—Oigan faltan muy poquitos días para el cumpleaños de Chan. ¿Qué le podemos dar? —preguntó Jeongin mientras apoyaba sus brazos en la mesa y trazaba líneas sin un orden en su cuaderno.—Pena —respondió Changbin tan naturalmente que los demás se giraron a verlo—. Solo decía —comenzó a reír.
—Bueno, omitamos a Changbin para dar opiniones —propuso Seungmin a lo que todos asintieron en acuerdo con el chico.
—Minho Hyung ¿qué le regalaras tú? —preguntó Jeongin mirándolo desde la otra esquina de la mesa.
—Algún dulce —respondió sin detenerse mucho a pensarlo—. A él le gustan mucho.
—Un dulce no me parece un buen regalo —soltó el menor recibiendo un ligero codazo de parte de su novio—. ¿Qué? —lo miró—. Es decir, Minho Hyung, puedes regalarle un dulce en un día cualquiera, pero en su cumpleaños debe ser algo mucho más especial que eso.
Minho lo miró por unos segundos guardando silencio, todos los demás mirando al pelinegro así como Jeongin esperando algún gesto de parte de él pero nunca llegó. Minho era muy difícil de leer para sus amigos.
—Creo que podemos comprarle una figura de Pokémon —dijo Hyunjin y al todos estar de acuerdo Jeongin lo anotó en la hoja.
Mientras ellos seguían hablando sobre más temas desde el regalo de Chan hasta como Jisung finalmente se había decidido a acercarse a Felix y ahora se encontraba bastante desaparecido esos días pues andaba de un lado al otro siguiente al de cabellos dorados, Minho por su parte parecía tener su mente en otro lugar, él realmente sabia que un dulce no era un regalo para Chan pero encontraba muy vergonzoso decirles lo que realmente le había pasado por la mente.
Chan llegó corriendo junto a sus amigos sosteniendo las correas de su mochila y sonriendo.
—Ya podemos irnos —avisó mirando a sus amigos quienes comenzaban a levantarse de sus asientos tomando sus cosas. Esa tarde irían todos juntos a casa de Changbin a ver películas y probablemente a terminar jugando en el inmenso jardín que tenía.
—¿Todos tienen permiso para quedarse a dormir? —preguntó Changbin mirando a sus amigos quienes asintieron de uno por uno.
—¿Dónde está Jisung? —preguntó Chan mientras por instinto llevaba su mano hacia la de Minho entrelazándola con la suya haciendo que el mayor sintiera un poco de nervios.
—Tiene clases de baile, dijo que vendrá en la noche —explicó Seungmin a lo que Chan asintió y se giró a ver a Minho, pero cuando el mayor le devolvió la mirada se giró una vez más al frente riéndose un poco debido a lo nervioso que estaba.
La mano de Minho era suave y parecía encajar a la medida con la de Chan lo cual hacía bastante feliz a ambos solo que Chan los demostraba abiertamente y Minho se guardaba esa agradable sensación para él mismo.
—Minnie —el más pequeño bajó la velocidad de sus pasos por lo que Minho también lo hizo dejando así que los demás avanzarán un poco—. ¿Quieres un dulce? —el castaño sacó una pequeña cajita color melón en la cual Minho pudo leer "caramelos sabor durazno".
Minho observó como el más chiquito sacaba uno de la caja y lo llevaba a su boca para saborearlo y sonreír en el acto causando que se marcaran esos lindos hoyuelos en sus mejillas. Después Chan acercó la pequeña caja hacia Minho quien negó.
—No me gustan los dulces —o miró y el castaño hizo un ligero puchero.
—¿Ningún tipo de dulces? ¿Por qué? —preguntó mientras llevaba otro a su boca.
—No son lo mío —negó y movió un poco sus dedos solo para sentir como Chan aún apretaba su mano.
—¿Ni los chocolates? —Chan lo miró y Minho negó—. Entonces debería dejar de comer tantos dulces —de pronto, Chan comenzaba a balbucear quizás más para sí mismo pero Minho aún podía escucharlo—. Pues cuando me beses mis labios sabrán a dulce y eso es algo que no te gusta.
El corazón de Minho dio un brinco y sintió unas ganas inmensas de reír, en serio a Chan le preocupaban cosas muy pequeñas. Eso le gustaba demasiado del menor.
Cuando finalmente llegaron a casa de Changbin fueron recibidos por la madre de este quien les ofreció algunos alimentos antes de que subieran. Durante toda la comida Chan no se despegó del lado de Minho, ninguno soltó la mano del otro y quizás a vista de los demás resultaba ya algo incómodo pues tenían que hacer sus actividades con una sola mano, pero para el par era de lo más sencillo cuando ambos disfrutaban de la cercanía en la que se encontraban sus manos.
—¿Los dulces de menta? —cuestionó Chan mientras subían las escaleras y Minho negaba—. Pero no saben a dulce.
—No me gustan —Minho lo miró y Chan sonrió asintiendo. No volvería a insistir, solo evitaría darle cosas dulces a Minho, pues una de sus tantas misiones era que el chico estuviese cómodo a su lado.
La tarde pasó rápido, vieron películas, jugaron, Jisung llegó con ellos trayendo consigo algunas golosinas las cuales compartieron entre todos y finalmente cuando el día terminó cenaron y subieron una vez más a la habitación de Changbin para jugar videojuegos antes de dormir, todos a excepción de Minho y Chan quienes se encontraban en el patio trasero recostados sobre el césped, uno al lado del otro observando las estrellas.
—Channie —Minho giró su cabeza en dirección al castaño quien rápidamente lo miró—. Hay estrellas fugaces, pide un deseo.
Inmediatamente Minho observó al menor cerrar sus ojitos y sonreír. Minho no creía en muchas cosas, no creía en que una estrella cumpliera tu deseo, tampoco creía en los deseos de cumpleaños, pero Chan era ese tipo de niño que alguna vez le había dicho que él cerraba los ojos y deseaba con todas sus fuerzas algo, o que creía que un pequeño trébol le daría suerte. Todo eso le causaba a Minho una extraña ternura a la que aún no estaba acostumbrado.
El castaño giró su cabeza una vez más en dirección a Minho quien tenía los ojos cerrados. Chan sintió sus mejillas comenzar a arder, Minho siempre lucía tranquilo pero muy bonito, era de pocas palabras por lo cual era sumamente difícil que expresara lo que quería pero Chan trataba de entenderlo.
Decir que Minho le gustaba era muy poco, él había tenido una conversación bastante seria con su madre acerca del amor y aunque sabía que aún eran pequeños, Chan estaba seguro de que amaba a Minho y que en algún futuro él era la persona con quien quería casarse.
—¿Pasa al... —Minho había separado sus labios para hablar pero Chan ya se encontraba haciéndolo guardar silencio una vez más con un beso, uno corto y simple, como un pico.
Cuando se separó Minho lo atrajo una vez más hacia él apoyando la cabeza de Chan sobre su pecho, el menor no protestó pues tal acción jugaba a su favor ya que pudo abrazar a Minho y recostar su cabeza sobre este. Chan podía ser a veces tan ingenuo como para no darse cuenta que debajo de él había dejado a un Minho hecho un manojo de nervios el cual estaba completamente rojo de la cara tratando de que el más chico no lo notara.
Chan no tenía ni idea de lo que él también causaba en Minho.
⋆⋅ ❀ ⋅⋆
Holaaa, discúlpenme si me estoy tardando más de lo normal en subir los capítulos, pero me está siendo muy difícil escribirlos:( igual gracias por su paciencia.
Pregunta, ¿les gustan los dulces? ¿Cual es su favorito?
Y por cierto, ¿cómo se le llama al shipp de Felix y Jisung? aún no se como JAJJA
Les quiero, gracias por leer💕
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Sweet ❀ Minchan
Fanfic⋆⋅ ❀ ⋅⋆ Donde Minho se irrita fácilmente y tiene desagrado por las cosas dulces, pero Chan es el ser más dulce del mundo. [Editando, corrección de errores]