Futari No Omoi✨ [LIBRO 2] (FINALIZADO)

Capítulo 13❤️

Sakura

Llevo muchísimo tiempo ayudando a Itachi con su propuesta de matrimonio y debo admitir que me ayudó a distraerme mucho de todo lo que está pasando. Sin darme cuenta ya habían pasado meses desde que Sasuke se fue a trabajar a otra ciudad. Estoy emocionada porque todo quedó como debía quedar para que Izumi diga que sí.

—SAKURA ¿ESTÁS AQUÍ CONMIGO? —Izumi me grita.

Sí, estoy con ella que hace un tiempo salió del hospital y estamos caminando "casualmente" por el parque.

—Por supuesto que sí ¿Por qué me gritas?

—Te vi algo perdida y creí que estabas pensando en muchas cosas.

Le doy un golpesito al costado.

—No estoy "pensando" en nada, tú dime ¿Has logrado recordar algo a Itachi? 

Deja su sonrisa a un lado.

—Siendo sincera solo con el corazón lo puedo recordar, pero con mi cerebro no ¿Es raro? Porque no recuerdo ni cuando nos conocimos, sin embargo, sé que en estos meses he llegado a amarlo de nuevo.

—Es raro, tal vez necesites un pequeño empujón —Le guiño un ojo.

—Hmm, bueno ¿Tal vez? No lo sé...

No pudo entender lo que quería decirle, por supuesto, si no está enterada de lo que va a pasar en un rato.

—¡Oh! Izumi ¿Ves ese árbol? Quiero ir a ese árbol.

—Pero

No le di tiempo para hablar y la llevé del brazo. Paramos y había un globo con una notita la cual ella tomó y leyó en voz alta.

»"En este parque fue nuestro primer beso ¿No recuerdas este árbol? Aunque tal vez ir a la tienda de dulces de la señora Aoi te hará recordar más"

Su sonrisa.

Ver su sonrisa y sus ojos brillantes en este momento es inexplicable.

»Sí, Itachi... Recuerdo este parque y a una persona a mi lado ¿Eras tú?

Dijo al viento mientras guardaba delicadamente la nota en su bolsillo. Me mira divertida para decirme:

»Sakura, no recuerdo una tienda de dulces y suponiendo que eres cómplice de esto ¿Sabes dónde queda?

—¡Por supuesto que sí! Hoy seré tu guía turística hasta llegar al final del viaje ¿Cuál es el destino? Que recuerdes totalmente el amor de Itachi ¡Vamos!

La volví a jalar de los brazos y me la llevé por unas dos calles hasta llegar a la tienda de dulces donde se encontraba una señora de unos 30 años que se veía muy joven, de cabello negro y unos ojos azules oscuro bien preciosos, cargaba con su hija de unos 7 años pero ella tenía ojos verdes.

—¡Señora Aoi! — Le grité casi llegando y me recibe con una sonrisa.

—¿Cómo se encuentra, señorita? —Me sonríe.

—Bienvenidas ¿Qué van a pedir? —Nos dice la pequeña luego de que su madre la bajara del mostrador.

—Hmmm, se me antojan unos mochis ¿Y a tí?

Cuando me dí la vuelta para ver a Izumi se encontraba mirando a la nada con la boca abierta y los ojos muy abiertos.

»¿Izumi? ¿Estás bien?

Le pregunté preocupada porque estamos haciendo esto a riesgo de que algo le vuelva a pasar en su cerebro.

—Se-señorita ¿Aoi? ¿U-usted no solía usar coletas con broches de mariposas? ¿Tiene una hija?