Viaje inesperado.

210 12 43
                                    

¡No olviden votar!


—Uno, dos, tres... ¡Selfie! —Chilló Haneul de imprevisto, rápidamente me situé delante de ella aprovechando su altura, las demás chicas posaron, alcancé a elevar mis dos deditos. —¡Salió perfecto! Gracias por ésta despedida de soltera, chicas. —De repente empezó a llorar, todas emitimos un lamento y rápidamente la abrazamos.

Una de nuestras mejores amigas, se casaría mañana, queríamos darle una despedida inolvidable, así que por eso estábamos en medio del mar, en su yate privado.

Muy inusual, ciertamente.

Me aguanté mis temblores y cuando me senté en los asientos, pude respirar tranquila.

¿Se me olvidó decirles mi miedo al océano?

Bueno, ya saben.

Haneul me sonrió, ella sabía todo, y tampoco me presionó, fue una de las que trató de hacerme quedar en tierra firme, pero me negué rotundamente, yo debía estar aquí.

Lo sentía.

Todas mis amigas me levantaron con suavidad.

—Tranquila, te sostendremos. ¡Vamos a bailar! —Chillaron haciéndome reír, rápidamente sonó Juicy de Doja Cat.

Soyeon no dudó en ponerse a perrear.

Pronto nos convertimos en un grupo de risas y bailes. Bebíamos de nuestros vasos cada cinco minutos y tropezábamos.

Por suerte el capitán nos vigilaba atentamente.

Un trueno resonó a lo lejos, yo di un salto y retrocedí automáticamente, las chicas me sostuvieron.

—Tranquila, será mejor que durmamos. No creo que podríamos estar aquí arriba. —Soojin murmuró, el capitán salió de la cabina mirándonos preocupados, él pensaba lo mismo, cogimos todas nuestras cosas rápidamente. Caminé a mi habitación tambaleándome, diría que del alcohol, pero realmente era del miedo. Haneul me arropó con cuidado y me dejó un besito en la frente, haciéndome reír.

La quería bastante.

—Duerme, Lee, mañana temprano volvemos a casa. —Me despedí con la mano y luego suspiré cuando se fue, bastante inquieta.

Trataría.

Cerré mis ojos, agradecí al alcohol por ayudarme a perderme entre mis pensamientos, ayudándome a dormir temprano.

No me preparó para lo que venía.

Desperté literalmente porque me caí abruptamente al suelo, solté un gemido de dolor, intentando reincorporarme, el yate no dejaba de moverse violentamente y mi corazón latía más fuerte que el mismo motor del yate, escuché el grito de las chicas y no dudé en salir corriendo.

Solté un jadeo horrorizado.

—¡En esta zona no aparecen auroras boreales! ¡No sé que está pasando! ¡Revisé ésta mañana y no se avisó de alguna tormenta! —Le gritaba el guardia a Haneul, la fuerte lluvia parecía querer atravesar el yate, las chicas intentaban agarrarse, me vieron y con cuidado corrieron hacia mí.

—¡Lee! Por favor, quédate adentro. —Las miré temblando como gelatina. No había podido escucharlas porque estaba sufriendo un ataque de pánico. Empecé a sollozar, dirigiéndome inconscientemente hacia Haneul. Ella me miró desesperada intentando alcanzar mi mano

 Fue lo último que ví.

De repente el barco dió un movimiento tan repentino, una furiosa ola se alzó de repente sobre el barco, mi corazón se disparó, el pecho me dolió y sólo atiné a gritar.

Tsunami. (One Shots de Kim HongJoong-ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora