나의 천사 (Mi Ángel)

97 11 1
                                    

Con una mueca, me tiré en el suave colchón, con un gruñido me estiré pesadamente.

Ser capitán de una tripulación no era nada fácil. 

Ya no me quedaban más bebidas relajantes y eso se notaba, porque cada vez estaba más gruñón, podía notar como mi tripulación huía de mí cuando me acercaba con mi cara de Me-Hablas-Y-Te-Apuñalo. Tenía 16 cuando asumí el cargo y ahora que tengo 25, puedo sentir las canas tempranas en mi cabello.

ArrobaMiPapá, ¿Cómo se te ocurre morirte? 

Distraídamente froté mi pecho, sintiendo como la taquicardia hacía doler esa zona, era lo mismo de siempre, solté un suspiro y simplemente cerré los ojos. Podría estar muriéndome, pero nadie me quitaba el poder dormir tranquilamente, es mi única regla si al menos la ansiedad estará jodiéndome la vida.

El tiempo pasó, fruncí mi ceño, llevaba más de 30 minutos con los ojos cerrados y bueno, no me sentía dormido. Sabía que este día llegaría, no quería tomar pastillas para dormir, me volvería adicto luego. Solté un quejido aún con los ojos cerrados, abrí los ojos al mismo tiempo que me movía para quedar boca abajo.

Se me cerró la garganta cuando al respirar pequeñas burbujas ascendieron a la superficie y observé con completo shock la inmensidad del océano. Miré hacia abajo, ¿Esto era un sueño? Debía ser. Tenía la misma ropa que tenía al dormir. Bueno. Sólo el pantalón. ¿Habían atacado a mi tripulación y me habían dormido con somníferos para arrojarme al mar? 

El conocido fuerte golpeteo de mi corazón volvió a aparecer y otra vez me encontré con un ataque de pánico, desesperadamente traté de nadar hacia adelante, hasta que un canto me hizo detenerme en seco. 

Quizá no estaba en el océano, quizá esto era el cielo.

Solté el aire de mis pulmones lentamente, embobado por la dulce melodía, busqué con la mirada la fuente, quizá sintiéndome más ansioso que antes, ahora por saber quién me hechizaba. Mi vista se oscureció y supe que había cerrado los ojos, me quedé quieto, los latidos de mi corazón calmándose, prácticamente quedé suspendido en el fondo, como si estuviera hundiéndome, pero sí, me hundía en aquella voz que me susurraba al oído.

—Capitán, mi dulce capitán... —Mi piel se erizó y luego me estremecí, quise abrir mis ojos pero algo me lo impidió. Unas manos tocaron las mías, entreabrí mi boca, disfrutando la sensación de nuestras manos juntas. Quería hablar, quería...—Ya casi...—Susurró suavemente el ángel.

Sentí unos labios posarse sobre los míos.

—Espérame.

A la vez que inhalé aire fuertemente y abrí mis ojos, estaba de vuelta en mi habitación. Esperé sentir otra vez mi malestar.

No pasó nada. 

O al menos a mí no, ya que de repente escuché gritos de mi tripulación. 

Salí disparado de mi habitación luego de ponerme las botas y tomar mis armas, parece que seguía dormido, ya que me sentía terriblemente confundido. ¿Por qué mi barco estaba en llamas? ¿Por qué hay gente muerta en la cubierta? ¿Por qué...?

—¡Capitán! ¡Los Piratas Rojos nos alcanzaron! ¡Estamos huyendo a gran velocidad, los vientos nos favorecen! —No respondí, mi vista estaba más nublado que el cielo que ya no era azul, la tormenta hacía acto de aparición, el viento era fuerte y los truenos comenzaban a despertar.— ¿¡Me escucha?! ¡Capitán, cuidado! —Chilló al final uno de mis tripulantes, Park SeongHwa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tsunami. (One Shots de Kim HongJoong-ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora