Capítulo 38 - Gael

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𝐈 𝐰𝐨𝐧'𝐭 𝐦𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝐥𝐢𝐬𝐭 𝐚𝐧𝐝 𝐬𝐞𝐧𝐝 𝐢𝐭 𝐭𝐨 𝐭𝐡𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐏𝐨𝐥𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐍𝐢𝐜𝐤
𝐈 𝐰𝐨𝐧'𝐭 𝐞𝐯𝐞𝐧 𝐬𝐭𝐚𝐲 𝐚𝐰𝐚𝐤𝐞 𝐭𝐨 𝐡𝐞𝐚𝐫 𝐭𝐡𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐝𝐞𝐞𝐫 𝐜𝐥𝐢𝐜𝐤
'𝐂𝐚𝐮𝐬𝐞 𝐈 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭
𝐇𝐨𝐥𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐨𝐧 𝐭𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐨 𝐭𝐢𝐠𝐡𝐭
𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐜𝐚𝐧 𝐈 𝐝𝐨?
𝐎𝐡, 𝐛𝐚𝐛𝐲, 𝐚𝐥𝐥 𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐦𝐚𝐬 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮.

𝐌𝐚𝐫𝐢𝐚𝐡 𝐂𝐚𝐫𝐞𝐲.

El viernes llegó finalmente y sabía que solo en unas pocas horas, Lina estaría defendiendo su proyecto final junto a Julia. Para mi malhumor hoy también tenía mi primera práctica oficial en el nuevo equipo al que mi padre me había metido a la fuerza.
Lo cierto es que no tenía idea de nada, más que los días de prácticas y las horas. No sabía como íbamos en la tabla, ni que equipo tocaba enfrentar próximamente. Y sencillamente no lo sabía porque la verdad es que todo lo referente al fútbol me importaba poco y nada.

Así que allí estaba, escuchando palabras sobre no sé qué tácticas para poder vencer el domingo a uno de nuestros mayores rivales. Pero aunque físicamente estaba en ese campo de juego donde tenía sede el club al que pertenecía, mis pensamientos estaban con ella. Enviándole energía, fuerza y certeza de que ella podría contra todo.

Miré la hora en mi reloj y resoplé molesto por estarme privando de hacer algo que quería por estar en el último sitio donde me gustaría.
Quedaban quince minutos de charla técnica y luego quedaríamos libres. Según los horarios que Lina me había transmitido, ella estaría en plena defensa, a lo mejor, y solo a lo mejor, si me las rebuscaba era posible llegar al menos para verla salir y esperarla.
Miré una vez más el reloj en mi mano derecha y la ansiedad comenzó a tomar partido, haciéndome sentir inquieto y aún más molesto de lo que ya estaba.

- Fernández, ¿quiere comentarnos sobre su inquietud o es capaz de mantenerse quieto los últimos minutos de charla?

Gilipollas, claro que no podía mantenerme quieto. Pero tampoco le iba a dar el gusto de hacerse el gracioso delante de todos. Mucho menos en mi primera vez aquí.

- Disculpe, entrenador, pero es que anoche cené algo en muy mal estado y siento esos ruidos molestos que le anuncian a uno que algo no va bien, ¿me entiende?

Su cara fue un verdadero poema así que decidí seguir por ese camino para conseguir lo que buscaba.

- Cómo le explico...esa sensación de que no va a llegar a tiempo. Es como un nudo en el estómago que amenaza con salir. Por la incontinencia natural del cuerpo cuando algo no va bien y entonces sabes que de pronto todo...explotará.

- No son necesarios tantos detalles, Fernández. Diríjase a los vestuarios inmediatamente y haga lo que tenga que hacer. Lo veo el domingo en el juego, sin excusas.- Repuso.

Y no había acabado de hablar que yo ya iba camino a los vestuarios sí, pero para cambiarme de ropa y salir pitando hacia la academia donde rendía Lina. Tenía que llegar como fuera, algo que me temía bastante, eran pasadas las doce del mediodía y el tráfico a esa hora era de locos, como siempre en Madrid, vamos, pero aún peor.

Una idea se cruzó por mi cabeza y debía salir bien. Saqué mi móvil y marqué el número de Iván, se suponía que debería estar en su oficina y de él si que no estaba lejos.
Veinte minutos después y luego de haber recibido la aceptación de mi querido amigo me adentré en su oficina. La chica de recepción ya estaba al tanto de mi visita por lo que nomás anunciarme ya estaba haciéndome pasar.

Esperaré Para Amarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora