La decisión de su vida.

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Era viernes por la madrugada y Oscar comenzaba el día observando el asomo del astro rey al igual que había hecho desde su niñez. Pero a diferencia de las veces anteriores se sentía pesadez en el aire, era difícil respirar y se le dificultaba el movimiento de su cuerpo, lo supo en el momento.

– Algo anda mal – intentando levantarse – no puedo moverme.
–La vida de Vanessa – era una voz en el aire – corre mucho peligro.
–¿Quien eres? – pudiendo levantarse – ¿por que peligra?

Lo que Oscar no supo es que esa voz no estaba mintiendo, durante los días que no vio a Vanessa, su padre adoptó una postura de agresividad verbal con su hija, de manera constante e injustificada.

POV: Vanessa
–Papá, me voy al colegió – bajando las escaleras – te veo luego.
–Espera hija – abriendo la puerta – voy a ir contigo.
–Pero no hace falta – negando con la cabeza - puedo ir sola.
–¡Ire contigo y punto! - con intensidad – apresúrate o llegaras tarde.
–Maldita sea – para si misma – este cerdo no me va dejar ver a Vitico.
–¿Piensas en algo hija? - curioso - ¿o en alguien?.
–No papá – en voz baja – pienso en los exámenes de hoy.

Pasó el tiempo, las clases y a la salida del colegió una Vanessa molesta con su padre, hablaba consigo misma sobre el tema la ruta a la escuela con su tan irritante padre. Y de las represalias de la misma.

–Seguramente Oscar está molesto conmigo por no haberme ido con el.
–En realidad no es así – era Oscar – entiendo por completo.
–Oscar, perdón por no haber ido – juntando las palmas – si comprendes.
–Claro – asintiendo con la cabeza – tu papá sospechaba algo y tu acabas de salvar nuestros paseos matutinos, asi que no hay porque molestarme.
–Odio a mi padre – mirando al suelo – y la manera en que soluciona sus problemas conmigo, el no se expresa, solo explota de la nada.
–No es algo que se tolere – cerrando el puño – yo lo golpearía por ti.

Vanessa soltó una risa y luego volvió a su expresión de tristeza al ver que era la hora de despedirse de Oscar. Dado que la prohibición se mantenía, y estaba castigada, no lo vería hasta el lunes de la semana siguiente. Era algo un tanto deprimente. Pero supo mantenerse.
–Hasta pronto – dijo cabizbajo – te veo el lunes Nessa.
–Si, hasta pronto – chocando su puño – te veré el lunes.

Al llegar a casa Vanessa se encontró a su padre en la puerta de su casa, esperando a la llegada de su hija con cara de pocos amigos.

–Hola papá – saludando con la mano – voy a subir a mi cuarto.
–No te apresures – tomando su brazo – explícame porque llegas tarde.
–Sabes que camino con mucha pereza, eso es todo.
–No creo ninguna palabra de lo que dices . Es evidente que me estas mintiendo, - hace una pausa – la semana entrante te llevaré y traeré al colegio, solo para asegurarme de que no me ocultes nada.
*caminando en reversa* – Lo que quieres decir – subiendo la voz – es que aunque me estas tratando de manera terrible y de que me quitas las cosas que más me gustan, – aumentando más su voz - ¡ y aún te sientes con todo el maldito derecho de pensar que me comporto mal!, ¿es lo que dices?.
–No vuel. . . – siendo interrumpido.
–Se exactamente todo lo que vas a decir, “no vuelvas a hablarme asi, eres mi hija y sigues mis reglas” - calmándose – escucha padre, voy a irme a mi cuarto y voy a cerrar con seguro, no intentes entrar o ni siquiera toques mi puerta – cerrando la puerta dejando a su papá fuera – me llevo las llaves.

Vanessa dejó su bolso en el suelo, subió las escaleras hasta el último piso de la casa. Ya estando allí bloqueó la puerta para que su padre ni nadie la interrumpiera y entonó palabras de muerte. Su techo, con las rejas de que allí estaban por seguridad, escucharon una aterradora frase de Vanessa.

–Es todo – haciendo una pausa – no puedo soportarlo más – haciendo la segunda pausa – voy a acabar con todo, me voy a suicidar.

Su papá, viendo la mirada perdida en los ojos de su hija, supo lo que pasaba en realidad y llamó desesperadamente a su hija pidiéndole que por favor no se quitara la vida, mientras llamaba a Manuel, Andri y a cualquiera que fuera capaz de impedir que Vanessa acabara con su vida.

Vanessa todavía dudaba en su decisión, pero ya no quería echarse para atrás, miles de pensamientos cruzaban por su mente en ese momento, todos sus amigos, su hermano, su madre que estaba alejada y Oscar. Su amigo más querido, Vitico quedaría destrozado al enterarse de su repentina decisión de suicidarse, luego pensó en su padre y en el rencor y odio que había reservado por tanto tiempo, rencor y odio que estallaron en el peor momento.
Vanessa dio un paso hacia adelante, y rodeó su cuello con el cable, cada vez estaba más cerca del borde, y al estar a punto de dar el último paso, pudo escuchar el sonido más improbable, era la escalera más alta que había visto en su vida . . . su papá estaba dispuesto a todo por impedirlo.

Fin
Su odio por su padre la guió a tomar esta
terrible decisión, y aunque su padre estaba a nada de subir
ella seguía decidida.
Solo hay tensión en el noveno capítulo, ojalá te
encante y nos vemos la próxima.

Mi reflejo muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora