Capítulo 2.

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Si bien el primer encuentro que tuvieron fue con la pequeña participación de dos Alters más, y Valentina creyó que tendría más interacción con estos, se equivocó.

Valentina estaba llegando a la conclusión de que Juliana y sus Alters podían hacer una vida normal, sin mayores problemas, (y lo que era más aterrador) sin que nadie se diera cuenta de la diferencia de personalidades.

Y esa era una conclusión muy aburrida para su trabajo, y cada vez que lo recordaba se ponía de mal humor.

Ella (y su profesor, él señor Harrison, quien le había dado la idea de tratar el TID y vivir con Juliana), querían un trabajo interesante, que mostrara los conflictos de cada una de las personalidades, los problemas que tenían para mantener una vida... Valentina quería ver cosas malas, pero no estaba encontrando nada.

La mayor parte del tiempo era Juliana, siendo una chica algo callada, tímida y bastante torpe, pero muy adorable.

Pero Valentina estaba segura de que había momentos, en los que no se daba cuenta, que era otra personalidad tomando el control.

Era de vez en cuando que alguna otra personalidad intervenía, con algún comentario o a veces ni siquiera eso, sino acciones que pasaban desapercibidas.

Por ejemplo, durante las mañanas, su compañera de cuarto se hacía un café puro, sin azúcar y muy oscuro, para tomarlo en silencio mientras usaba su celular.

Creía que era Juliana porque no demostraba ninguna diferencia.

—Agh esto es un asco —dijo la pelinegra con una mueca de puro disgusto luego de dar un sorbo, ya había ingerido más de la mitad de la taza, fue directo a tirar el café al lavamanos de la cocina.

—Lo tomas todos los días, ¿Qué pasó esta vez?

—Yo no lo tomo, es J. a la que le gusta, el café puro es horrible y fuerte —abrió la heladera, para sacar una caja de cartón de leche de fresa para sacarse el sabor.

Valentina rio un poco.

—¿Y te lo dejó a ti para que lo tomes? Qué mala.

—No, a veces no controlamos los cambios —se encogió de hombros—. Iré a la pastelería a comprar unos cupcakes, ¿Quieres algo?

—Mmm... No sé qué tengan, nunca fui, ¿Te acompaño?

—Claro —dijo y sonrió mínimamente, luciendo adorable, sus mejillas estaban algo rojas.

Abrigadas perfectamente para el frío de comienzos de otoño, salieron del terreno de la universidad para ir hacia la pastelería a un par de minutos de allí.

—Y Juls... Cuéntame algo de ti —la pelinegra estaba sorprendida por el apodo—¿Qué música te gusta?

—Pues... Escucho mucho de pop en inglés, aunque últimamente me están gustando las baladas o la música más alternativa, ¿A ti, Valentina?

—Escucho mucho kpop, también disfruto mucho de las bandas instrumentales, son muy relajantes.

—Oh cuando era más joven fui parte de una de esas bandas —dijo—. Bueno, no yo, era alguien más, yo... Yo no recuerdo nada, pero si he visto fotos y me han dicho que lo he hecho.

Valentina rio un poco, Juliana se había puesto algo nerviosa y se notaba en la forma rápida de hablar.

—Hey, está bien, ¿Qué tocabas?

—El chelo —respondió—. Yo no sé tocarlo, pero no es muy difícil, además es muy lindo porque es muy grande.

"Te gusta tocar lo grande" dijo J. y escucho la risita de Juls en su cabeza.

The Alters |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora