⚘݄ : Veintitrés

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La idea de la cita perfecta llegaba constantemente a la mente de Minho. La idea de darle a Chan la mejor de las citas en su aniversario de noviazgo lo mantuvo despierto durante gran parte de la noche, el tiempo suficiente para hornear pastelillos y galletas. 

A través de los años Minho fue adquiriendo destreza al momento de hornear. Años en los que rompió muchos recipientes de su madre y quemó muchos panes más. El horno fue un sobreviviente milagrosamente.

Un picnic parecía ser una gran idea. Chan amaba esas cosas y Minho disfrutaba infinitamente el tiempo a su lado sin importar la actividad que estuvieran realizando o el lugar.

Era sábado y el día jugaba a su favor. Un cielo despejado con un sol brillante, el viento cálido y la naturaleza en verde vivo.

Minho tuvo que cubrir sus ojos con una mano, el sol sin duda brillaba más que de costumbre.

Extendió la manta sobre el césped debajo de un árbol y cercano al lago, había flores alrededor. 

Su celular comenzó a sonar mientras sacaba las cosas de la canasta y las acomodaba en su lugar.

—Hola —respondió dejando su celular situado entre su oreja y su hombro creando presión para que esté no resbalara. 

—Mmm Minho hola ¿Cómo vas? —era Felix. Con el paso de los años su voz iba cambiando, cada vez más grave. 

—Ya casi termino, ¿Chan sigue con ustedes? 

Minho dejó el plato con pastelillos y galletas en medio de la mente, colocó dos flores al lado de este.

—Será mejor que te des prisa, nos estamos acercando.

—Está bien. Gracias, Felix.

El chico colgó luego de unos segundos.

Minho tenía todo controlado, excepto por sus nervios que aparecieron al ver a su par de amigos acercarse con Chan a lo lejos. 

Minho pasó sus manos por encima de su ropa retirando pequeños restos de plantas que se pegaron a su pantalón al colocarse de rodillas en el suelo. 

El tiempo transcurrido en que Minho y Chan cruzaron miradas y el castaño corrio hacia él sonriendo fue bastante corto. Minho no reaccionó hasta que lo tuvo pegado a su cuerpo abrazándolo. Escuchó su risa, sintió su aroma, su calidez y se sintió afortunado de tener algo así de bonito en su vida. 

—Hola —dijo con una sonrisa pasando una mano por la mejilla de Chan quién estaba lo suficientemente fascinado observando la manta con las cosas encima.

Chan no podía sentirse más feliz. Tenía ahí todo lo que le gustaba. Minho y pastelillos.

—Minnie, te tengo algo —dijo alegremente tomando una pequeña caja y un sobre largo de la mochila que llevaba consigo y entregandosela a Minho.

No se había percatado de que Jisung y Felix ya no se encontraban ahí hasta que se giró y solo eran Minho y él. 

Minho le tomó de la mano invitándolo a sentarse con él. Cuando Chan se percató de que los pastelillos eran de frutas sus ojos adquirieron un brillo singular.

—Eres el mejor —el castaño se acercó a Minho rodeándolo con sus brazos. Dejó incontables besos en las mejillas y labios de Minho quien rápidamente sintió el rubor en sus mejillas.

Podían pasar años y Minho aún se sentiría nervioso en cuanto a besos y abrazos se refería.

—Abre tu regalo, amor —Chan le sonrió. Tomó una de las galletas del plato partiendola por la mitad. El relleno de mermelada de piña cayó a los lados. Chan llevó una mitad a su boca y otra a la de Minho mientras esté abría su regalo.

La pequeña caja contenía una pulsera tejida de color negro con un girasol en medio. El gusto de Minho por los girasoles hizo a Chan aprender a tejer pulseras cuando esté imaginó a Minho llevando una.

—Es... —Minho no sabía que decir. No se le ocurría una palabra que describiera lo mucho que le gustaba aquella pulsera que se convirtió en su favorita apenas la vió. —Es perfecta.

La sonrisa de Chan se intensificó. Tomó la mano de Minho entre las suyas acercándola a su pierna dónde la apoyo. Chan comenzó a atar la pulsera a su mano.

—Abre el otro. Confío en que va a gustarte.

Minho sonrió. Algo que Chan adoraba.

El sobre en sus manos contenía una hoja. Al sacarla pudo observar un dibujo de ellos, eran Minho y Chan en un campo de girasoles.

La habilidad de Chan para dibujar había mejorado a través de los años.

—Es hermoso —Minho se acercó tomándolo del rostro y dejó un beso en los labios del castaño quien pareció feliz con ello. 

Unos cuantos pastelillos y galletas más tarde el par de jóvenes se encontraban recostados sobre la manta. Minho acariciaba la cabeza de Chan la cual reposaba sobre su pecho. Los dedos de Minho delinearon los broches de corazón que Chan llevaba en el cabello, esos mismos que le regaló el mes anterior.

Ambos miraban el cielo tratando de encontrarle forma a las nubes.

—Esa se parece un duende sobre un gran trineo ¿Lo ves? Ahí está su gorro y sus orejas —Chan señaló con su dedo.

Chan dejaba su imaginación volar hasta el punto de poder imaginar todo un imperio en una sola nube. Para Minho era más bien una mariposa.

—Claro, lo veo.

—Eres un mentiroso.

Chan suspiró y Minho notó el repentino cambió en su ánimo. Desde la nube número seis Chan de pronto había comenzado a hablar sin emoción. No era propio de él. 

—¿Estás bien, lindo? —Minho deslizo su dedo por la mejilla de Chan. La confianza para llamarlo por diferentes apodos bonitos llegaba a Minho luego de pasar un rato con el muchacho. 

—Sí, todo bien —respondió. Giró su cuerpo para poder ver a Minho, el pelinegro le sonrió. —Quiero que lo que tenemos dure para siempre.

—Lo hará. Estaremos juntos por muchos años. 

—No quiero que solo sea por muchos años —Chan se incorporó sentándose sobre la manta. Minho imitó sus acciones. —Quiero que estemos juntos hasta el fin de nuestros días. No muchos años, sino por siempre.

Minho tomó sus manos entre las suyas y sonrió. 

—Te amo —unas simples palabras con un gran significado. —Y por el resto de mis días voy a amarte.

Chan sonrió ampliamente gustoso de haber escuchado aquello. Minho lo recibió en sus brazos cuando el castaño se abalanzó sobre él tirandolo de espaldas. 

—Es sonó a votos matrimoniales.

—Tal vez en el futuro deberíamos casarnos —dijo Minho con una sonrisa.

—Sí, acepto.

Chan dejó un beso en sus labios. Dulce. Largo. Duradero. 













[⚘݄]

Hola, holaaaa^-^

Por fin he vuelto por acá, ¿Cómo han estado?

Gracias por el gran apoyo que le han dado a esta historia y sus bonitos comentarios<3

Está en su etapa final. No faltan mucho más de 5 capítulos para que termine.

Espero disfrutarán el capítulo tanto como disfruté escribirlo. Les quiero, tomen agüita y cuidense mucho<3

Sweet ❀ MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora