Endless [Omegaverse | DrakEmma]

Capítulo 4

Shinichiro frunció el ceño cuando observó a Emma sentarse junto a Senju en la barra. La Omega había entrado sonriendo y a pesar de que no era media noche, llevaba suspirando muchas veces y ahora tomaba un descanso antes de tiempo. Eso era extraño.

Cuando sintió un aliento en su oído, giró a encontrarse con Wakasa. El Alfa había estado mordisqueando su cuello, precisamente la zona de las glándulas de olor, por unos cuantos minutos. Según él, aprovechando que Takeomi no estaba cerca y el bar estaba relativamente tranquilo, todavía.

—Estás muy distraído —comentó el Alfa en voz baja, repasando con su nariz la curva del cuello del chico—. ¿Ha pasado algo?

—Emma está un poco fuera de lugar —respondió, tirando su cabeza hacia atrás, apoyándola sobre el hombro del otro, girando un poco el rostro. Su nariz estaba cerca de las glándulas de olor del Alfa y este se tensó por ello, lo que provocó que una sonrisa (muy pequeña) se posara en sus labios—. Me preocupa.

—Pues habla con ella —Wakasa procuró que su voz sonara tranquila, aunque no lo lograba del todo porque si bien su voz no revelaría su nerviosismo, la manera en que sus brazos apretaron su agarre en la cintura de Shin, sí—. Quizás necesita los consejos de su hermano mayor.

—Mmm —tarareó, acercándose un poco más al cuello del otro, cerrando los ojos—. Lo haré. Apuesto que tiene que ver con Ryuuguuji, de todas formas. Izana me comentó que los observó salir del bar e irse juntos.

—No está mal. De todos modos, tenían cosas que hablar, ¿no? —Wakasa bajó su mirada, lo que provocó que el otro abriera los ojos y el Alfa pudiera apreciarlos—. Me sorprende que hayan podido mantenerlos separados por casi tres años. Aposté que sería menos.

—Para que recuerdes que no siempre tienes la razón —respondió, burlándose en silencio del ceño fruncido del Alfa. Shin se incorporó, un poco molesto cuando las manos del chico soltaron su cintura. Se estiró, buscando a Emma con la mirada, sonriendo cuando comprobó que seguía con Senju en la barra—. Espérame, iré a hablar con ella.

Wakasa asintió con la cabeza, dando un paso hacia un lado y caminando hasta la sala donde Takeomi, Shin y él se encargaban del papeleo del bar.

Quien hubiera pensado que acabaría metido en este tipo de negocio.

Mientras, Senju estaba un poco irritada porque Emma estaba decaída, pero se negaba a dar detalles del porqué de su comportamiento. Supuso que tenía que ver con el chico de anoche. Aun así, no era adivina y prefería escucharlo de la propia boca de la Omega.

—Okey, me cansé de esperar —dijo en voz alta, llamando la atención de la rubia. La Beta se giró hacia ella, frunciendo el ceño—. ¿Vas a decirme por qué demonios estás de esta manera o no?

—Todavía no ha llegado —murmuró en respuesta, apoyando sus codos sobre la barra, haciendo un puchero—. Dijo que vendría esta noche y no ha aparecido, ¿le habrá pasado algo?