Parte 2 Capítulo 11

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Natalia se estremeció cuando el médico colocó de manera eficiente otra puntada. No era el dolor...su mano derecha estaba impregnada con un anestésico local...pero la vista de la herida abierta le ponía nerviosa. Más de cinco centímetros de largo, la herida había dividido la parte carnosa de la palma de su mano debajo del pulgar. Ahora iban 21 puntos, sin incluir las suturas absorbibles que habían utilizado en el interior para volver a conectar el tejido cerca del hueso. Los cortes por vidrio eran particularmente desagradables, había dicho el doctor, dejando puntos irregulares en la piel que eran tediosos de cerrar.

Su mano había palpitado todo el camino hasta el centro médico de UCLA, más aún cuando la utilizaba para el cambio de velocidad en su Z8. Estaba segura que también palpitaría mañana y probablemente varios días después. La toalla color escarlata había llamado la atención rápidamente cuando entró en la sala de urgencias, donde una enfermera inmediatamente aplicó presión en la herida para detener el sangrado profuso.

Esa enfermera apareció nuevamente con vendas mientras el doctor terminaba. Alta y desgarbada, con el cabello canoso, hizo que Natalia recordara a Susana, que trabajaba como enfermera de urgencias en el St. George "Sra Lacunza ¿estás segura que no hay alguien que pudiésemos llamar para que venga a recogerla?"

"No, puedo conducir, gracias" Natalia no tenía más remedio que conducir. No podía llamar a Alba y tampoco podía llamar a alguien más. En lo que a ella se refería, mientras menos personas supieran acerca de esta noche, mejor.

El médico tomó la palabra "Si no hay nadie a quien llamar, voy a recomendarle que descanse aquí un par de horas. Su presión arterial bajo un poco por la pérdida de sangre, así que no creo que sea prudente que conduzca por el momento" 

"Lo que usted considere" murmuró Natalia. Odiaba no tener opciones."Sólo por un par de horas" le aseguró él. Antes de irse, le recetó un analgésico, pero le advirtió que esperara llegar a su casa antes de tomarlo. 

Natalia se sentó sola en la habitación con cortinas, sin poder creer que las cosas hubiesen ido tan mal. Qué miseria podía sentir Alba para tener toda esa ira y esa necesidad de escapar. Natalia se estaba quedando sin ideas sobre cómo podría arreglarlo.

"Necesito vendar eso" dijo la enfermera, tomando asiento frente a ella. Natalia le tendió la mano."Ha tenido suerte esta vez ¿sabe?" dijo la enfermera. Su tono era amable, no acusatorio."¿Cómo dice?"

"Tiene algunos puntos de sutura en su mano ¿Qué va a ser la próxima vez? ¿Dientes rotos? ¿Un bazo roto?" Natalia estaba genuinamente confundida "¿De qué demonios está hablando?"

"Sra. Lacunza, no estoy tratando de inmiscuirme. Sé que a las personas les gusta mantener cosas como esta en privado. Pero vemos esto todo el tiempo por aquí, la mujer viene aquí después de pelear con sus novios y maridos" envolvió la venda como un ocho alrededor del pulgar y la muñeca de Natalia"Si eso es lo que está pasando aquí, debe saber que hay ayuda disponible"

 "No es lo que está pasando" le horrorizaba que la gente pudiese pensar algo así.La enfermera suspiró y asintió con la cabeza, como si estuviese acostumbrada a la negación "Mire, puedo oler el alcohol en su ropa, pero no parece que usted esté borracha. Imagino que hay un bebedor en la casa y usted es el saco de boxeo" 

"No, no soy un saco de boxeo. Estábamos teniendo un...desacuerdo y me tropecé con el perro" reconoció la mirada escéptica de la enfermera. Era importante defender a Alba "En serio. No fue una pelea. Más bien una guerra...de quien se quedaría con la botella de vodka" admitió ella "Ella..." Natalia se contuvo preguntándose qué tanto podía contar "...ella nunca me habría hecho daño"

Si la enfermera se sorprendió porque la otra parte era una mujer, no lo demostró "¿Está realmente segura de eso? Estas cosas tienden a escalar" 

"Sí, por supuesto" las cosas ya se habían intensificado, pensó Natalia, pero lo que había sucedido había sido un accidente. Alba ya se sentía mal por ello, tal vez lo suficiente para convencerla de una vez por todas de que no debía beber más "Ella ha estado bajo mucha presión últimamente"

Shaken- AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora