Capítulo 46 - Lina

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𝑰 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒅 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚𝒅𝒂𝒚 𝒘𝒂𝒊𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖
𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈, 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒃𝒆 𝒂𝒇𝒓𝒂𝒊𝒅
𝑰 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒚𝒐𝒖
𝑭𝒐𝒓 𝒂 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒔𝒂𝒏𝒅 𝒚𝒆𝒂𝒓𝒔
𝑰'𝒍𝒍 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒐𝒓 𝒂 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒔𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒐𝒓𝒆

𝑨𝒏𝒅 𝒂𝒍𝒍 𝒂𝒍𝒐𝒏𝒈
𝑰 𝒃𝒆𝒍𝒊𝒆𝒗𝒆𝒅 𝑰 𝒘𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒇𝒊𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖
𝑻𝒊𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒔 𝒃𝒓𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒕𝒐 𝒎𝒆
𝑰 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒐𝒓 𝒂 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒔𝒂𝒏𝒅 𝒚𝒆𝒂𝒓𝒔
𝑰'𝒍𝒍 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒐𝒓 𝒂 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒔𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒐𝒓𝒆.

𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂 𝑷𝒆𝒓𝒓𝒊.

Los primeros rayos de luz se colaron a través de la cortina de la habitación. Aquellos sitios siempre resultaban ser de lo más incómodos para descansar. Desde el sillón duro que había para sentarse, pasando por los incontables ingresos del personal a la habitación, hasta las finas cortinas que no cumplían justamente su función de cubrir la ventana para tener privacidad y evitar molestias del exterior. Pero todo era por ella. Su mejoría era motivación suficiente para aguantar allí las noches que tocaran.

Con papá llevábamos una semana turnándonos por las noches para acompañar a mamá.
El sábado pasado, es decir cinco días atrás, mientras papá y yo esperábamos el horario para la visita de cada día, los médicos salieron antes de tiempo para hablar con nosotros. Mamá había despertado. La emoción se apoderó de nosotros, respirando con alivio después de un mes largo y difícil. Y entonces nos explicaron cómo se procedería desde ese punto.

Que hubiese despertado ya descartaba un montón de posibles secuelas a causa del ACV, pero aún debíamos seguir esperando. A mamá la tendrían ahora en un coma farmacológico, casi igual que como estaba pero con la diferencia de que ya no veían necesaria la máscara de oxígeno y también iban a probar despertarla poco a poco, quitando sedación cada día para mantenerla despierta durante algunos minutos y así ver su reacción con diferentes estímulos. Así que los últimos días los habíamos pasado así, con ella ya fuera de cuidados intensivos, pero en alerta por seguir viendo un progreso en su mejoría. Y eso parecía ir sucediendo poco a poco.

Miré a mamá, que estaba dormida a mi lado, y sonreí. Le había pedido tanto a Dios que le permitiera vivir, que el solo hecho de verla despierta unos minutos cada día se sentía como tocar el cielo con las manos.
En la tarde de ayer, el rato que estuvo sin sedación, había intentado hablarme. Por su mirada intuía que quería hacerlo, que algo buscaba decirme. Pero enseguida el cansancio y los efectos de las drogas la hacían volverse a dormir.

Miré la hora en el reloj y fruncí mi ceño al notar que papá ya estaba pasado de tiempo. Por lo general nunca llegaba fuera de nuestro horario de relevo acordado. No es como si a mí me molestara quedarme unas horas más, pero comenzaba a preocuparme.
Al final esto que había pasado me ayudaba a valorarlo todo muchísimo más. A no dar por sentado nada ni a nadie. Darle un beso a papá antes de que se fuera, o antes de irme, acompañado de un "papá, te quiero" se había vuelto ley.

Me puse de pie y caminé hasta la ventana para visualizar la entrada principal que se veía desde nuestra ubicación. Ni rastro de papá y ya pasaban las 2 de la tarde. Tomé el móvil y marqué su número sin tardar más tiempo, ni siquiera probando con mandarle mensaje. Apenas sabía darle al botón de atender, para redactar un mensaje podía estar horas y no estaba dispuesta a esperar tanto para saber de él.

Esperaré Para Amarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora