𝙉𝙤 𝙢𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙚𝙨 ━━━ 𝙣𝙚𝙬𝙩

❛✿↯: 𝟏𝟏

♪♪𝑾𝒆'𝒍𝒍 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒈𝒆𝒕 𝒇𝒓𝒆𝒆
𝑳𝒂𝒎𝒃 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒍𝒂𝒖𝒈𝒉𝒕𝒆𝒓
𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐𝒏' 𝒅𝒐
𝑾𝒉𝒆𝒏 𝒕𝒉𝒆𝒓𝒆'𝒔 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒕𝒆𝒓?♪♪

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Narra Melissa

En total solos 14 las personas que estamos yendo a enfrentar a los penitentes con tal de buscar la manera de salir.

Thomas va en frente del grupo mientras Minho, Newt y yo vamos atrás de todos.

—¡Mierda! —me quejo ya que mi cabello se empieza a atravesar en mi cara y no me permite ver.

—Estas muy refunfuñona —vocifera Minho para que pueda escucharlo.

—Pues veras, desmayarte, dormir a la intemperie, estar a punto de ser puesta en ofrenda no es algo que haga estar de buen humor.

Seguimos corriendo hasta llegar a la sección central y de ahí seguimos el camino de aquella vez en donde casi morimos aplastados.

Llegamos a ese corredizo y todos vamos reduciendo la velocidad y nos colocamos detrás del muro tratando de hacer el menor ruido posible.

El pelinegro extiende su cabeza y observa lo que hay en el corredizo, cuando gira su expresión no es una que me gustaría ver.

—¿Es un penitente? —cuestiona el niño con sus mofletes demasiado rojos.

—Si —musita con la voz demasiado débil.

Dicho eso se escucha un gruñido y una ligera tensión empieza a sentirse en el ambiente.

Recojo mi cabello y lo ato en una coleta alistándome para lo que se viene.

—Lleva esto Chuck —le pide Minho y le entrega el cilindro—. Quédate atrás.

El niño lo sostiene entre sus manos e inhala profundamente a lo que Thomas aprieta su hombro con la intención de calmarlo.

—Tranquilo, quédate con nosotras —Teresa termina de recoger su cabello y le sonríe a Chuck para luego hacer lo mismo conmigo.

Yo por otra parte dejo un beso en la cabeza del niño y acaricio sus rizos.

—Cuando crucemos se activará y la puerta se abrirá. Manténganse unidos, no se alejen y saldremos. Saldremos ahora o moriremos haciendo el intento.

Muchos ánimos no esta dando.

Golpea la lanza contra el suelo y todos procedemos a coger nuestras armas y prepararnos.

—¡Hay que hacerlo! —exclama con todas sus fuerzas y algunos sueltan un grito antes de comenzar a correr en dirección al penitente.