Una última salida.

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–Ver el amanecer, – era Oscar subiendo a su techo – el arte del inicio de un día nuevo, no existe una mejor filosofía, – mientras salía el sol – Amanecer.

Amanecía en la ciudad y Oscar, después de ver la salida del sol se dirigió a la planta baja de su casa para comenzar su rutina de la mañana, tomó un baño mientras preparaba el café, cocinó y comió el desayuno, tambien cocinó el almuerzo que su mamá se llevaba al trabajo, y terminado todo esto, cuando en el reloj daban las 8:00 a.m, llamó a Vanessa para levantarla.

*tomando el celular* –¿Quien es?, ¿porque llamas a estas horas? - decía con una voz gruñona de recién levantada – hola Oscar.
–Hola Vanessa – dijo silencioso para no alterarla – prepárate para que a las 9:00a.m vaya a buscarte, hoy es el día de nuestra última salida.
–¿Última?, pero hoy es martes – dijo confundida – a que te refieres.
–El miércoles me voy a casa de mi papá hasta la próxima semana.
–¿Como vas a ir al colegio desde la otra cuidad?
–Mi papá va a llevarme desde su casa al colegio.
–Pero. . . No te voy a ver en las mañanas.
–Claro, pero a la salida del colegio voy a casa de mamá, porque papá va al trabajo hasta las 4 p.m, es decir, que tenemos cuatro horas para vernos.
–Esta bien, tengo que colgar o se hará muy tarde, adiós.

Vanessa al igual que Oscar, cumplió sus deberes de la mañana, un baño, cocinar no solo el suyo, sino el desayuno de todos, comer, e incluso limpiar su tan desordenado cuarto, pues parecía el ojo de una tormenta. Con todo esto acabado, ya solo era cuestión de bajar las escaleras para esperar a Oscar.

–Ya debe estar abajo – pensó Vanessa bajando las escaleras - ¿cuales son sus planes para hoy?, o tal vez ¿me esta jugando una broma?
–Buenos días Vanessa – se oyeron las voces de varias personas - Sorpresa   Nessa – era la voz de Oscar – No te lo esperaste o sí, pude despertar a todos para traerlos aquí, fue fácil pues me despierto temprano para ver el amanecer cada día, llama a Manuel para irnos de una vez.
–De acuerdo – dijo felizmente – bajo en un momento.
–El plan fue un éxito – pensó Oscar – todo va bien.
Luego de que Manuel se alistara para irse, el grupo completo estaba allí para pasar el último día de Vanessa con Oscar, antes de comenzar a ir cada día al gimnasio en la semana. El grupo caminaba a la cruz gigante que estaba en el centro de la ciudad, Vanessa y Oscar caminaban adelante sosteniendo una conversación.

*abre los brazos* –¿Como despertaste a todos?
–Fue sencillo, lo que no sabes es que veo el amanecer todos los días, y le escribí a todos para que se alistaran para darte una sorpresa.
–Si pero – volteando a ver a Sofia - ¿como trajiste a Sofia, no se suponía que su fue ayer? - resaltó – es muy extraño.
–Es sencillo, ella no se fue en un principio, le pidió permiso a su papá para quedarse un día más – señaló – Todo parte de mi plan maestro.
–Te luciste, idiota – chocando sus palmas – no lo vi venir.
–Lo sé, tu amigo es un idiota, pero tambien es un maestro de los planes.

Los muchachos llegaron a la cruz y se dividieron en grupos. Sarah y Sofia conversaban sobre que Oscar los levantó muy temprano, David y Miguel solo hablaban de películas de superhéroes. Manuel y Gabriel conversaron sobre la próxima temporada de anime y los estrenos, y como el pan y la mantequillas, cuando se unen no se separan, Oscar y Vanessa se tomaban fotos en la cruz.

*pasando las imágenes* –Todas las fotos quedaron muy bien, pero es porque yo soy demasiado linda y compenso que eres horroroso.
–Si tu lo dices, Nessa – separando los brazos – solo queda creerte.

Todos los muchachos se juntaron delante da la cruz para tomarse fotos grupales y claro, recordar el último día de la amistad Nessa–Vitico antes de que Vanessa fuera al gimnasio

–Todos están etiquetados en la publicación de las fotos y de los videos, sobre todo tu David, te golpeaste muy fuerte en la cabeza ¿no?.
–No te burles – mientras Oscar y Miguel traían hielo para su cabeza – Fue culpa de Sarah, ella me distrajo y por eso tropecé.
–¿A que te refieres con que te distrajo? - dijo Manuel con tono de burla – ¿Como si te le hubieses quedado viendo?, eres un pervertido
*se sonroja* –¿Me estabas viendo, contesta David?
*se sonroja* –Claro que no – intentando mentir – yo no te veía.

Todos estaban contentos, pues no es el lugar a donde vas, sino con los que recorres el camino, todos se divirtieron, e incluso almorzaron juntos en una pizzería del centro, y por naturaleza todos comieron tanto como podían, y por organizar el encuentro, desafortunadamente Oscar tuvo que pagar por toda la comida, luego de la comida salieron al cine, donde dividieron la cuenta, y vieron una película de Terror, y en una de las escenas más terrorificas, Sarah se abrazó al brazo de David, que se sonrojó con la acción de su amiga.

Dieron las 10:00 p.m y ya todos se habían marchado a casa, a excepción claro, de Oscar que estaba acompañando a Vanessa a casa.

–Oye Oscar, me vas a hacer falta – abriendo la puerta de su casa – te veo en la semana que viene.
–Hasta pronto – chocando sus puños – te voy a extrañar.

Fin.
Ah, los amigos no se verán en casi dos semanas.
La promesa de volverse a ver es lo que queda,
ojalá te guste este capítulo, hasta la próxima.

Mi reflejo muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora