PRINCE OF HELL

11

La mañana ya había llegado, ese prometía ser un día despejado y a juzgar por la temperatura más fresco que de costumbre.

"Demasiado tranquilo para mí gusto" fue el pensamiento del Diablo que estaba sentado en un orilla de la cama esperando que JiMin despertara.

No había podido dormir en toda la noche de la preocupación, luego de haber entrado a su mente vió el mismo recuerdo: una mujer ocultando sus alas pero ¿Era siquiera eso posible? Lucifer hubiese dicho que no con seguridad, sin embargo, luego de ver cómo las alas regresaban supo que el ángel femenino lo había logrado.

Quién quiera que hayan sido sus progenitores, estaban en graves problemas con Dios, no solo por haber engendrado a JiMin, también por ocultarlo de él.

Al menos no eran estúpidos, sabían que al verlo Dios lo destruiría y esos ángeles habían amado al niño lo suficiente para desobedecer a su Padre; no es que JiMin fuera malvado, su único pecado fue nacer con las alas del color equivocado.

Su error fue tener las alas del demonio original.

- ¿Señor YoonGi?- la débil voz lo sacó de sus cavilaciones para observar esa inmaculada belleza digna de un ángel.

"Debí saberlo, tanta belleza no la posee ningún humano"

- ¿Si pequeño?

- Tengo mucha sed- lo último que recordaba era sentir demasiado calor y justo en ese momento su garganta pedía agua.

- Enseguida pequeño- se levantó de su asiento para caminar a la mesita dónde NamJoon había dejado una jarra enorme de agua, adelantándose a lo que podría necesitar su amigo.

Al regresar con el vaso de agua, JiMin intentó incorporarse para ser detenido por un gran peso en su espalda que le hizo girar y encontrarse con ¿Alas?

- Tranquilo Minie, ya habrá tiempo para explicarte, ahora bebe- dejó el vaso en sus manos y con cuidado lo sujetó para que se mantuviera sentado.

- Ah, muchas gracias YoonGi- cuando el agua se acabó tosió levemente y repentinamente una emoción se apoderó de él- ¿Qué fue lo que me pasó?- volvió a mirar con asombro su cuerpo.

- Eres un ángel y uno muy hermoso- el pelinegro le tendió la mano para ayudarlo a levantarse y que pudiera ir acostumbradose al peso de estas- Tu llegada a este lugar siempre fue un misterio, con Nam y Kook tratamos de averiguar más sobre tu pasado, pero habían características que nos hacían creer que eras mitad Ángel mitad humano, incluso llegamos a creer que un demonio o un ángel caído, pero nos equivocamos.

Sin soltar sus manos comenzaron a dar pasitos por la inmensa habitación, JiMin trastabillo en más de una ocasión por el peso, era extraño, podía sentir a través de las alas, notaba como las puntas se doblaban contra el piso por la falta de altura.

Pasados unos minutos su equilibrio mejoró, YoonGi no esperaba menos, después de todo era un ángel por tanto traía en su ser el concepto de portar alas, incluso de volar.

- ¿Te gustaría aprender a volar?- esa pregunta hizo que el peliazul rebozara de alegría.

- ¿Puedo hacerlo YoonGi?

- Por algo tienes alas mi pequeño monstruo- Lucifer se acercó a JiMin, poniendo sus fuertes manos en la delgada cintura, dejando un sonoro beso en los esponjosos labios del ángel- Ahora, intenta moverte hacía arriba.

- No puedo

- Oh vamos, no llevamos ni cinco minutos en esto- aseguró el agarre en la cintura y usando su fuerza sobre natural lo levanto treinta centímetros sobre el suelo- Concentrate, siente tus alas como parte de tí Minie, deja que fluya el deseo, ellas saben lo que deben hacer.- JiMin cerró los ojos, sintiéndose más extraño al conectarse con la nueva parte de su cuerpo, cuando se relajó fue capaz de extender las alas y con mucho trabajo pudo moverlas en el mismo sitio- Eso es, ahora intenta elevarte, recuerda cuando te tiraste del barranco esa sensación al caer pero ahora en lugar de ser yo quien te salva, son tus alas las que detienen tu caída y puedes elevarte- la imagen mental creada con ayuda de YoonGi sirvió de mucho, recordó las pocas veces que YoonGi lo había elevado por los aires del infierno, su cuerpo respondió a la sensación imaginaria, el cuerpo de JiMin inicio a elevarse lentamente.

YoonGi bajaba las manos, ahora lo sujetaba de las caderas, luego de los muslos hasta que al fin lo liberó y logró revolotear por la estancia, sintiéndose seguro abrió los ojos para maravillarse, desde niño soñaba con volar, pero ya no era un sueño, era real, quizás era una bendición divina.

- YoonGi, ¡Estoy volando!

- Y lo haces muy bien cariño- Desde abajo Lucifer sonreía con satisfacción, el haría todo por mantener esa sonrisa tan inocente.

Si bien su nueva cualidad era preciosa, también era desgastante, al no tener un completo control sobre las alas, ponía mucha energía vital para conseguir volar por lo que en pocos minutos se sintió completamente agotado.

- YoonGi, no puedo bajar- solicitaba ayuda inmediata si no quería sufrir una ruptura craneal- Ayúdame.

- Jejeje- Lucifer levitó a dónde estaba- Lo has hecho de maravilla- lo envolvió en un fuerte abrazo y al descenso le dió un beso demandante dónde sus lenguas y dientes participaron muy activos.

Un latigazo surco el aire hasta adherirse a una muy maltratada piel, provocando un alarido de dolor.

- ¿Qué demonios fue lo que dijiste?- JungKook había perdido la cuenta de los golpes y no había podido conseguir mucho de ese ángel caído.

Luego de que dejarán a YoonGi y JiMin, JungKook había sido interceptado por Cerbero quien le dejó a un espía.

- ¿Quién te mandó?- se estaba hartando, hasta ese momento seguía siendo amable, pero con la paciencia al límite enterró sus dedos en los surcos no cicatrizados dónde debían ir las alas de Jae.

- ¡AHH! ¡PIEDAD!

- RESPONDE- Más presión.

- AZRAEL- Los dedos del demonio se alejaron de las heridas, y Jae solo intentaba recuperar el aliento ahogándose con sus lágrimas.- El prometió que regresaría al cielo.

No le estaba gustando la dirección que llevaba eso, para su mala suerte NamJoon no había regresado, hace unos veinte minutos que lo mandó en busca del amo y ni sus luces aparecían.

- ¿Qué quería saber?- preguntó temiendo la respuesta.

- Sobre el humano- y el cuerpo de Jae colapso.

- Hola, demonio de quinta