ATEEZ HIGH SCHOOL.

184 12 14
                                    


¡No olviden votar!


Odiaba cambiar de escuela tanto.

Solté un suspiro aún corriendo hacia ella, iba tarde por culpa de mis padres y ahora corría intentando llegar a tiempo, la eran las 7:50 am, y de milagro llegaba a las 8:10, dudaba que me dejaran entrar.

De milagro mi uniforme nuevo no se estaba alborotando, Diosito quería que me viera presentable en mi primer día, miré la escuela cuando llegué, justo a las 8 am, vaya...

Qué vintage.

Afirmé mi mochila en mi espalda, insegura.

Aquí vamos.

Mis padres tenían mucho dinero, ¿Por qué me mandaban aquí? Solté un resoplido, de inmediato entrando y captando las miradas. Algunos dejaban de mirarme para entrar a clases y algunos ni eso.

Lo mismo de siempre.

Sentía que me miraban mal, ¿Cuál eran sus problemas? Sabían que yo no pertenecía aquí. Mordisquee mi labio con nerviosismo, dirigiéndome a la dirección.

—¿Eres Lee? Bienvenida a la escuela. —Se notaba que la secretaria estaba aburrida como la mierda, me dió algunos papeles y mi horario. —¡Buena suerte, espero sobrevivas!

Y dicho ésto, me cerró la puerta en la cara.

a.

Estaba a punto de tocar la puerta para entrar a mi aula, un chico se había parado a mi lado, literalmente le dió una patada a la puerta, y cuando todos nos miraron, lo señalé a él, el chico me miró de arriba a abajo, yo atiné a tragar saliva y bajar la mirada.

¿Le debo dinero o por qué me mira tanto?

—Song Mingi... como siempre, llegando tarde.

Mingi lo ignoró y se sentó hasta atrás, quedándose en su mundo. 

—Tú debes ser Lee. Bienvenida. No tenemos tiempo para presentaciones, pasa.

Me senté en un sitio más o menos, por suerte tenía mis lentes transparentes, por fin dejaron de mirarme, observé a Mingi de soslayo.

Él también me miraba. 

Volteé rápidamente la cabeza, esperaba no haberme metido en un problema, observé a una chica que me saludaba simpáticamente, le devolví el saludo.

La clase pasó, y ya era recreo. Aparentemente duraba una hora. 

En mi anterior escuela de milagro nos daban quince minutos para tragar.

Comencé a conversar con Soyeon, ella me contaba que si no tenía la suficiente protección, la escuela era realmente peligrosa. Había una pandilla llamada ATEEZ, decía que eran muy guapos. Y más el capitán.

—¿Capitán? —Inquirí, con curiosidad.

Ella asintió.

—Así le dicen, es como el líder del grupo, son ocho en total, uno de ellos es Song Mingi.

Me tensé, y ella lo notó.

—Esperemos no le hable de ti a Kim.

Mordí mi sándwich con nerviosismo.

Volvimos a entrar a clase, me habían dado ganas de ir al baño, pedí permiso por supuesto, el profesor me dejó salir, oí quejas, aparentemente no le daba permiso a casi nadie.

Al salir al pasillo me coloqué mis audífonos, ¿Dónde estaba el baño? 

Inocentemente me acerqué a un grupo de chicos.

—Buenas tardes, compañeros. —Saludé, todos me miraron con una ceja alzada, tragué saliva. —¿Dónde está el baño?

Todos rieron y yo tenía cara de confusión extrema.

—Pero qué tenemos aquí... —Empezó uno acercándose peligrosamente a mí. Solté un sonido de sorpresa y di un paso atrás, tocando mi espalda con un pecho, manos se enredaron en mi cintura y yo ya estaba temblando. El chico que me había respondido me había quitado mi teléfono con mis audífonos.

—Qué mierda tan cara... —Bufó, abrí mis ojos como platos al verlo hacer un gesto de estrellarlo contra el piso.

—¡No! —Chillé, de repente el ambiente se tensó, miré hacia mi izquierda, el chico que me sostenía había huido donde su equipo, miré hacia atrás, temblorosa.

—¡No! —Chillé, de repente el ambiente se tensó, miré hacia mi izquierda, el chico que me sostenía había huido donde su equipo, miré hacia atrás, temblorosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Absolutamente todos bajaron la cabeza.

Se notaba una fuerza increíble en la presencia de los ocho, Song Mingi me miraba detalladamente.

Yo creo que después de todo sí le debo dinero, ¿Por qué carajos me mira tant...?

—Devuélveselo.

La voz ronca del líder resonó en el pasillo, me causó escalofríos.

De los buenos.

—Y-yo... —Empezó a balbucear el matón. El líder arrugó su ceño.

—En ningún jodido momento te hice una pregunta, Kwang, devuélveselo.

El matón casi se mea mientras se dirigía corriendo hacia mí, depositó torpemente mi teléfono, lo tomé, mirándolo levemente sorprendida.

—¿G-gracias?

Todos volvieron  a bajar la cabeza, y yo por instinto lo hice.

Y cuando sentí el perfume del capitán, levanté mi mirada.

Todo pasó en cámara, nos miramos en silencio mientras él caminaba, y mientras se alejaba, fue sonriendo ladinamente, hasta formar una sonrisa.

Los matones salieron huyendo y yo me había quedado medio tiesa y enamorada.

—¡Lee! ¡Lee! ¡Reacciona!

Di otro salto, alejándome de ella levemente asustada.

—¿Qué pasó aquí? El pasillo sigue lleno de tensión. ¿Estabas con Mingi?

Negué, yo no.

—Después que duraste tiempo sin venir, él fue a buscarte.

Alcé una ceja.

—¿Le debo dinero a Song o qué? No deja de mirarme desde que llegué.

Resoplé, ella rió, tomándome de la mano y llevándome al baño.


Fueron días totalmente extraños.

Me volví a meter en problemas con otro grupo, como no. En mi defensa me habían empujado y mi almuerzo quedó en la cabeza de ese tipo. 

Y ahora me encontraba sentada en un aula sola, con ATEEZ.

—Salgan.

Kim HongJoong ordenó secamente. 

Yunho, Jongho, Yeosang, San, Mingi, Wooyoung y Seonghwa salieron de ahí con tranquilidad, como si no me hubieran dejado con el diablo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yunho, Jongho, Yeosang, San, Mingi, Wooyoung y Seonghwa salieron de ahí con tranquilidad, como si no me hubieran dejado con el diablo. Jugué con mis deditos, el capitán me miraba fijamente. Tenía dos semanas aquí y ya tenía leves roces con el líder.


A veces soy una cosa pero bárbara...

—Pareces un cachorrito, siempre metiéndote en problemas. —Gruñó.—Si no llegaba a tiempo él te hubiera hecho daño, agradece que Mingi siempre te vigila.

Qué metiche, Song.

Estaba tentada a preguntarle si yo le debía dinero a Mingi...

—Hagamos un trato. Yo te protejo y tú...

—¡Hecho!

Acepté sin pensarlo dos veces.

Escuché como si alguien hubiera golpeado su frente con su palma.

—Ni sabes qué voy a pedir a cambio. —Me miró con incredulidad.

—Es fácil, quieres que haga tu tarea, puedo hacerlo. 

Escuché varias risas detrás de la puerta, ahora Kim ladeaba su cabeza.

—¿L-llevar tu mochilla? —Tartamudee cuando se fue acercando a mí.

Oiga, qué hace-

—Mmmmh, lamentablemente para ti, nop. 

Susurró contra mis labios antes de robarme tremendo beso.

... MAMAAAAAAAA.

¡Mi primer beso, me lo robó un delincuente!

Mi alma de Wattpad chillaba de felicidad, no se supone que debería estar a solas con un chico.

Ah, pero la señorita Lee lo seguía besando.

De repente hacía calor y no sé como terminé con las piernas alrededor de su cintura. Dejó sus manos en la mía, mi falda se encontraba levemente levantada y él no hacía nada por tocar.

Caballeroso.

Nos separamos por falta de aire a la vez que la campana sonaba, bajé mis piernas de su cintura, temblando demasiado.

—Capitán, debemos irnos. —Wooyoung se asomó por la puerta. —¿Por qué parece que sufre un ataque de asma? 

—¡Me besó!

—La besé.

—¿¡Besó a mi hermana!? ¡Kim, te voy a matar! —Chilló Mingi siendo sostenido por Seonghwa.

—¿H-hermana?

Balbucee. Mingi se dió cuenta de la metida de pata y tragó saliva.

Hongjoong me tomó de la mano.

—Muchas cosas que explicar, vamos a casa, novia.

—¿Desde cuándo soy tu novia? —Pregunté en shock.

—Desde que aceptaste el beso.

—P-pero y-yo...

—Él tiene razón. —Opinó Wooyoung, ganándose una patada de San.

Vaya día.


Tsunami. (One Shots de Kim HongJoong-ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora