Capítulo XI

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Ese lunes Louis va al entrenamiento como Harry le pidió que hiciera. Para cuando llega ya están todos entrenando. Están haciendo un ejercicio de control de balón con medio equipo a un lado, y los demás enfrente. 

Louis se acerca cojeando levemente y sus compañeros le saludan. 

-Hola, chicos. 

Va donde está Harry con Zayn. 

- Hola, amor.

- Hola, Lou. Dame un segundo - el chico se aleja con Zayn para que Louis no le oiga-. ¿A medianoche?

- Sí. NO faltes. 

- Que no. Estaré ahí. 

- Okey. 

Luego vuelven donde está Louis y lo vuelve a saludar.

- ¿Qué tal?

- Bien - responde sonriente. 

- Vale, Zayn, Louis y yo vamos a ir al gimnasio. Tú, sigue aquí con los chicos. 

-  Okey. Pero no hagáis cochinadas. 

Los dos chicos se ríen. Harry le da su cuaderno donde tiene escrito lo que se va a hacer en el entrenamiento de hoy y se van. 

- Okey, Lou. ¿Qué tal ese tobillo?

El chico se sienta y se quita la zapatilla. 

- Pues... Bien, supongo. Ya piso más pero hay veces, según como piso, que me duele. Y cuando estoy quieto mucho tiempo sabes que me duele. Sobretodo a las mañanas. 

Harry se agacha y le mueve el tobillo para ver si le duele pero el chico no se queja en ningún momento. 

- Ya no tomas las pastillas, ¿no?

- No. 

- Vale - el chico levanta la cabeza y lo mira sonriendo -. Va a mejor. 

Louis también le sonríe. Luego se levanta y empieza a hacer ejercicios para ejercitar su tobillo. Harry lo mira apoyado en la pared frente suyo, cosa que no lo incomoda para nada. 

- Espera, Lou. 

El chico para y lo mira. Harry le pone un poco más de resistencia a la maquina para que tenga que hacer más fuerza. 

- Dale. 

Louis sigue haciendo los ejercicios sin parar. Hasta que a los diez minutos para y se tumba agotado. 

- Dios, no puedo más, Harry. 

Su novio se ríe viéndolo. 

- Déjalo por hoy. Lo has hecho bien, bebé. 

Louis levanta el pulgar y vuelve a dejar caer el brazo. Harry se acerca y se inclina poniendo una mano a cada lado de su cabeza. Louis lo mira y posa una mano en su mejilla. Harry baja y besa sus labios. 

Louis lleva las manos a su nuca para pegarlo más a él y ambos mueven su boca encima de la del otro. Sin previo aviso, sus lenguas se rozan y empiezan a jugar y a explorar la boca del otro. Harry muerde su labio lo que hace que Louis pida por más. 

Finalmente, es Harry quien se separa dejando pequeños besos en esos húmedos labios. 

- Te quiero - susurra Louis. 

Harry sonríe y vuelve a morder su labio. 

- Y yo, chiquito. 

Un beso más y se levanta. Le da la mano y ayuda al chico a levantarse. 

Amor de instituto [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora