El Esposo del Duque

Nota:
La canción es perfecta ambientación para el capítulo. ¡Disfruta!

Una lluvia de sangre siguió sus palabras. El antiguo príncipe de Cadogan había ordenado el exterminio de los soldados que quedaban, a sangre fría.

Alan tomó la forma de Olaf y se puso su ridícula ropa. El cambia formas miró sus manos gruesas y llenas de cicatrices con asco.

Olaf había muerto al instante, una lastima después de haber hecho tanto daño.

Alan, con la apariencia de Olaf caminó fuera del castillo por uno de los pasadizos secretos. Había pensado en éste plan una y otra vez y esperaba, haberse equivocado en una sola parte.

Carter estaba oculto entre los árboles y zarzas espinosas. Desde la pared de piedra del castillo, Alan podía oler el nerviosismo salir de su cuerpo a raudales, como si fuera un perfume.

Cuando Alan caminó y salió de las sombras, Carter pareció asombrado y Alan quiso creer en él. Pero fue todo lo contrario.

-¡Mi señor!-gritó Carter acercándose a Alan pensando que era el vikingo-¡Por aquí! He distraído a las tropas del lobo, por lo que debería estar bien.

-Así que me has traicionado-de la boca gruesa y pálida del vikingo, salió la dulce voz de Alan, quien se materializó y las ropas, que antes le quedaban justas por el tamaño del vikingo, ahora parecían un montón de tela arrugada sobre su menudo cuerpo.

-Alan-susurró el alpha retrocediendo hasta caer de culo en la nieve-No es lo que crees...yo...

-Sabía que alguien cercano me había traicionado. ¿Ayudaste a Lukas a esparcir los rumores sobre mí?

-Debía sacarte de palacio-los ojos de Carter miraban hacia el bosque cada que podía.

-Y mataste a Martín.

-¡Se interponía en el camino!

-¿Quiénes más?

-¿Quiénes más qué?

-¡¿Quiénes más estaban en éste plan?! Los enviaré a todos juntos al infierno.

-No...no hay nadie más-Carter acarició el mango de un pequeño cuchillo que descansaba en su cinturón esperando el momento perfecto para lanzarlo y huir.

-¿Por qué lo hiciste?

-¿Qué?

Alan bufó con fastidio.

-¿Por qué me traicionaste? Quiero saberlo antes de matarte.

-Te quería para mí.

-No hubiese sido posible puesto que no eres noble, Duncan jamás me hubiese casado contigo.

-¡Al menos estarías en Cadogan si te hubieras casado con Hamilton y así podríamos ser amantes!

-Estas enfermo...sea Hamilton o Edevane, yo nunca sería infiel. No soy alguien que traiciona la confianza del matrimonio.

Carter tomó el mango del cuchillo.

-Eso es triste para tí, no para mí. Lo que me decidió fue lo apasionado que gemías cuando ese asqueroso alpha te tocaba.

-Eres escoria-los ojos de Alan brillaron bajo la débil luz del sol.

-Si, bueno...¿A quién le importa?-el cuchillo de Carter voló entre ellos y se clavó firmemente en el hombro de Alan.

Su lobo auyó y Shannon escuchó el llamado. Sin embargo, León fue quien atravesó el pecho del alpha con una corta y fina espada.

Los ojos de Carter trataron de enfocar a Alan pero su vista se fue tornando negra conforme los segundos pasaban. El alpha emitió una sonrisa ensangrentada, debido a la sangre que brotaba desde dentro, para luego caer sobre la nieve y mancharla de sangre.