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— A veces siento que nosotros somos como el viento que va y no regresa dejando alguna sensación en nuestras vidas. — dijo Midoriya con la voz tranquila y baja mientras sentía la brisa fresca que el lugar le brindaba, meciendo su cabellera verdosa y alborotando a la vez.— Nunca me había sentido tan feliz en años..

Bakugo miraba el mar sin saber que decir pero disfrutando de la buena compañia que le estaba siendo el peliverde.

Izuku respiraba pausadamente mientras tomaba la colilla del cigarrillo que estaba fumando hacía un rato, y la apretaba con sus dedos para luego desecharla. Mantuvo su mirada al frente sin amago de girar su rostro, sentía que si volvía a mirar a aquellos ojos rojos como la sangre, definitivamente, caería como todas las millones de veces anteriores. Estaba tenso y poco a poco intentaba inútilmente recomponerse, no quería estar más incómodo con toda esa situación tan desagradable.

— Mi vuelo saldrá en unas horas.. — no sabía porqué había dicho aquello al rubio, quizá, solo era un pequeño aviso de que pronto ya no volverían a estar juntos.

Katsuki por un momento lo miró serio para luego asentir en acuerdo. Estaba clarísimo que Midoriya se iría y, lamentablemente, él no podría involucrarse más. Al menos, no en ese momento. Tomó sus rodillas y las pegó a su pecho para acostar su cabeza en ellas, y se dispuso a ver el calmo mar en esa fría noche junto al peliverde.

Izuku estaba nervioso y está vez se sentía cada vez más triste. Miraba de reojo a Bakugo, y luego un pequeño suspiro escapaba de su boca. No quería irse ni alejarse de él, no quería acabar con todo, no quería vivir con el desapego emocional que le quedaría en su ausencia.

Él no quería dejar a Kacchan.

Con cierto miedo y hasta pánico extendió uno de sus brazos cuidadosamente, y al ensancharlo lo suficiente, tomó por los hombros a Katsuki y lo pegó a su pecho en un movimiento rápido. Quizás moriría esa noche a manos del rubio, o tal vez, viviría para contar ese maravilloso abrazo. No lo sabía en realidad.

El rubio se quedó por un momento en shock. Sintió el aroma del perfume a romero que tenía, y pegó inconscientemente su cara allí para después apretar fuertemente, con sus manos, la camisa para no soltarlo. Estaba molesto, frustrado, triste y, en un punto de quiebre ya casi inimaginable. Tal vez el amor si era para él pero estaba con la persona equivocada. O podría ser que Izuku si era su gran amor, solo que él se dio cuenta demasiado tarde.

Sin saber qué hacer exactamente, comenzó a llorar. No era un llanto desesperado ni agonizante, apenas pequeños espasmos y la respiración entrecortada. Era silenciosa la caída de aquellas lágrimas saladas y entristecidas. Odiaba sentirse así de vulnerable al respecto, pero él no quería solo sexo y una borrachera encima para estar con Izuku. No necesitaba estar inconsciente para poder tener un beso o una caricia de su parte. Él quería sentirlo vivo, a piel y huesos. Con todo su ser, con toda su alma.

Bakugo sólo quería quedarse ahí con Deku.

— Ven conmigo, Kacchan.. — se escuchó esa voz tan grave pero a la vez tan dulce y melódica de su acompañante. ¿Por qué Izuku era tan lindo, bueno, gentil.. tan perfecto?

El silencio se hizo presente un momento. Un par de segundos pasaron a la hora de la brisa nocturna. Se escuchaba apenas el constante choque de olas y una que otras voces a lo lejos. Por un momento Midoriya temió y apretó inconscientemente al blondo en sus brazos. Tenía miedo, mucho miedo.

— No creo que sea lo correcto.. — respondió Bakugo en un susurro ahogado debido al reciente sollozo que había soltado.

— Lo es.. Quizás, no es la mejor decisión.. pero, yo Kacchan.. yo.. — miró hacia abajo para encontrarse con aquella mirada rojiza llena de fiereza pero que en estos momentos estaba tan opaca y vacía. Sus ojos hinchados e irritados por desbordar lágrimas. Izuku había fallado miserablemente en querer cuidar a su amor más grande. Lo sabía. — Kacchan.. yo no puedo estar sin ti.. no quiero.. me niego.. — decía con la voz ahogada, quizás entrando en desesperación por querer hacer entrar en razón al rubio y aceptara de una puñetera vez.

Bakugo volvió a bajar la mirada y recostarse nuevamente en el pecho del pecoso, y soltó una gran bocanada de aire. Estaba un poco más rígido que antes y sus puños estaban siendo levemente apretados. — No pertenezco a tu mundo, Deku. — soltó sin más mientras sentía sus ojos arder.

— Entonces, a p-partir de hoy serás partícipe.. — dijo un poco molesto y nervioso. No quería recibir unas cachetadas o golpes a esa hora pero, tampoco les vendrían mal unas cuantas.

— No iré a ningún lado, idiota. — volvió a responder el rubio un poco más alto.

Midoriya estaba a punto de tomarlo por los brazos y llevárselo a su auto para tomarlo consigo. Iba a cometer un crimen de robo. Iba a agarrar a Bakugo y lo iba a secuestrar, sin permisión ajena claramente. O SEA, UN ROBO. Pero se calmó. Se mantuvo sereno, respiró unas cuantas veces y decidió seguir abrazando a su pomerania rabioso, que lamentablemente, extrañaba.

— Deku.. Oi, imbecil..

El pecoso se mantuvo divagando en como secuestrar a Bakugo sin que la policía sospechara pero luego descartó la idea. ¡Tenía que ver en que maleta podía entrar! O, ¿es que acaso se puede llevar personas en maletas? Suponía que no.. Pero un pellizco en su brazo junto a una mordida, para nada delicada, lo sacaron de su trance mientras pegaba un chillido.

— ¿Q-Qué sucede, Kacchan? — preguntó extrañado mientras veía como Bakugo se acomodaba bien confortable en su pecho, y eso lo hizo reír con ternura. Amaba demasiado a ese hombre.

— Quédate a vivir conmigo. Aquí, en mi casa. — le propuso con una mirada suplicante aunque su cara estaba totalmente neutral y quizás, hasta molesta.

— Kacchan... n-no creo que.. — no pudo terminar de hablar cuando sintió aquellos labios posarse en los suyos y regalarle unos minutos de caricias. Midoriya no pudo rechazarlo, y con cautela también agarró parte de su cara y nuca para profundizar el contacto. Estaban tan necesitados de ellos mismo y ni se daban cuenta, pero quizás esta vez las cosas sí saldrían mejor que antes. Quizás si podrían quedarse juntos.















Tengo el final de esta historia en la cabeza y aún no la he podido materializar. Pido perdón, me merezco sus mejores insultos.

[BORRACHERA. | BAKUDEKU / ♧ BNHA ♧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora