–¡¿Willy, qué has hecho?!
–¡Luzu!
De pronto Luzu sintió una fuerte punzada en el brazo. Volteó a ver hacia el lugar donde sentía la molestia, y se encontró con un largo rasguño en su sudadero que comenzaba a gotear, manchando la tela.
–¡Auch, hijo de puta!– exclamó Luzu, sosteniendo su brazo con la mano contraria, girándose sobre sus talones para encarar a Willy.
–¡Ey, ese lenguaje de mierda!– regañó Auron, causando que Luzu rodara los ojos.
Willy abrió los ojos, quedando completamente perplejo ante lo que acababa de suceder. Soltó su arco, y cayó al suelo de rodillas ante el shock. Algunos de sus compañeros le veían con temor, otros, con desprecio.
–Luzu, ¿estás bien?– preguntó Rubén, acercándose cuidadosamente a su compañero herido.
–Sí, sí. Solamente fue un rasguño, ha fallado– afirmó Luzu mientras se quitaba la sudadera, dejando al descubierto la herida que la flecha de Willy había causado. Se sentó sobre una roca, apenas frunciendo el ceño del ardor, haciendo que sus compañeros soltaran un suspiro de alivio ante el susto. Al menos estaba vivo.
–Quítate también la camisa, Luzu. Por si acaso– dijo Auron con un tono coqueto, mientras limpiaba la herida en el brazo de Luzu. Luzu no pudo evitar soltar sonrojarse y devolverle una sonrisa de lado, que por supuesto fue correspondida.
–¿Y qué haremos con él?– cuestionó Fargan, haciendo que todos voltearan a ver a Willy.
–Átenlo, ya tenemos suficientes problemas– bufó Lolito, mientras regresaba a su posición de batalla decididamente, pasando al lado de Willy. Fargan y Alexby siguieron sus instrucciones, al no tener una mejor idea y estar cortos de tiempo.
–Hay que darnos prisa, algunos ya han cruzado la barrera– mencionó Vegetta, atrayendo la atención de los guerreros –Luzu, ¿te quedarás aquí?
–Qué dices, por algo tengo dos brazos– rió Luzu, levantándose de su asiento y levantando una espada del suelo con su brazo sano.
–¡Ese es mi niño! Qué fuerte es, madre mía– halagó Auron, poniéndose de pie junto a Luzu.
–Compañeros, cambio de planes– llamó Luzu, haciendo que los guerreros se reunieran una vez más –Necesito que dos de ustedes tomen el lugar de Willy y el mío con los arcos, yo iré ahora con espada.
–Yo puedo ir con arco– Alexby dió un paso adelante, mientras Luzu le extendía su arco y sus flechas.
–Yo me quedo con Alexby, él está chiquito y me necesita– dijo Fargan, tomando el arco de Willy entre sus manos, causando que el menor riera ante su comentario.
–Perfecto– asintió Luzu –Ahora, necesito que dos de ustedes se encarguen de las tropas conmigo, mientras los otros dos se encargan del dragón.
–Pues casi nada pides, Luzu. Normal– rió Auron, sarcásticamente, ganándose una mueca de parte de Luzu –A mí me dan miedo las alturas, yo mejor me quedo en el suelo.
–Yo también, voy a pelear junto a mi mano derecha– afirmó Lolito, poniendo su mano sobre el hombro de Auron, mientras intercambiaban sonrisas cómplices.
–Doblas y yo iremos a por el dragón, yo sé más sobre dragones y él sabe lo que vió en sus sueños– sonrió Vegetta, abrazando a Rubén por la cintura. Luzu lo notó, sin embargo se limitó a sonreirles a los dos chicos y asentir. Ya luego hablaría con ellos.
–¡Guerreros!– Luzu alzó la voz, haciendo que todos lo miraran atentamente, esperando la señal –¡Por Karmaland!
Todos gritaron la última frase al unísono, mientras avanzaban juntos en las posiciones designadas. Luzu, Auron y Lolito iban al frente de todos, blandiendo sus espadas con confianza ante los enemigos. Vegetta y Rubius iban detrás, abriéndose paso lo más rápido que podían entre las tropas. Fargan y Alexby cuidaban de todos desde atrás, uno a cada lado de la formación, disparando flechas a los enemigos que se encontraban más cercanos a sus compañeros.
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En mis sueños (Rubegetta)
FanfictionDonde Rubén sueña todas las noches con un desconocido (pero muy atractivo) muchacho de ojos morados. Una inocente historia Rubegetta (si ya sé que llego tarde pero más vale tarde que nunca) Créditos a Waitaru por su hermoso dibujo.