Sweet ❀ Minchan

⚘݄ : Veinticinco

[ 18 , 18 ]

Contrario a lo que habían imaginado la universidad les estaba arrebatando más tiempo del que imaginaron. Con Minho presentando proyectos y Chan enfrentándose a exámenes los momentos en los que se veían eran pocos.

Había transcurrido una semana desde la última vez que se habían visto frente a frente, después de eso había sido solo por llamadas y mensajes.

—Te extraño, Minnie —se quejo Chan mientras cruzaba la salida de aquel lugar repleto de más estudiantes.

—También te extraño, bonito —el último año Minho había adquirido el valor para llamarlo libremente por apodos lindos que Chan amaba. —Pronto nos veremos, ¿Estás emocionado?

—Mucho —confesó con una sonrisa.

Miró a su lado, sus amigos lo habían alcanzado.

Como se esperaba Chan había logrado hacer amigos, incluso más de lo que imaginó. Era lindo, amable y divertido. Tanto chicos como chicas querían estar cerca suyo y realmente no le molestaba. Le gustaba estar en compañía de otros.

—Te marco más tarde, lindo, tengo que hacer algo antes de salir de clases —dijo Minho del otro lado de la línea.

—Está bien... ¿Minnie?

—Dime, bebé.

Chan esperó unos segundos. Eran dos simples palabras las que quería decirle. Sin embargo, no pudo hacerlo.

—Te quiero.

—Yo a ti, bonito.

Y después de escuchar como Minho le mandaba un beso tuvo que colgar.

—Aún no se cómo lo hacen —escuchó decir a Junho a su lado, así que lo miró.

—¿Hacer qué?

—Me estás diciendo que han sido novios por muchos años y ninguno se ha sentido atraído por nadie más.

—Creo que esas cosas cambian cuando uno entra a la universidad y conoce a más personas —comentó Yoohyeon. —Es lo que le sucedió a Jinah ¿Cierto? —miró a la chica a su lado quien asintió.

—Conoció a otra chica la primer semana y nuestros dos años de relación se fueron al demonio —explicó.

Chan bajó la mirada. Minho y él habían tenido esa conversación unas cuantas veces. Habría personas que quisieran crearle inseguridades, pero antes de creer en algo siempre podía hablarlo con Minho primero. Entonces ¿Por qué comenzaba a sentirse tan inquieto?

—Dejen de fastidiar —Alex, un chico australiano, llegó a su lado separando a aquellos chicos de Chan. —Él y Minho tienen algo especial, estoy seguro de que lo de ellos es para siempre.

Los demás se encogieron de hombros siguiendo su camino frente a ellos.

—No hagas caso a lo que dicen —Alex lo miró y Chan asintió. —Es probable que alguno entre ellos guste de ti y por eso dicen esas cosas, pero tú conoces a Minho más que ellos ¿No es así?

Chan asintió sonriendo sintiéndose mejor en compañía de Alex. Se habían vuelto buenos amigos, habían salido en muchas ocasiones e incluso había conocido a Minho y ambos podrían llamarse amigos también.

—No quisiera alterarte —comenzó a decir Alex. —Pero si miras hacia tu izquierda tal vez te lleves una sorpresa.

Chan miró hacia la dirección que su amigo le indicaba abriendo los ojos con sorpresa y sonriendo ampliamente con emoción.

—¡Minnie!

El ahora rubio comenzó a correr hacia su novio quien abrió los brazos para recibirlo con un abrazo. Algunos miraban la escena con ternura, otros no tanto.