[12, 13]
—¡Minnie, Minnie!
El pequeño de ojitos brillantes y labios manchados de chocolate corrió por todo el salón de clases buscando a su amigo importandole poco que el maestro aún no abandonara el lugar.
Minho se giró a verlo y cuando lo tuvo de frente lo observó detenidamente. Chan se había vuelto aún más tierno con los ligeros cambios en su rostro.
—¿Qué pasa? —cuestionó dándole una mirada tranquila como casi siempre lo hacía—. ¿Por qué entras antes de que se acabe la clase?
—Es aburrido estar sin ti —se quejó abultando sus labios en un puchero.
Minho suspiró. En el cambio de año escolar habían disuelto un grupo que para mala suerte de ambos chicos había sido el suyo dejándolos en diferentes salones y aunque Chan imploró a cada maestro e incluso al director que lo cambiaran nadie había accedido por el momento. Y minho no negaba que en el fondo lo extrañaba pues durante clases no había nadie que le lanzara papelitos solo para preguntarle si estaba cómodo.
Ambos caminaron por los pasillos dirigiéndose a la cafetería. Minho observó a su amigo el cual parecía más feliz y animado que otro días y se preguntó porque, él no recordaba que fuera una fecha importante ese día.
—¿Pasó algo bueno? —preguntó mientras esperaban por su turno en la fila.
—Minnie, tengo ganas de algo —sonrió mirando al pelinegro.
—¿Algo de qué? Hay muchas cosas para elegir.
Minho señaló de forma obvia toda la comida pero Chan negó y con su dedo índice tocó suavemente sus propios labios.
—Quiero que me des un beso.
Minho lo miró, a pesar de su expresión tranquila y de no mostrarse sorprendido, su corazón había dado un brinco tan fuerte que Minho imaginó que podría salirse de su pecho.
Pronto los demás en la fila comenzaron a murmurar, había algunas risitas cómplices y otros los miraban como si lo que Chan dijo fuera lo peor del mundo.
—¿Por qué quieres algo cómo eso? —preguntó tomándolo de la mano haciéndolo moverse con él avanzando en la fila.
Minho había notado conforme pasaban los años que algunos niños e incluso niñas hablaban sobre el comportamiento de Chan y sobre que estaba mal y aunque el mayor no sabía si Chan solo ignoraba aquello o realmente no se daba cuenta no quería que tuviera que escuchar ese tipo de cosas.
—Sana me contó que ella y Yunho se dieron su primer beso la semana pasada, también me dijo que eso lo haces con una persona que quieres mucho para que lo recuerdes toda tu vida —le regaló una sonrisa amplia.
Minho lo observó, en serio aquel niño estaba causándole conflictos internos.
Ambos tomaron su bandeja con comida y se dirigieron hacia la mesa donde sus amigos ya estaban reunidos.
—Minnie ¿si podemos? —volvió a preguntar juntando las palmas de sus manos en señal de súplica.
—¿Qué quieren hacer? —cuestionó Jeongin completamente curioso y apoyándose en la mesa.
—Quiero que Minnie me dé mi primer beso —respondió Chan con una sonrisa amplia y sincera.
—¡Si! —exclamó el más pequeño emocionado—. Hyunjin y yo...
Hyunjin le cubrió la boca inmediatamente y Jeongin se giró a verlo. El mayor estaba completamente rojo de la cara y aunque no dijeron nada sus amigos entendieron todo algo que solo intensificó la impaciencia de Chan.
—¡Minnie, por favor! —lo miró.
—Lo pensaré, Chan —le acarició el cabello—. Aunque no te prometo nada.
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Sweet ❀ Minchan
Fanfic⋆⋅ ❀ ⋅⋆ Donde Minho se irrita fácilmente y tiene desagrado por las cosas dulces, pero Chan es el ser más dulce del mundo. [Editando, corrección de errores]