Besos de ángel

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Para Francisca las pecas que salpican sus mejillas y algunas partes de su cuerpo no eran alo nuevo, siempre han estado ahí; en su momento se intereso cubrirlas con maquillaje y ropa, dados los constantes comentarios de su abuela que intentaba hacerla menos, mencionando que pareciera una india cualquiera que trabaja sucia en el polvo bajo el sol. Sin embargo su padre y hermanos le decían que no era cierto, le comentaban que eran como besos de sol y que la hacían parecerse aun más a su madre por lo cual después comenzó a tomarles incluso cierto cariño...

Pero para Herneval era otro cuento; si bien gustaba de todo aspecto de su amada, las pecas le traían un pequeño inconveniente... celos. Quizá Frankelda no lo supiera pero aquellas pequeñas marcas en su piel eran besos de ángeles, el que aun permanecieran después de tantos años implicaba que el ángel realmente apreciaba mucho a la joven; lo que generalmente causaba una sensación hueca en su pecho. Por ello a pesar de su vergüenza, tendía a llenarla de besos en las mejillas, creyendo que de esa manera pronto se quitarían. Lo que el príncipe no sabia es que aquellas marcas habían desaparecido hace mucho, solo que ella las colocaba de nuevo...

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