Amor de instituto [Larry Stylinson]

Capítulo XIII

Louis y Lottie llegan a casa un viernes después de otro día de clase. El chico busca a su madre por toda la casa y la encuentra en su habitación haciendo la maleta.

- Hola, mamá.

- Hola, mi niño. ¿Qué tal?

- Bien. ¿A dónde vas?

- Tengo que comentarte una cosa.

- Dime.

- Tu padre y yo nos vamos a pasar el fin de semana a Donny.

- ¿Por?

- Tiene una reunión con los del trabajo. Asi que vamos a aprovechar y vemos a la abuela a ver qué tal está.

- ¿Y Lottie y yo por qué no vamos?

- Hemos pensado que preferiríais quedaros aquí.

- Pero yo también quiero ver a la abuela, mamá - dice molesto.

- He hablado con la madre de Maddie, la amiga de Lottie, y se va a quedar todo el fin de semana en su casa-

- ¿¡Y yo!?

- Lo que significa que tú tendrás la casa para ti solo - le explica su madre.

Louis lo procesa hasta que cae.

- ¿Y puede venir...?

- Sí. Puede venir Harry.

- Vale - se conforma emocionado y le da un beso a su madre.

Va a su habitación, deja la mochila y llama a su novio.

- Hace media hora que nos hemos visto, chiquito. ¿Ya me echas de menos?

- No, tonto. Bueno sí te extraño. Pero no - Harry se ríe por la otra linea -. Aaah, cállate.

- ¿Qué quieres?

- Mis padres se van todo el fin de semana a Donny, y mi hermana a casa de una amiga así que... ¿Te apetece venir y... Pasar aquí el fin de semana? - termina mordiéndose el labio.

- ¿Tú y yo... En tu casa... Solos... Durante dos días?

- ¿Suena bien?

- Demasiado bien.

Louis sonríe emocionado.

- Okey. Vente cuando quieras.

- En media hora estoy.

~

- Si pasa cualquier cosa me llamas.

- Que sí, mamá.

- Y no hagáis nada malo.

- Que no...

- Y por la noche cerrad la puerta con llave.

- Mamá, que sí.

- Y cuidalo.

- Que si-

- A ti no te digo, le digo a Harry.

El chico se ríe.

- Puedes ir tranquila, Jay.

- Bien. Confío en vosotros - Louis sonríe -. Y nada de fiestas con más de 10 personas.

El chico resopla y rueda los ojos.

- Mamá...

- Y si viene gente, solo gente que conozcáis.

- Mamá. De verdad. No vamos a hacer nada. Cuando vuelvas, tu casa seguirá en pie. Te lo prometo.

- Bien - se acerca y abraza a su hijo -. Te quiero