INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 87

1:25 p.m.

Yoongi se observaba una y otra vez en su espejo sintiéndose un poco raro al no tener prendas de un tono tan oscuro cómo usualmente le gustaba llevar.

Había aceptado la "cita" con Namjoon y al ser en un Museo, debía ir vestido acorde a la ocasión, aunque, se veía aburrido.

— Vaya... hace años no te ponías esa ropa, ¿hay alguna ocasión especial? — preguntó su abuela adentrándose a la habitación luego de tocar.

— Pues... — suspiró girándose para así observar a la adversa — me invitaron a una "cita doble" — sonrió apenado — no sé si ir o...  no. No quiero volver a crear un problema cómo en el pasado — puchereó.

— Yoongi, esta vez no estarás sólo, habrán más personas — sonrió acomodando la ropa de su nieto — si no estás tan seguro pero de igual forma quieres ir, puedes decirle que... llevarás a un amigo, y si la persona que quiere tener más amistad contigo, entonces lo aceptará.

— ¿Eso no sería incómodo...?

— Claro que no. Ahora, puedes probar comenzar de nuevo, y si no te gusta nada de lo que pasó o cómo te sentiste con él o ella, pues... le dices, y así se evitarán los problemas — observó a su pequeño volver a verse al espejo.

— Tengo miedo — musitó — pero... si — suspiró — volveré a empezar y... nada será cómo antes — sonrió.

En ese momento se escuchó la bocina del auto frente a su casa por lo que rápidamente tomó sus cosas, se despidió de su abuela y se dirigió hasta dónde los demás estaban para así adentrarse al auto. No conocía a ninguno, e incluso se sentía tímido pero, una sonrisa se formó en su rostro al escuchar a su hermana decir que exclusivamente había guardado el asiento del copiloto para él.

Namjoon sonrió apenado y sólo comenzó a manejar hasta el lugar que tiempo atrás se había mencionado. Yoongi se sentía nervioso, su lobo estaba cómo nunca, era cómo si... éste estuviera feliz de conocer a aquel alfa y viceversa. Fue ahí cuando Min se preguntó si... era su predestinado.

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— No entiendo qué es, sólo veo manchas — musitó al lado de Namjoon logrando escuchar su risa — Sólo digo lo que pienso, es lindo, pero no lo entiendo — puchereó.

— Esto se llama arte abstracto, se compone de elementos que algunas veces no tienen "forma", pero... al saber su significado o la manera en que les das un contexto, es lindo.

— Parecen mis dibujos del kinder.

— Sunbae~ — rió en un tono bajo para que nadie en aquel lugar lo regañara.

Yoongi sonrió y sólo siguió caminando al lado de aquel alfa mientras prestaba atención a lo que veían en cada repisa. Hubo un momento en que ambos se quedaron completamente solos pues la pareja adversa se había ido al museo de enfrente que era cómo una "segunda parte".

No habían tantas personas cómo creía y era relajante, no le gustaba tener contacto con los demás, pero, de alguna manera, se sentía tranquilo con Namjoon. Estaba feliz y se divertía a pesar de ser un lugar "aburrido".

— Sunbae... — llamó — me hace feliz que haya aceptado mi invitación, sería incómodo venir con mi hermana y su novio — sonrió tímido — no creí que fuera a hacerlo ya que... creí que yo le caía mal — desvió la mirada hacia sus manos — además de que todos en la academia dicen que eres una persona difícil...

— ¿Ellos dicen eso? — preguntó fingiendo indignación.

— Por favor, no les diga que le dije eso — pidió un poco apenado — es que... usted es muy lindo, el omega más her... — tragó saliva — uhmm más... fuerte que hay y... bueno, ellos creen eso.

— ¿Crees que son lindo? — sonrió — Tú también eres muy lindo, Namjoon.

»Maldita sea, deja de coquetear con él«

— ¿E-en serio? Yo... — observó por unos segundos al omega para luego desviar la mirada debido a su sonrojo.

— Uhmm si, además, cuando sonríes, tus hoyuelos también son muy lindos.

— Sunbae... — musitó sintiéndose bastante bobo debido a aquellos halagos.

A decir verdad, le gustaban, era la primera vez que incluso un omega lo hacía tartamudear, otras veces, era al revés.

»¿Qué me está pasando? ¿Por qué estoy coqueteando con él? Estúpido lobo, deja de hacerlo«

Yoongi desvió la mirada sintiendo sus mejillas también enrojecer. Se estaba dejando llevar pero le gustaba... sentir que él tenía el control en la conversación, además, le gustaba poner tímido a aquel alfa. Era... algo que siempre habían querido tener, ser el dominante en la relación a pesar de ser un omega.

— Sunbae...

— No me llames así, dime "Yoongi" — sonrió.

— Bueno... Yoongi — carraspeó poniéndose de pie — Vi que... a la vuelta de la esquina hay una venta de helado, te gustaría... ¿comer uno? Yo invito.

Min lo siguió observando de una forma tan bonita que cualquier ser humano le gustaría que alguien los viera de esa forma. Al terminar de escuchar lo que el azabache le había propuesto, aceptó de inmediato. Se puso de pie al igual que él y así ambos caminaron hasta la heladería antes mencionada.

Namjoon sentía su corazón latir cómo loco, y su lobo estaba muy extraño, estaba muy feliz e inquieto, incluso, era cómo cuando conocían a su predestinado. Aunque, esas cosas eran sólo un "mito" para él, y quería creer que así era, pero su lobo lo hacía ver en ciertas ocasiones que si existía, y sólo lo demostraba cuando estaba con Yoongi.

— ¡Auch! — se quejó sintiendo cómo su tobillo se había doblado al dar un mal paso llevándolo a caerse.

— ¿Estás bien? — preguntó asustado para luego acercarse al omega y revisar su pie, aunque sólo escuchaba su risa apenada. Mejor reír que llorar, ¿no?

— Si, si, estoy bien... — intentó ponerse de pie pero fue imposible — mierda... — suspiró.

— ¿Te duele mucho? Podemos ir al hospital.

— Tranquilo, sólo es un pequeño golpe, nada de otro mundo, luego se arreglará — sonrió.

— Ven, te llevaré en mi espalda.

— ¿Qué? No, no, no, estoy bien, yo...

— Vamos, Yoongi hyung, te harás más daño si sigues caminando — advirtió. 

Se acercó un poco más al rubio y con cuidado lo ayudó a levantarse para luego hacer que este rodeará su cuello desde atrás y así poder tomarlo de los muslos comenzando a caminar hasta la heladería.

— Wow, si que eres muy alto, ¡puedo ver todo desde aquí! — habló con una sonrisa observando a su alrededor aunque al sentir que iba a caer rápidamente abrazó al alfa.

El susodicho sonrió diciéndole que se sostuviera bien mientras seguía caminando. Yoongi se mantuvo en esa posición y poco a poco fue apoyando su cabeza en los amplios hombros del alfa. Le gustaba tanto su aroma. Tenían una conexión bastante linda aunque extraña para ambos.

Se sentía... cómo si ambos... hubieran encontrado su hogar.