🦋 CAPÍTULO 16 🦋
‹‹Sensaciones››
TRÍAN GONZALES
Al llegar, me di cuenta de que su fiesta se había vuelto destructiva, pues las ventanas y puerta estaban rotas, como una estatua se encontraba en el centro de jardín totalmente destrozado, en compañía de vasos, botellas rotas de algún votka o tequila, así como personas tiradas, vestidas o semidesnudas. Y entre ellos estaba Munné.
Tyler, al divisarme, me hizo la señal de que me acercara, mientras intentaba levantar a Munné, quien se resistía.
Entre ambos, levantamos a Munné y guiamos a mi auto, a pesar de su resistencia de irse de la fiesta.
—Gracias. —Voltee a ver a Tyler, luego de colocar el cinturón a Munne— por venir por él.
—No lo vuelvas a buscar, si lo haces, declárate muerto—rodee el auto y me marche ahí.
¿Cómo es que Munné termino de esta manera?, bebiendo hasta perder consciencia, de fiesta en fiesta, relacionándose con chicos que no desean hacerse cargo de él cuando se encuentra en su peor estado. ¿En serio se había apartado de mí para convertirse en esto?, ¿Connec sabía la vida que llevaba?
Pensé en llevarlo a casa, pero es una mala opción, si mis padres lo ven en este estado avisarán al alfa, por lo que decidí aparcar en un acantilado cerca de las montañas de la ciudad y esperar hasta que se le bajará un poco.
Estresado por mi situación, salí del auto y recargué sobre el capote y contemplé la ciudad a la distancia. Las montañas siempre fueron buenos lugares para pasar un buen rato, es una lástima que en este momento tenga que hacerla de niñera de un borracho.
Desvié la mirada a Munné, quien estaba con la cabeza inclinada hacia abajo. Solté un suspiro, y me dirigí abrir la puerta trasera, para seguido abrir la puerta en donde se encontraba Munné, quitarle el cinturón para sacarlo, algo que lo hizo quejarse y forcejear conmigo.
—Déjame —se quejó—Tyler —me aparto con brusquedad. Estaba tan ebrio que no era capaz de reconocerme.
Irritado, lo tomé con fuerza y saque del auto, guiándolo a la parte trasera, pero cuando creí que lograría hacerlo entrar, me lanzo con fuerza, haciéndome caer.
Me miro tambaleante.
—Te dije que me dejaras, ¿Por qué eres tan insistente? —preguntó.
—Maldito idiota —me puse de pie, limpiando mis manos y acerqué a él, quien seguía contemplándome tambaleante—. Si no estuvieras tan ebrio, te partiría la cara.
Pero antes de poder sujetarlo de brazo, e intentar de nuevo recostarlo en los asientos traseros, dio un paso a mí y sujeto mi nuca con fuerza, atrayéndome a su boca.
Me tensé, por su acción inesperada, para seguido apartarlo.
—¿Qué demonios haces? —me limpié la boca, molesto.
—Estoy demasiado ebrio para saber —dijo, tirando de mi brazo y metiéndome con fuerza al auto.
—Maldita sea, Munné —me queje, pues al lanzarme con fuerza había golpeado mi cabeza—. Oye — intenté apartarlo cuando se colocó sobre mí.
Al ver que iba a besarme, gire mi rostro, lo que ocasiono darle acceso a mi cuello. ¿Por qué me pasaba esto a mí?
Ante mi resistencia, me sujeto con fuerza de la cabeza y unió nuestras bocas. Al sentir el sabor amargo del alcohol, me sentí asqueado.
Seguí forcejeando, pero no me libero, por lo que opté por morderlo, pero tampoco se apartó, a pesar de sentir el sabor metálico de la sangre. Demonios, ¿cómo voy a salir de esta?
De pronto, sentí su lengua entrar en mi boca. Bien, esto fue suficiente, no solo porque me asquea ese tipo de besos, sino que también me lo estaba dando un chico, y no cualquier chico, sino Munné.
De reojo, vi una llave en el suelo. No sé cómo llego esa llave ahí, pero ahora era mi mejor arma. La tomé y dirigí a la cabeza Munné, esto lo noquearía. Pero antes de poder llevar a cabo mi objetivo, hizo algo con su lengua, al tocar la mía, que lanzo corrientes eléctricas por todo mi cuerpo e hizo reaccionar, concentrándose en una parte que se endureció. Apreté la llave con fuerza en mi mano, por la sensación que me provocaba la humedad de su boca, pero en especial el roce de su lengua con la mía.
Al sentir una de sus manos deslizarse por debajo de mi sudadera, sentir mi cuerpo vibrar de placer por su caricia suave y cálida. Pero al sentir su mano descender y acariciar la línea de mi bóxer, salí de la neblina provocada por el placer que me hacía perder el juicio, pero antes de apartar su mano, se apresuró a meterla entre mi bóxer y sujetar mi miembro, y profundizar el beso. Un escalofrío de placer invadió mi cuerpo.
Su mano comenzó a acariciar mi miembro, el cual estaba tan duro que sentía que estaba por correrme en su mano, por lo bien que se sentía sentirlo en mi boca y su tacto en esa área. Sus movimientos comenzaron a aumentar cada vez más, al punto de hacerme jadear en su boca.
No debería sentirse bien, no debería disfrutar de esto. Quería apartarlo, algo dentro de mí me gritaba que lo hiciera, pero mi cuerpo parecía hundido en el placer. Como si fuera la primera vez que sentía estas sensaciones.
De pronto, no pude resistirlo más, y me liberé en su mano. Munné se apartó y miro.
—Lo siento, Tyler, estoy muy ebrio —volvió a llamarme como aquel chico, para seguido dejarse caer dormido sobre mi cuerpo.
Maldita sea, que había pasado, que me había dejado hacer.
NOTA DE AUTOR:
Ok, acabo de sentir las llamas del infierno, ¿ustedes no?
Bueno, mis amores, como saben, no estoy demasiado familiariza con escenas eróticas, en especial las lgtb, pero espero no haberlo hecho tan mal.
Por otra parte, no puse una advertencia al inicio sobre esta escena, pues los capítulos tendrán más +18 o +21, porque ya mencione en la nota importante de la novela que habría este tipo de escena. Así que evitemos los comentarios maliciosos, yo cumplí con advertir desde antes, y ustedes decidieron continuar leyendo. Y las que les gusta, disfruten.😉
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NEVERLAND (+18)⭐
FantasyCuando era pequeña, mis padres solían contarme historias de terror, y cuando no obedecía, decían que el lobo, bruja, o el cazador de almas vendría por mí. Su amenaza se sentía tan real que lloraba con intensidad o solía tener pesadillas. Al crecer...