Varun no podía creerse que le hubiera contado que se alegraba de que su padre hubiera muerto. Nunca se lo había dicho a nadie aparte de a Salman. Alia lo miraba con los ojos abiertos de par en par. Ahora era cuando ella le diría que era muy cruel y que quería marcharse, alejarse de él y no seguir adelante con el acuerdo.
Y Varun la dejaría marcharse.
Sería lo mejor, porque no era capaz de controlarse del todo con ella cerca. Y eso resultaba peligroso, porque él siempre mantenía el control. Esa era una de las claves de su éxito. Tenía la habilidad de permanecer en el juego más tiempo que los demás porque controlaba el miedo al fracaso. Los hombres que tenían miedo tomaban decisiones basadas en ese miedo. Varun no temía a nada. Y por eso siempre ganaba.
Alia extendió el brazo por encima de la mesa y le tomó la mano.
Varun se estremeció. Deseaba desesperadamente hundirse en su dulce y cálido cuerpo. Pasar una noche loca haciéndole el amor.
Pero contuvo aquel feroz deseo porque ella quería otra cosa y porque lo despreciaría después de lo que había dicho.
–Lo siento, Varun.
–¿Qué sientes, que haya muerto o que yo me alegre de ello?
Alia retiró la mano y suspiró.
–Siento que sientas eso. Debes tener tus razones y sean cuales sean, lo siento.
–¿No estás escandalizada? –le preguntó.
–No –respondió ella negando con la cabeza.
Varun sintió una oleada de alivio, rabia y dolor combinados.
–¿Por qué? Eres una mujer extraña, Alia Bhatt –le tomó la mano, se la llevó a los labios y depositó en ella un beso antes darle la vuelta y besarle la palma.
Escuchó cómo ella tomaba aire, y eso le hizo saber que estaba excitada por el contacto.
–Varun
–Te deseo, Alia.
Ella se mordió el labio y su delicada piel se sonrojó un poco. Fue una reacción inocente y dulce que le encendió la sangre.
–No estoy preparada para esto –aseguró–. Han ocurrido demasiadas cosas en las últimas veinticuatro horas.
–Necesitas tiempo –su cuerpo se moría por ella, pero sabía que no debía presionarla. No sería justo–. Lo entiendo.
–¿De verdad? Porque tengo la impresión de que estás acostumbrado a conseguir lo que quieres cuando quieres.
Varun le besó otra vez la mano y luego se la soltó.
–A veces vale la pena esperar.
Alia se apartó el largo y sedoso cabello del hombro. El jersey que había enviado la boutique le quedaba de maravilla. Le resaltaba los ojos.
–Me gustas, Varun. Pero no creo que acostarme contigo sea una buena idea. Esto es un asunto de trabajo, nada más.
Entonces a él se le pasó algo por la cabeza. Algo que no se le había ocurrido pensar antes porque era una mujer muy sensual a pesar de su inocencia.
–¿Eres virgen?
Alia se mordió el labio y apartó la vista.
–No, pero eso no significa que tenga por costumbre meterme en la cama con cualquier desconocido –aseguró clavando otra vez la vista en él–. No necesito ser virgen para ser cauta.
–Y yo que me consideraba irresistible –bromeó Varun para hacerla reír.
–Más que irresistible, yo diría incorregible.
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Pareja de corazones (KHAN #5)
FanfictionVarun Khan ya no sentía la emoción del riesgo ni del dinero que se jugaba en las mesas del casino. En realidad, aquello lo aburría. Hasta que una noche ganó más de lo que había apostado, y su premio fue la impresionante Alia Bhatt. Tal vez ella no e...