INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 66

Jungkook despertó de golpe. Al girarse no había nadie, no estaba Taehyung, no estaba Jumin y tampoco estaban en su hogar, sino... en la casa que había guardado tantos recuerdos dolorosos. La casa dónde él vivía con Jimin.

Apresurado se levantó queriendo escapar de aquel lugar pero fue ahí cuando cayó debido a que su pie estaba amarrado a la cama. Su corazón comenzó a agitarse, el miedo lo invadió y fue aún más al escuchar aquellos pasos llegar hasta la habitación. Comenzó a temblar y a llorar de la desesperación de no poder quitarse aquella cuerda del tobillo, él... estaba llegando, debía irse.

Sentía el dolor en su tobillo al no poder soltarse hasta que los pasos se detuvieron.

— ¿Qué tratas de hacer, mi amor? Acaso... ¿Quieres dejarme sólo? ¿No soy suficiente para ti?

El rubio de nuevo siguió intentando soltarse hasta que finalmente pudo. En ese instante ni siquiera lo pensó y corrió a la salida pero aquel alfa le había obstruido el paso.

— No seas un mal omega, ¿acaso no quieres hacerme feliz? — preguntó Park acercándose a él hasta tomar su cabello.

— S-suéltame — pidió con total terror — ya no me hagas más daño... — sollozó.

Soltó un fuerte gemido de dolor debido a lo fuerte que aquel alfa lo tomaba del cabello, ahí estaba, de nuevo aquel terror que lo hacía ser más sumiso que nunca. Al intentar soltarse empujó al adverso intentando escapar pero fue inútil.

— Parece que no has aprendido la lección... — masculló — jamás... debes... faltarle el respeto.... ¡A TU ALFA! — y sin más qué decir, un golpe chocó contra el rostro del omega.

____

Jungkook despertó de golpe, de nuevo sintió aquel mareo y las fuertes ganas de vomitar. Se levantó de inmediato y corrió hasta el baño en dónde finalmente pudo sacar todo aquello. Estaba temblando y llorando, todo había sido una pesadilla, unas horrenda pesadilla.

— ¿Mami?

El omega limpió rápidamente su boca con un poco de papel higiénico al igual que tiró de la cadena. Desvió su mirada hasta el pequeño que lo veía desde el marco de la puerta y fue ahí cuando sonrió.

— ¿Qué haces despierto tan temprano? Deberías volver a la cama, cariño — musitó acariciando el rostro de su pequeño.

— Tengo miedo... — susurró sintiendo sus ojos llenarse un poco de lágrimas — y te escuché aquí, ¿estas bien?

Jungkook sonrió de nuevo se acercó a él para así abrazarlo y decirle que todo estaba bien. Jumin siempre aparecía en esos momentos, era cómo si él también pudiera sentir una gran conexión con sus padres e ir cuando ellos estaban mal a pesar de que éstos dijeran que no.

— Tranquilo, no hay por qué tener miedo, estoy aquí — sonrió.

— Y-yo... también estoy aquí, no tengas miedo, Mami — musitó haciendo que Jungkook borrara un poco su sonrisa. Jumin en realidad era un niño sorprendente.

— Lo sé, mi amor, sé que estás siempre aquí — dejó un pequeño beso sobre la frente del pequeño — anda, ve a dormir con papá, yo iré después, ¿de acuerdo? Ni siquiera son las 6 de la mañana — musitó viendo el reloj en la pared.

Jumin hizo un leve puchero y asintió, se sentó en aquella cama y sólo observó cómo su madre comenzaba a arreglarse, ¿iba a salir?, fue ahí cuando de nuevo se acercó a él pidiéndole ir también, quería proteger a Jungkook y sabía que él no estaba tan bien.

— Cariño, volveré pronto, ¿si? Sólo iré a...

— No — sollozó — quiero ir contigo — pidió aferrándose a su cintura.

El omega sólo suspiró y asintió. Comenzó a vestir al pequeño y después de unos minutos, salió, era sábado así que Taehyung debía descansar, había sido un día muy pesado el de ayer.
Ambos salieron tomados de las manos para luego subir a su auto, Jungkook seguía sintiendo un poco de miedo ante la pesadilla que había tenido, era cómo... si él quisiera contactarlo mediante el lazo que aún tenían, pero, ¿por qué? No entendía nada.

Al llegar al supermercado bajó junto a su hijo para así comenzar a hacer las compras, al menos eso lo hacía sentir más tranquilo. Iba tras su pequeño quien llevaba aquella carreta.

— ¿Joven Jungkook?

Desvió la mirada hasta dónde aquella voz provenía y sonrió al ver que era el policía que lo había entrevistado hace mucho tiempo.

— Me alegra verlo una vez más, ¿todo se encuentra bien? — preguntó Yoongi mientras sostenía la pequeña canasta con unas cuantas cosas.

— Oficial Min, es un gusto volver a verlo — sonrió — hemos estado muy bien, yo... ya logré sanar un poco todo lo que tenía. E inclusive adopté a un niño junto a mi alfa — desvió la mirada hasta el pequeño que se encontraba escogiendo cual sopa quería llevarse.

— Guau, eso es genial, me alegra verlo bien de nuevo, siga así, no se deje guiar por ningún alfa — aconsejó — y sea muy fuerte — sonrió.

— Muchas gracias, eres muy lindo — halagó Jeon notando las rojas mejillas del omega adverso.

Yoongi no podía dejar de pensar que Jungkook era un omega completamente de su tipo y que le dijera aquello era algo que lo hizo sonreír por un largo rato.

— Oh, debo irme — avisó el susodicho — pero, ya que la última vez no pude... ¿podría darme su número? Me gustaría tener una amistad con usted — sonrió tímido.

Jungkook asintió y extendió su mano pidiendo el teléfono adverso para luego guardar aquello en éste. Lo observó hasta que se perdió de vista y fue ahí cuando escuchó a su pequeño hablar de nuevo.

— ¿Quién era ese señor, Mami? ¿Te estaba molestando? Porque se las verá conmigo si es así — habló con él entrecejo fruncido mientras tomaba una botella de catsup cómo su "arma".

Jungkook no pudo evitar reír ante el comportamiento de su pequeño, lo tomó en brazos y ahí besó todo su rostro hasta escuchar cómo éste se quejaba por aquello. Podía notar en él que... probablemente sería un gran alfa o un omega bastante dominante.

— Vamos, sigamos con las compras — habló el rubio dejándolo en el suelo para así seguir su recorrido por el supermercado.

Por otro lado, Yoongi se adentraba al auto dejando las bolsas en el asiento trasero. Sería un largo viaje y aún no salían por completo de la ciudad así que, era bueno tener algo para el camino.

Bajó la mirada hasta su teléfono y ahí observó el número telefónico de aquel omega, que... aunque ahora él también tenia a su alfa, no iba a mentir que ese chico le parecía muy atractivo y qué mejor que ser su amigo.