🦋 CAPÍTULO 24🦋

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🦋 CAPÍTULO 24 🦋

‹‹Dios griego a la vista››


ALIXEN OSUNA

Estaba molesta, y caminaba a toda velocidad al campo de fútbol en busca de Hiram, quien le pareció gracioso sacarme de la mochila el libro de estadística sin darme cuenta, una clase en la cual Jess decidió no entrar, y para colmo el profesor revisaría los trabajos.

Al divisarlo en la banca, a lado de Jess, quien leí un libro y fingía escuchar a mi amigo, quien hablaba deliberadamente.

—Hiram —me posicioné frente a él, pero sintiéndome pequeña, decidí subir una grada para estar a su altura.

De reojo vi una sonrisa burlona aparecer en los labios de Jess, pero lo ignoré.

—¿Qué has hecho con mi libreta? —pregunte. Hiram me miró divertido.

—¿No sé de qué hablas? —fingía muy mal.

—Hiram, no estoy jugando, ¿a dónde está mi libreta? —Lo tomé de la camisa y miré amenazante, notando un rasguño en su pecho—. Hoy hay revisión de trabajos, y no pienso tener una mala nota por tu culpa y perder mi beca, así que habla ahora.

Al ver que no diría nada, me abalance sobre él, haciéndolo caer al suelo. Gracias a mis hermanos sabía luchar.

Ambos luchábamos, pero me las ingenié para tomar su brazo y pierna, para terminar encima de él.

—Ahora confiesa, si no te romperé los huesos y terminaré con tu carrera, y no creo que ni a ti y a tus padres les agradé eso —No dijo nada, por lo que apreté con más fuerza, pero ni siquiera se quejó.

Al escuchar un suspiro de cansancio de Jess, lo volteé a ver.

—Si te digo a donde la escondió, ¿me dejaran leer a gusto? —preguntó Jess.

—No lo hagas amigo, soportaré el dolor, estoy entrenado para esto —dijo Hiram.

—Es un trato — liberé a Hiram.

—Está en el vestidor de chicos, en su casillero —dijo, y retomo su posición con el libro—. Te aconsejo que te apresures en ir, solo queda quince minutos para que el equipo de futbol termine el entrenamiento.

Giré en mis talones y corrí en dirección a los vestidores.

—¡La contraseña es el día de tu cumpleaños! —gritó Hiram.

—Lo sé.

Al llegar a los vestidores, compruebo que nadie esté cerca antes de entrar. Al hacerlo, miré los casilleros, y deseé que gritar, al ver la cantidad de casilleros, y mi ignorancia de cuál le pertenecía a Hiram.

—Vamos Alixen, piensa, piensa —mascullé—. Su número favorito es el diez —dije con alegría.

Avance hasta el número diez e intente poner la contraseña.

—Siempre metiéndote en problemas.

Me sobresalté ante la familiar voz.

Apreté los labios y giré, encontrándome con un despampanante Connec recién duchado. Trague grueso al ver como las pequeñas perlas de agua se deslizan por su pecho y abdomen, hasta llegar a la toalla que cubría su cintura. Santo cielo, realmente es un Dios griego. Al darme cuenta de lo que hacía, le di la espalda, avergonzada.

—Yo... pensé que no había nadie.

—Eso no justifica el hecho de que estés aquí —dijo.

—Mm eso... Bueno, ya conoces a Hiram, es muy bromista, y me ha escondido mi libro de estadística y lo necesito, solo he venido a recuperar eso —dije nerviosa.

NEVERLAND (+18)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora