Capítulo 3: Promesa silenciosa.

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Estaba acostado en el techo de un edificio, su cuerpo estaba boca arriba viendo el cielo nocturno.

La noche estaba tan estrellada que parecía irreal, hacía contrate con la luz de los edificios dándole un aspecto mágico, como si fuera una pintura.

Fue ahí dónde Eunwoo se dio cuenta que había algo raro en esta escena, el primer indicador, fue que, las estrellas nunca se verían con tanta claridad con la iluminación de la ciudad.

El segundo indicador, era la persona que estaba acostada a su lado viendo las estrellas con él.

Miró a su costado y se encontró con la mirada gatuna de Bin, el chico no dijo nada, sólo sonrió dándole su aspecto usual de cachorro, el corazón de Eunwoo se apretó.

“Ah, ya veo, este es uno de mis sueños” pensó. Extendió la mano y acunó la mejilla de Bin, el menor no se apartó sólo cerró los ojos y disfrutó el toque.

Este sueño le parecía familiar, lo más probable es que fuera uno de sus recuerdos. Bin volvió a abrir los ojos, pero en lugar de ver a Eunwoo, regresó la vista a las estrellas.

—“Nunu…”—Su suave voz rompía el silencio —“¿Qué crees que pasa con las personas una vez que mueren?”.

Eunwoo tragó el nudo en su garganta ¿Por qué justo este recuerdo en este momento? Decidió responder lo que había dicho en aquél entonces.

—“Sólo mueren, y ya. Tu cuerpo deja de funcionar y luego se pudre”—Su voz salía baja. 

Bin asintió de acuerdo sin mirarlo, volvió a hablar—“Si pudieras convertirte en algo después de morir ¿En qué te gustaría convertirte?”

Eunwoo se quedó callado ante la pregunta ¿Qué había respondido en aquél entonces? No recordaba, este era un sueño, así que sólo improvisaría la respuesta.

—“Creo que me gustaría convertirme en un árbol, como un cerezo”—Se recostó de lado  para ver a Bin —“Así, cada que florezca es como si volviera a revivir”—Bin hizo un sonido de aprobación ante sus palabras, el menor aún tenía la mirada fija en el cielo —“¿Qué hay de ti?”

Bin se mantuvo en silencio sin responder, Eunwoo lo vio inhalar y exhalar, su respiración era el único indicador de que Bin seguía vivo, incluso si era sólo en sus sueños.

—“Me gustaría convertirme en polvo de estrellas…”—La voz de Bin salía suave como el terciopelo —“Si volveré a ser polvo cuando muera, me gustaría ser polvo cósmico y permanecer en el universo, es como trascender a algo más grandioso”.

Bin giró la cabeza para verlo, sus ojos brillaban, y por un momento, Eunwoo creyó ver miles de estrellas dentro de ellos.

¿Es eso lo último que había pensando al morir? ¿Qué se convertiría en polvo de estrellas y todo estaría mejor?

Se acercó a Bin y junto su frente con la de él —“Eso suena maravilloso”—su voz se quebró por un momento —“Aunque yo preferiría que después de que murieras volvieras a ser Bin”.

El menor lo vio confundido, Eunwoo se rio, por supuesto que no sucedió así en la vida real, sólo estaba expresando lo que sentía porque sabía que esto era un sueño.

—“No… en realidad, preferiría que no pensaras en morir”—La mirada de Bin entristeció al escucharlo—“Preferiría que te aferras a la vida incluso si crees que no vale la pena vivirla”—Guardó silencio un momento, tragó el nudo en su garganta —“Por favor, por favor, quédate conmigo…”—Su voz se escuchaba rota —“No te conviertas en polvo de estrellas”.

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