Parte 2 Capítulo 10

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Alba miró su reloj y notó que eran casi las nueve. Natalia todavía estaba en pijama cerca de la piscina, comiendo un buen desayuno mientras leía el periódico. Eso era normal para un domingo, pero no para un sábado."Si estás preocupada de que necesite ir a algún lugar mientras estás en el trabajo, no lo haré. Tengo cosas que leer" dijo Alba mientras volvía a llenar las tazas de café. Apenas habían hablado desde que había sido arrestada, pero Natalia ya no parecía estar enfadada."Pensé en quedarme hoy en casa""Está bien. Pero si lo estás haciendo en caso que necesite algo, no es necesario" Natalia bajó el periódico y se inclinó sobre la mesa para tomar su mano "Estoy preocupada por ti. Sé que este ha sido un tiempo horrible y yo no he sido exactamente de gran apoyo" "Eso es ridículo. Has sido perfecta" era irónico cómo las palabras de Natalia que estaban destinadas para calmar, en vez de eso cargaba tal mordacidad.

En el tope de la miseria Alba  ya sentía que perdía el control, Natalia estaba sumando a su culpabilidad al tomar parte de la culpa ella misma "Yo...yo no sé qué me ha poseído. Nunca había sido así" brevemente, consideró contarle a Natalia sobre su encuentro humillante con Beverly, pero sabía que sonaría como si estuviese haciendo una excusa para beber y conducir."Cariño, perdiste a tu madre" dijo Natalia en voz baja "Y no ha ayudado en nada que yo haya estado fuera tanto tiempo. Sé que si yo estuviese en tu lugar, no querría que me dejaran sola todo el tiempo o preguntándome cuan tarde llegarías a casa cada noche" se puso de pie y rodeó la mesa, con sus brazos rodeó a Alba haciendo que apoyara la cabeza contra su estómago "Voy a tratar de esforzarme para no trabajar tanto. Ya he llamado esta mañana y le he ofrecido a Brad y a Hill incentivos adicionales para que trabajen los fines de semana, así que no tendré que hacerlo. Superaremos esto, bebé" Alba pensó que iba a llorar "Lamento haber sido un dolor en el culo""Te amo tanto. Pero tienes que prometerme...""Cualquier cosa, Natalia""Necesito saber que hablarás conmigo cuando las cosas te estén molestando...que no vas a dejar que estos muros crezcan entre nosotras" "Lo haré" "Es sólo que no quiero que pienses que estoy haciendo excusas. Esto fue mi culpa""No importa, Alba. Tienes que dejarme entrar y nunca tengas miedo de decirme lo que necesitas de mí" Alba asintió, aferrándose a los brazos de Natalia como si fuesen un salvavidas. 



Alba sabía que había sido muy afortunada de haber aterrizado en la corte del Juez Anston, quien recordó su reciente pérdida. Laura le había representado en la lectura de cargos, donde no refutó los cargos a cambio de 40 días de suspensión de sus privilegios para conducir. Ya que era su primera ofensa, fue capaz de negociar una excepción donde podría conducir en cualquier actividad relacionada con su trabajo, así que sólo su casa, las actividades sociales y recreativas se verían afectadas.Se movió en la silla para meter una pierna debajo de ella. Eran casi las diez de la noche del martes y allí estaba ella, preparando un caso en la oficina de Natalia en el concesionario de BMW, mientras que Natalia metódicamente procesaba el trabajo en su bandeja de entrada. Ares estaba debajo de la mesa, profundamente dormido. Alba no había querido quedarse sola en casa. Algo en su interior estaba desarticulado y se intensificaba cuando estaba sola. 

Alba miró alrededor de la oficina. Fiel a su palabra, Natalia había sacado el escritorio color cerezo de su padre, así como esos horribles sillones verdes, sustituyéndolo todo con un motivo escandinavo. Sus numerosos premios y placas de BMW y la comunidad empresarial colgaban ocultos detrás de la puerta, que estaba cerrada para evitar que Ares vagara por los alrededores. Él había desarrollado recientemente un hábito muy malo en cuanto a los suelos de baldosas. Y todavía no se había aclimatado a la nueva puerta para perros en casa.Además de los numerosos modelos de automóviles que salpicaban la sala, dos fotografías enmarcadas eran el único toque personal. Una era de Izan los seis meses, posando sonriente en su desgastado BMW para niños. La otra era de Natalia junto a Alba, tomada en las cataratas de Yosemite. Alba también tenía esa foto en su escritorio.Tiempos felices. 

Shaken- AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora