover, las cortinas se movían como si hubiera ráfagas de viento muy fuertes dentro de la habitación. Estaba muy equivocada, mi padre no era un hombre bueno, no era mi héroe, era un monstruo. 

—Tranquilos —habló Eros —intentaremos ayudaros, pero tenéis que volver a vuestro cuerpo y recuperar fuerzas para cuando eso suceda. 

Más libros volaron por la habitación y se colocaron estratégicamente para formular una pregunta con sus títulos.

—¿Cuánto tiempo? —Leí en voz alta.

—Teniendo en cuenta que tenemos que ir hasta Italia, pues bastante.

Libros volvieron a volar. No sabía yo que los libros sirvieran para muchísimo más que sanar heridas internas.

—No hay tiempo —leí de nuevo.

—Lo sabemos, sabemos que estáis sufriendo, yo también pasé por eso.

—¿Eres el Danger? 

Ahora no se comunicaron a través de un libro, si no a través de una carta que había dentro de uno de ellos. ¿Desde cuándo estaba esa carta ahí? y, ¿cómo llegó ahí? Me acerqué a la carta y la cogí entre mis manos. Una pregunta con una letra extraña encabezaba la parte delantera: ¿Eres el Danger?. Con el ceño fruncido decidí abrir la carta, por un momento pensé que toda esa carta iba dedicada a Eros, pero no era así, la letra de dentro estaba escrita a ordenador y todo lo que ponía en ella cada vez era más extraño.

Consiguió verlo, no lo conoce, sé que intenta comunicarse con ella de alguna u otra forma, pero no lo consigue. Ella ha estado más alejada de nosotros, no nos cuenta que le pasa o al menos nos da una pista de esos sueños raros que tiene. Más de una noche mi mujer y yo la hemos escuchado gritar. Ella no sabe a lo que se enfrenta y si está dispuesta a ayudarlos, también tiene que estar dispuesta a afrontar todo lo que viene detrás.

El Danger y los demás no son personas fiables, sus genes alterados les hacen perder memoria, puede que ahora recuerden una cosa y dentro de unos días su mente olvide todo. El Danger o mejor conocido como: Eros Davies, no muestra signos de mejoría, sus poderes cada vez se hacen más fuertes e inestables. Puede que lo perdamos antes de conseguir sus células y poder investigar y crear a más como él.

Pero tenemos un problema: Ella, mi hija, Selena, tiene una extraña conexión con ellos, como ya te he dicho ella puede verlos, cosa que un ojo humano no puede. El claro ejemplo y para que puedas comprenderlo es: Cuando un niño de tres años consigue ver a un fantasma y su madre o quien esté con él no puede, eso se debe el alma pura del niño, en cambio con Selena la cosa es un tanto diferente, su sistema está alterado, no sabemos por qué, ella jamás ha tocado el líquido amarillo. Lo que me lleva a preguntarme si ella ya había nacido con los genes alterados.

No era una carta cualquiera que cuenta una historia, no, eran actualizaciones sobre mi vida y la vida de Eros junto a la de las sombras. Me pregunto si mi padre tiene más de estas cartas por algún lado.  Miré a Eros quien también había leído la carta conmigo. Comencé a caminar saliendo de la habitación para ir hacia el despacho de mi padre, era extraño pues la puerta estaba entreabierta como si así nos invitara a pasar. Entramos sin demorarnos mucho, en cuanto me acerqué al estudio de mi padre vi que todo estaba desordenado, cosa que me pareció muy extraña pues mi padre siempre era muy ordenado con sus cosas del trabajo, pero esa vez no era así. Había más cartas con la misma pregunta. Las abrimos, todas eran actualizaciones sobre mi vida, la de Eros o los demás. Pero hubo una que llamó nuestra atención.

Aron se comunicó conmigo hace unas horas, me pedís más de cien litros del líquido amarillo. Sé que él tiene pensamientos de despertar a sus experimentos dentro de unos meses, tiene la certeza de que los Kuipters harán de este mundo un mundo mejor. No seré yo quien le diga que siempre que se hace estos tipos de experimentos hay algún sistema que falla o al menos no sale como nosotros nos habíamos imaginado. Él tiene cientos de personas congeladas en máquinas raras. Hace un mes fui hacia Londres para comprobar que lo qué él me decía era verdad. Y sí, lo era. Si él tiene razón todas esas personas pueden ser una revolución para el mundo. Lo que te quiero decir con esto es que deberíamos pactar con él.

Selena sigue en las mismas, sé, aunque no me lo cuente, que esa sombra cada vez está más cerca suya, lo sé por la manera en la que mira cada rincón de la casa, por cómo actúa, hace unos días le pusimos una cámara en su habitación, y pudimos corroborar que nuestros pensamientos eran ciertos, suele ovillarse en una esquina de su cama y se tapa con el edredón, mira a una esquina de su habitación, ella está allí y Selena lo ve.

Hemos decidido dar un paso más allá, ver como su comporta cuando esa sombra se termina por comunicar con ella, pero sabemos que aquí no tenemos los instrumentos necesarios para investigar todo. Hemos decidido mudarnos a Clovelly, si las cosas se ponen feas tendremos la oportunidad de internar a Selena e investigar más sobre su sistema y sus células, la casa es aquella en la que la familia Davies vivió, en esta ocasión quien se comunicará con ella sera el mismísimo Danger. Seguiré informando.

Att: Jones.

Todo estaba preparado... No nos habíamos mudado por sus trabajos, nos habíamos mudado para investigarme, para que comprobaran mi comportamiento. Lo que ahora me pregunto es: ¿habrían puesto cámaras también en mi habitación de Clovelly? Lo más seguro es que sí, la única manera de averiguar todo esto era volviendo a Clovelly, registrar el despacho de mi padre. Seguro que allí tenías más cosas, más información, pero había un grave problema, y es que no podíamos registrar aquel despacho sin correr ningún peligro, pues estaba segura de que mi padre estaría vigilando la casa las veinticuatro horas del día. 

Entre los tres nos miramos. Pensábamos lo mismo y llegábamos a la misma conclusión: correríamos peligro de muerte.

Aunque sabíamos que teníamos algún tipo de misión no nos movimos de donde estábamos. Yo en shock por lo que había escrito mi padre, mi amiga preocupada por mí y Eros mirando a un punto fijo de la habitación sin pestañear. 

—No tenemos otra opción —habló Sam.

—Sí que la hay, pero antes debemos recuperar a más sombras como sea posible —fue el turno de Eros para hablar.

—¿Aconsejas ir a Italia a por los demas? —Le discutió mi amiga sorprendida —¿tú sabes las horas que hay de viaje? 

—¿Y tú sabes el peligro que corremos si dejamos que todo esto siga sucediendo? Ya no es solo pues nuestra integridad física, sino por todas esas personas que también estan sufriendo los abusos y maltratos de esos doctores del mal —concluyó Eros mirandola bastante cabreado —odio a la gente que Oslo piensa en sí misma —farfulló por lo bajo, pero que ambas alcanzamos a escuchar.

—Habló el que se le aparecía a mi amiga atormentándola hasta que ella lo sacó del psiquiátrico en el que estaba.

—Estas enredando las cosas —dijo él.

Yo terminé por soltar uno de los mayores suspiros de aburrimiento del mundo. Eros y Sam al escucharme dejaron de pelearse y me miraron.

—Iremos a Italia, rescataremos a todas las sombras posibles, luego regresamos y nos enfrentamos a lo demás —dije pasando la mirada de uno a otro —fácil y sencillo.

—Sí, fácil y sencillo va a ser cuando nos maten, porque se lo estamos poniendo en una puta bandeja de plata y llevamos una jodida florecilla de adorno en toda la puta frente —masculló y salió de la habitación dejándonos solos. 

Eros y yo nos miramos, no íbamos a cambiar de idea.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2023 ⏰

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