«𝑽𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐 𝒚 𝒉𝒆́𝒓𝒐𝒆 𝒑𝒐𝒓 𝒐𝒃𝒍𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏, 𝒆𝒔𝒐 𝒏𝒐 𝒍𝒆 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂. 𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒊𝒆𝒈𝒂 𝒆𝒔 𝒔𝒆𝒓 𝒔𝒖 𝒉𝒊𝒋𝒐.»
──𝑀𝑒𝑖 𝐻𝑎𝑡𝑠𝑢𝑚𝑒
Pronto el sol se pondría, el par de genios debía volver a su casa, con sus famil...
Los gritos hacían temblar el aire, entre ruinas sollozaba una joven de buen corazón. Sus ojos parecían a punto de salirse de sus cuencas y las lágrimas no cesaban su caída.
Experimentar tal padecimiento dolía, pero más lo hacía ver el autor de su tortura. Sus ojos esmeraldas carecientes de vida, su rostro imperturbable a pesar de encontrarse en llanto.
Un escenario devastador para todos los testigos. Dos hermanos inseparables, ahora siendo uno torturado por el otro.
La joven no podía repudiar más a la figura alta que movía los hilos, usando una pobre alma en su beneficio.
Sin fuerzas para gritar, solo pudo concentrarse en la imagen del hermano que ama con todo su corazón, contando el número exactos de pecas en cada mejilla por última vez antes de cerrar los ojos y adentrarse en la oscuridad.
Para cuando el verde recuperó su vida, ya era demasiado tarde.
— ¿Mei?
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No sé rían pero... Recuerdan los dos caps que publiqué en mi anterior cuenta?
Pues debían ser tres, se me olvidó donde tenía escrito el prólogo y me dio pereza reescribirlo u_u
