INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 75

Jungkook suspiró viendo el auto alejarse cada vez más hasta perderlo de vista, fue ahí cuando volvió al hospital, específicamente a su oficina. Observó la receta por unos segundos no logrando leer del todo bien, se apoyó en su escritorio llevando una mano hasta su cabeza pues se estaba mareando mucho en ese instante y fue ahí cuando no pudo aguantar y por suerte, cayó en su silla sintiendo que todo estaba dando vueltas.

Comenzó a respirar de forma agitada mientras mantenía sus ojos cerrados, pasaron 5 minutos hasta que por fin pudo sentirse mejor que momentos atrás.

En cuanto pudo ponerse de pie fue directo a la farmacia para pedir las medicinas en aquella receta además de las que él había apuntado para que Yoongi no se descuidara en los primeros días de su embarazo pues eso también le podría traer grabes consecuencias.

Por otro lado, el susodicho se encontraba llegando a su casa, Taehyung lo ayudó a entrar al menos hasta su pórtico pues seguía estando débil. Fue ahí cuando la abuela de éste agradeció a Kim para luego sólo despedirse, éste hizo una pequeña reverencia y se despidió. El rubio lo observó por unos momentos notando cómo éste llamaba de forma muy preocupada a su omega preguntándole si todo estaba bien para luego ir de nuevo por él.

Min sintió sus ojos llenarse de lágrimas y sólo desvió la mirada para así dirigirse hasta su habitación. Seguía preguntándose por qué ningún alfa cómo Kim se había interesado en él, interesado en hacerle bien y cuidarlo, mientras que la dura realidad es que, todos habían sido lo contrario. Se tiró en su cama comenzando a llorar mucho más colocándose en posición fetal apretando la almohada que tenía entre sus brazos.

No quería a ese futuro bebé, no quería nada que le recordara a ese idiota e incluso, días antes había jurado destruir todo lo que le recordara a él. Odiaba pensar incluso en su simple existencia.

— Yoongi... cariño, ¿Estás bien? — habló aquella anciana tocando la puerta.

— Q-quiero estar sólo ahora, abuela... — sollozó.

— Sólo quiero saber qué te dijeron en el hospital, mi amor, sabes que puedes confiar en mi.

— Por favor... no quiero estar con nadie ahora — respondió de la misma manera.

Aquella mujer bastante preocupada solamente suspiró y se fue a la sala de nuevo pensando en qué podría tener su pequeño, pero sus dudas fueron respondidas tan sólo minutos después cuando un mensajero le llevó las medicinas a su nieto. Y gracias a lo que decía la receta, supo al fin por qué el susodicho estaba de esa forma. Su pecho dolió y no pudo evitar llorar, no quería que su pequeño siguiera sintiendo tanto dolor desde que... nació, pero fue imposible, había tenido una vida de mierda con la que se hacía llamar su madre y ahora esto... no tenía palabras para explicarse. Todos estaban sufriendo aquello, pero el único que aún no se debía enterar era el padre.

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Taehyung al llegar al hospital de nuevo se dirigió hasta su omega logrando guiarse por su aroma, lo encontró justo guardando sus cosas pues su turno también había terminado ya. Sin pensarlo más se acercó para así abrazarlo y sentir su pequeño cuerpo acurrucándose en su pecho.

— Me preocupé mucho... yo también lo sentí — susurró acariciando la espalda baja del menor — esto ya no es normal, Jungkookie, sólo están yendo más fuerte cada vez y...

— Descuida, estoy bien — sonrió separándose un poco para así acariciar el rostro de su alfa. — Mañana me haré unos exámenes, ¿de acuerdo?, estaré bien, no debe ser nada malo.

— ¿Será aquí? Puedo acompañarte, quiero saber que estas bien — habló preocupado.

El omega siguió sonriendo para luego sólo ponerse de puntillas y así unir sus labios en un tierno beso en dónde el castaño llevó su mano hasta la mejilla de éste y la otra en su cintura para así acercarlo un poco más. Al pasar unos cuantos segundos se separaron viéndose directamente a los ojos.

— Lo sabrás, ahora puedes sentir lo mismo que yo así que... sabrás que estoy bien — musitó — ahora vamos a casa, nuestro pequeño nos espera — sonrió una vez más para luego salir tomados de la mano hasta el auto.

— ¿Vamos a cenar hoy con tus padres?— preguntó Taehyung mientras abrochado su cinturón.

— Si, es a las ocho, aún tenemos tiempo, pero... ¿no crees que me veo muy gordo? — puchereó — mi bata ya no me queda cómo antes, ni mi ropa, o sea, si, pero me veo más... llenito.

— Para mi sigues viéndote igual de precioso — respondió con una sonrisa para así comenzar a manejar hasta su casa.

— Eso no es lo que pregunté.

— Ni modo, te aguantas — rió tomando la mano del adverso para así dar un pequeño beso en el dorso de ésta misma.

En cuanto llegaron a casa su hijo no encontraba la hora de salir corriendo hacia ellos para así abrazarlos. Sólo había pasado un minuto cuando este ya se había lanzado a los brazos de su padre diciéndole que los había estado extrañando mucho, algo que siempre los enternecía.

— Bien, nos vemos mañana — sonrió la beta — por cierto, Señorito Jungkook, Jumin encontró esto y quiso jugar con él pero por el sobre supe que era algo importante — extendió aquel sobre notando la expresión que el omega había tenido.

— Muchas gracias, Joy, ya puedes irte — agradeció haciendo una leve reverencia para luego ver a la chica irse.

Los tres entraron a la casa de nuevo pero fue el omega quien se quedó hasta atrás viendo el documento en sus manos.

— ¿Pasa algo, bebé? — preguntó Kim mientras dejaba al pequeño en el sofá.

— No es... nada importante — sonrió — Bien, Jumin, ve a la habitación y quita tu ropa, iré a preparar tu bañera — indicó viendo al niño asentir y correr hasta el segundo nivel para hacer lo que su madre le había pedido.

— Siempre cambias cuando ves ese sobre, ¿Puedo saber qué es lo que contiene? — preguntó el alfa acariciando el cabello del omega.

— Es... — suspiró — te lo diré cuando volvamos, ¿si?, ya no tenemos tanto tiempo. Vamos, ve a darte tu baño, mientras estaré dándole a Jumin el suyo, te alcanzaré en unos momentos — sonrió dejando un beso sobre los labios del castaño para luego caminar hasta su habitación para quitarse su ropa de trabajo y ponerse algo más cómodo pues su pequeño lograba mojarlo algunas veces.