CAPÍTULO 96

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Al llegar al hospital Taehyung quiso entrar a la sala pero fue retenido por los guardias. Observaba por la ventanilla que los médicos habían comenzado a tratar de salvar la vida de Jungkook y del bebé en su vientre. Pedía a gritos que lo dejaran estar con su omega pero sólo fue llevado a la fuerza a la sala de espera en dónde sólo comenzó a desesperarse.

Minutos después llegaron sus suegros junto con Yoongi, pero, él sólo quería ver a su omega y tenerlo en brazos. Había roto su promesa... no había podido protegerlo.

Por otro lado, Jungkook seguía sin reaccionar, era algo bastante preocupante para los médicos además de que debían sacar inmediatamente al bebé y fue ahí cuando se dieron cuenta que la sangre no solamente provenía de su herida, sino también de su parte íntima.

Uno de los médicos maldijo en un tono bajo, lo más probable es que incluso momentos antes había tenido un aborto por los golpes que había recibido.

Doctor, no creo que se salven ambos.

— Hagan lo posible, no podemos perderlos — ordenó.

— Doctor... la vida del omega corre riesgo, de ser así... sólo uno de ellos debe vivir. Y su alfa no está en condición para elegir...

— Entonces... debemos salvar a...

Jungkook podía escuchar con eco lo que pasaba a su alrededor. Sólo veía oscuridad, pero, había un llanto que se escuchaba tan fuerte y podía reconocerlos, era Taehyung.

No podía moverse, el mundo pareció ensordecer y el frío lo invadió. No podía sentir nada más que tristeza. Se sentía tan sólo, necesitaba a su alfa cerca pero, hubo un momento en el que ya no pudo escucharlo y mucho menos sentir el lazo que tenía con él.

Y fue ahí cuando la oscuridad fue consumiéndolo hasta que no pudo tener más consciencia. El dolor desapareció, su lobo desapareció, y su bebé... también desapareció. 









5 AÑOS DESPUÉS






Las olas de mar creaban esa sensación de tranquilidad, la brisa era tan suave. La arena en sus pies era cálida. Taehyung sintió aquella correa entre sus manos ser jalada por el pequeño pomerania que curioso se acercaba a una pequeña conchita que en su interior tenía un pequeño cangrejo.

El alfa rió y se puso de cuclillas observando aquel pequeño animalito hasta que llamaron a su nombre.

Se puso de pie nuevamente y sin esperar tanto se giró teniendo una hermosa sonrisa en su rostro al ver quien corría hasta él, bueno, mejor dicho, a su perro.

— ¡Tannie! — llamó el susodicho para luego abrazar al pequeño peludo.

— Papá, quiero helado.

— Hm, ¿mi pequeña Heejin se a estado portando bien? — preguntó llevando su mirada hasta su hija la cual asintió con una sonrisa — Bien, entonces iremos por... — se detuvo al llevar su mirada al frente y poco a poco sintiendo sus mejillas teñirse de un tono carmesí.

— ¿Te gusta? Aunque... me siento algo incómodo — rió — al menos mi vientre ya está marcado cómo antes.

Taehyung sonrió coqueto y asintió. Caminó hasta él poniendo sus manos sobre la cintura de éste y sin esperar tanto unió sus labios en un tierno beso. Jungkook levantó sus brazos y rodeó el cuello de su alfa correspondiendo dulcemente. Las caricias del adverso eran tan suaves que en ambos provocaban pequeñas corrientes eléctricas. Sus corazones latían cómo si fuera su primer beso, y sus lobos estaban más enamorados que nunca.

INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora