¿Que hacer cuando sin querer y sin previo aviso empiezas a sentir cosas por tu amigo, ademas de eso el libero del equipo?
Asahi al no saber como expresar sus sentimientos decide escribirle cartas a su compañero de equipo, dejándolas en su locker de...
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Narrador omnisciente:
Asahi se encontraba en el punto de encuentro, sus manos sudaban y no podía evitar agarrárselas y estrujarlas, el solo pensar que le confesaría sus sentimientos a Nishinoya frente a frente, lo ponía con los pelos de punta, pero consideraba que era lo mejor que podía hacer, podía pasar dos cosas: 1. Que Nishinoya correspondiera sus sentimientos. 2. Que no los correspondiera, pero que siguieran siendo amigos. Ninguna estaba mal, ninguna implicaba alejarse del pequeño libero del karasuno, eso es lo que menos quería, de solo pensar en esa posibilidad más nervios le daban y ganas de correr, pero algo le decía que Yuu estaría con el pase lo que pase, la primera posibilidad le encantaría bastante, sería un gran paso y lo alegraría muchísimo.
– Asahi – Escucho y no pudo evitar dar un pequeño salto, esa voz inconfundible que empezó a acelerar sus latidos cada vez que la oía y más cuando pronunciaba su nombre – ¿Qué haces aquí? – pregunta con la misma emoción de siempre, con su inconfundible hiperactividad, esa que tanto le encantaba al moreno.
– Am – empezó a decir tratando de vocalizar y no sonar más nervioso de lo que ya estaba – Quedamos... – trago saliva y volvió a hablar – Quedamos de encontrarnos aquí Noya – esas últimas palabras las dijo en un susurro, pero lo suficientemente alto para que su receptor lo oyera.
– ¿A si? yo quede de verme aquí fue con... – el más pequeño guardo silencio mientras miraba a su acompañante y sacaba con afán una de las cartas de su bolso, saco una carta – déjame ver tus apuntes, por favor – le indico a Asahi y este le paso un cuaderno. Yuu pasaba sus ojos del cuaderno a la hoja, hizo eso hasta que estuvo completamente seguro de que la caligrafía coincidía entre la carta y el cuaderno en sus manos – son iguales – habla, pero a penas y se oye lo que dice.
– Um sí, yo soy el que te ha estado escribiendo esas cartas – menciona llamando la atención del inquieto libero, el cual mira con cierta emoción a la estrella del karasuno – siendo sincero no quería que supieras que yo soy el autor de esas cartas – las palabras salían con cierto temor en el tono de su voz, Nishinoya no pudo evitar sonreír un poco ante los nervios de su superior – me gusta la amistad que hemos empezado a tener desde que llegaste al karasuno y no quiero que me dejes de ver como tal, ya sea porque no te gusto de la misma manera o...
– Asahi – lo interrumpe – mírame – el aludido deja de mirar a los lados mientras se rasca la nuca con una de sus manos – me quería reunir con el autor de estas cartas, primero para agradecerle y segundo porque lo iba a rechazar – dice observando como la cara del moreno se distorsiona de una nerviosa a una que expresa completamente el miedo, miedo que no sentía desde que uno de sus remates fue bloqueado por el muro de la preparatoria Date – ya que, me gusta otra persona – una enorme sonrisa se asoma de los labios del libero – de hecho, no es solo gusto, le admiro muchísimo – continua sin quitar la mirada del as – está en tercero a punto de graduarse – lo primero que piensa Asahi al escuchar eso es en la manager de su equipo, aquella bella mujer de gafas y cabello oscuro por la cual Yuu y Tanaka tanto alegaban de tenerla cerca – es más parece un delincuente – dice entre risas, al escuchar esas palabras Asahi no puede evitar cambiar su rostro de angustia a completa sorpresa, ya que, de los 4 de tercero él es el único con cara marginal, Daichi que parece mayor por su madures, Suga quien es ese al que miras y te transmite cierta paz y Shimizu la hermosa manager del karasuno, por descarte a quien se refería era a él, siendo muy optimista, pero como el grandote le faltaba algo de eso todavía, seguía dudando en si era una broma o era enserio.
– ¿A qué te refieres con eso? – pregunto aun asombrado, tratando de recopilar la información que le acababa de soltar su acompañante.
– Que te iba a rechazar por ti Asahi – habla el del mechón decolorado con cierto tono de gracia – bueno no tengo a nadie por rechazar – suelta una carcajada y empieza a brincar como el joven hiperactivo que es – porque tú también me gustas – entre brinquito y brinquito se acerca al mayor y lo agarra de los hombros – tus sentimientos son totalmente correspondidos.