☦️ Imperio Ruso ☦️

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El castillo comenzaba a caerse a pedazos, cientos de hombres marchaban a la par en que las voraces llamas consumían lo restante de la monarquía Eslava. Tres disparos habían resonado momentos atrás, ahora sólo una leve respiración dificultosa era opacada por pasos rápidos que se acercaban a donde yacía un tricolor en su lecho de muerte bajo la mirada impasible de un carmesí.

-¡Rusia!, ¡Rusia, Dios mío! -Lloró desesperada una pelirroja tras haber logrado visualizar al mencionado en el suelo, sobre un gran charco escarlata que provenía de si mismo- ¡Rusia por favor no me dejes!

Cayó ella de rodillas junto a su amado, el cual con sus últimas fuerzas la miró a los ojos, ya no tenía fuerzas para hablar o moverse más que eso pero su mirada lo decía todo... se disculpaba por haber roto su promesa..

-Rusia por favor.. -La latina gimoteó casi sin fortaleza con su rostro empapado en lágrimas pegado al pecho ensangrentado del más alto que con los segundos dejó de respirar marcando así su final, momentos después un ligero tintineo metálico a unos metros a su derecha la hizo levantar la vista- Tú..

El de gabardina marrón alzó una ceja devolviéndole la mirada desde la columna de mármol resquebrajada en la que estaba apoyado, en una de sus manos se encontraba el collar de Cruz Ortodoxa que tanto había atesorado el erradicado Imperio.

-Cómo pudiste... después de todo lo que él hizo por ti.. -Soltó con rabia la mayor apretando sus puños manchados con la samgre de quien amó- ¡Eres un monstruo, Soviet!

-Él sabía que esto pasaría tarde o temprano, pero prefirió pasar sus días rezando esperando a que "Dios" resolviera los problemas mientras el pueblo moría de hambre frente a sus ojos a pesar que el clero y la monarquía vestían con lujo. -Su mano enguantada apretó con fuerza la cadena de oro manchada de sangre, para luego arrojarla cerca a las rodillas de la mujer que lo veía con odio-.

-Lo culpas por los errores de los humanos, cuándo él te cuidó como a un hijo desde el día en que llegaste.... y aún así le arrebataste la vida por un error que no fue suyo, ¡Bastardo! -El llanto de indignación y dolor de la albina se hizo presente otra vez mientras apretaba sus dientes con fuerza, un hipócrita marioneta de humanos le había arrebatado al amor de su vida- Lo pagarás con creces tarde o temprano, sufrirás el triple de lo que le hiciste pasar con tu traición..

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-Esperé mucho para verte, el viaje desde Sudamérica fue más agotador que de costumbre con todo esto de la guerra -Una hermosa mujer de elegante vestido granate caminaba repicando sus tacones por el suelo del palacio del Zar- ¿Cómo has estado, Rusia?

-Esos alemanes y su gas mostaza son una pesadilla, pero no te preocupes.. pronto todo esto terminará y podremos pasar las vacaciones en el castillo hasta que te aburras de verme a diario -Sonrió un rubio de pulcro uniforme galardonado que se acercó a rodear con sus brazos a la más baja-.

-Yo nunca podría aburrirme de esos ojos, seguro me has embrujado -La de orbes café rió bajo y lo hizo inclinarse para así robarle un beso- Te extrañé mucho, no puedo esperar a que la guerra acabe para casarnos..

-Una vez derrotemos a los alemanes las Potencias Centrales caerán y todos podrán volver a casa con sus familias, tú usarás un pomposo vestido blanco y luego tendremos un pequeño bebé tan hermoso como tú.. -El de guantes blancos canturreó al oído de su pareja mientras daban vueltas lentas en su mismo eje sin terminar el abrazo-.

-Hablando de hijos.. ¿Cómo está Soviet, sigue con sus actitudes rebeldes? -Preguntó algo preocupada la bicolor, en algunas cartas pasadas se había enterado de los disturbios e intentos de ataque que había encabezado el menor junto a una organización humana que se hacía llamar "Los Bolcheviques"-.

-Está un poco abrumado por lo difícil que es todo durante la guerra, pero estoy seguro de que luego volverá a estar tan tranquilo como cuando era niño -El de ojos hielo acariciando el largo cabello ondeado de la americana cuya presencia alejaba su cansancio de manera casi divina- Te amo, Perú..

One Shots [Perú Fem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora