𝑪𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐 𝒚
𝑪𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂
𝑪𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒏𝒂 𝒚
𝑳𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔
𝑻𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒂𝒓𝒐
𝑨𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒊𝒔
𝑻𝒖 𝒎𝒊𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆.𝑴𝒆𝒍𝒆𝒏𝒅𝒊.
Era mi primer partido de manera oficial, era la primera vez en donde me iban a ver jugar personas que no me conocían.
Antes, en mi anterior equipo en Pamplona, lo vivía sin presiones, de manera completamente amateur y con el público de siempre. La familia, los vecinos, gente del pueblo. Pero esta vez sería distinto, podía sentir desde el vestuario el murmullo proveniente del exterior. Si bien no éramos un club de primera categoría, los equipos de segunda también tenían muchos seguidores aquí en Madrid.
Mientras terminábamos de cambiarnos para salir a jugar, luego de los ejercicios de calentamiento, el entrenador se apareció una vez más para dar unas últimas palabras de aliento.
Terminé de ajustarme los botines y me puse de pie. Sacudí las piernas, los brazos e hice sonar mi cuello de un lado a otro, aquello lo repetía antes de comenzar cada juego.
Tenía que admitir que los nervios estaban presentes, especialmente por la lesión. Se suponía que todo estaba bajo control y que me encontraba 100% recuperado, pero claro, hasta no jugar un partido completo y ver que todo seguía en su lugar, iba a sentirme inseguro.
Fuimos en dirección a la cancha, atravesando todo el vestuario hasta que visualizamos la salida que nos dirigía directamente al campo de juego, nos detuvimos todos en bloque allí para la típica arenga.
Siendo honesto no me importaba en lo más mínimo estar ahí, sabía que era importante y dejaría todo de mi parte para lograr una victoria, pero mi única motivación era el saber que Lina me estaría observando desde las gradas.
Salimos al campo de juego y el público se vino arriba. Casi al instante hizo su aparición también el equipo contrario, recibiendo para ellos unos cuantos silbidos de parte de nuestro público. Éramos locales, así que contábamos con esa ventaja.
Una vez en el medio del campo giré en mi lugar visualizando cada sector de las gradas en busca de la persona que me importaba. Miré de arriba a abajo cada rincón hasta que la encontré. La había pasado por alto un par de veces porque llevaba puesta una capucha en su cabeza, algo que me hizo gracia y al mismo tiempo algo de pena por saberla allí sentada con el frío que hacía.
Le tiré un beso rápidamente acompañado de una sonrisa y ella devolvió el gesto haciendo lo mismo. Joder, así se pusiera un florero en la cabeza se veía hermosa, y aquella noche no era la excepción.
El árbitro dio inicio al juego a la hora pautada y una vez más el público se vino arriba con gritos, aplausos y vítores de aliento. Los primeros 45 minutos transcurrieron con demasiada calma, sin mucho nerviosismo, con apenas un par de ocasiones para cada lado, pero ninguna acabó en el arco.
La segunda mitad, por el contrario, todo fue a más. Ellos tuvieron un penal el cual convirtieron sin inconveniente, nosotros pudimos empatar el juego a los pocos minutos, pero no fue hasta los descuentos del final que llegó el momento que esperaba. Un pase en diagonal desde el extremo contrario me dejó en una buena posición, permitiéndome así salir en carrera en dirección al área, la gente se alteró aún más, los gritos fueron más notorios y hasta podía sentir la propia arenga de mis compañeros. Estaba solo mano a mano con el guardameta, le miré una vez, le miré dos veces y a la tercera elegí el palo al que tirar, dándole fuerte con mi pie derecho, llevando el balón directamente al ángulo apuntado.
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Esperaré Para Amarte (COMPLETA)
Roman d'amourLina y Gael, dos jóvenes con vidas completamente opuestas. Ella, una uruguaya aventurera que se muda de país para comenzar una nueva vida. Él, un chico extrovertido y mujeriego, que por cumplir el sueño de su padre se ve obligado a ser una estrell...