Capítulo 3

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"¡Hola! " gritó Alba. El temblor había hecho descender el techo un poco más, pero estaba agachada y a salvo en el punto más bajo de la librería. Treinta segundos antes y habría sido aplastada entre la pared y el techo, el cual escuchó colapsar en la sala detrás de ella. La decisión de avanzar hacia la entrada de la planta baja había sido la correcta. 

 Desesperada por encontrar el origen de la voz que había escuchado, gritó en la oscuridad "¿Dónde estás?¿Estás herida?" Al no escuchar nada, temió lo peor para la mujer que había gritado. Si la mujer estaba en lo alto, pudo haber sido aplastada cuando el techo cayó momentos antes "¡Habla conmigo! ¿Dónde estás?" Todavía sin respuesta. Alba comprendió el peligro que corría. El siguiente temblor podría terminar de tumbar el techo, sellándola en el subterráneo sin esperanza de rescate. Pero no podía seguir adelante sabiendo que había alguien atrapado aquí, alguien que probablemente no tenía ninguna posibilidad en absoluto sin su ayuda. 

Su mente se recompuso, empezó a trepar hacia la dirección del sonido de la voz. La librería era más grande que Sycamore y Foot Locker juntos y varios estantes estaban alineados, aferrados firmemente a sus soportes en lugar de caer al punto más bajo de la grieta. La única opción de Alba era recorrer lentamente a través de los escombros, cuidando de no poner su peso en cualquier lugar que pudiese causar que las estructuras se movieran. Equilibrándose como pudo, buscó a tientas en la oscuridad la sensación de piel o ropa que pudiesen pertenecer a quien había llamado. Después de revisar la habitación por lo que pareció ser una hora, pensó en una sola posibilidad y no era buena. En la parte superior por donde el suelo había caído, a lo largo de la pared trasera de la tienda, había una cornisa de unos seis metros de ancho, similar a donde había estado en el vestidor. El techo también se había caído en ese lado, pero no del todo. Lo mejor que pudo pensar fue que habían algunos lugares que tenían por lo menos dos pies de espacio, suficiente para albergar a una persona que estaba atrapada. Pero si la mujer había estado en uno de los lugares más bajos durante la réplica, no había garantía de que hubiese sobrevivido. 

Alba reforzó su resolución y se irguió. El lado más cercano a Foot Locker era donde el techo estaba más bajo y estiró su brazo en el espacio y lo hizo girar de lado a lado "¿Puedes oírme? ¿Estás ahí?" Después de varios minutos de arrastrarse boca abajo en la cornisa, su mano rozó una cabeza llena de cabello grueso, después un rostro cálido. Fue inundada de alivio y euforia cuando finalmente encontró a la persona "Aquí estás. Pensaste que te podías ocultar ¿verdad?" Se movió hasta el espacio al lado de la mujer, que estaba recostada sobre su espalda. Mientras sus dedos recorrieron los alrededores, dedujo que la mujer estaba atrapada por una estantería caída que parecía estar pegada a la pared mediante un único tornillo en su base. El estante superior yacía sobre su pecho y la otra en su cadera. 

Alba encontró un fuerte pulso de la carótida y acarició suavemente la mejilla de la mujer hasta que sintió que se movía. Otro temblor comenzó a sacudir el recinto, lo que llevó a Alba a inclinarse hacia adelante por instinto para proteger a su compañera de cautiverio de la caída de los escombros. Tan grande era la tranquilidad de saber que ya no era la única, que nunca pensó en la cantidad de tiempo y energía que se necesitaría para liberar a la pobre mujer. 





Los ojos de Natalia se abrieron, pero en la oscuridad, no podía ver quién estaba tocando su rostro. Sin embargo, se sintió aliviada por la presencia de la otra persona "Gracias a Dios" murmuró sacudiendo la cabeza lentamente de lado a lado "Yo estaba...la estantería está..." "Sí, puedo sentirlo a través de tu pecho ¿Puedes moverte?" la voz era la de una mujer, una mujer joven a juzgar por el timbre de voz. "Duele. Mi pierna...todo el peso del estante está sobre ella. Cada vez que trato de empujarlo hacia arriba de mi pecho, presiona más duro en mi rodilla" dijo ella. Tomando una respiración profunda, continuó "El último temblor hizo más daño. Creo que algo cayó sobre él" "Eso es porque está girando sobre un perno al que todavía está unido" la mujer golpeó con los nudillos en el techo "Está muy bajo aquí" 

Shaken- AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora