Maratón 2/2
•Un mes después•
-¡Rosé no puedo con cien flexiones!- le recriminé.
- Claro que sí puedes.- rodó los ojos- Solo necesitas.... fuerza de voluntad.
- Estás demente.
Rosé le apostó a Jimin diez mil dólares a qué yo podía hacer más flexiones que él. Ni si quiera tengo ese dinero y si pierdo tendré que pagarle.
- Ay vamos, yo sé que puedes.
-¡No voy a poder!- dije frustrada y me acosté en el pasto.
- Practiquemos, yo te ayudo.
- No vuelvas a apostar mi fuerza física, la cual es muy poca por cierto.
- Te eh visto haciendo más ejercicio este último mes que toda tu vida.
- Eso no tiene nada que ver- dije y mire a otra parte, ella me giro la cara y alzó una ceja divertida.
-¿Por qué estás haciendo tanto ejercicio?- baje la mirada.
- Es solo que como muchas hamburguesas y debo hacer algo por mí salud.
-¿Segura que es eso?- asentí- ¿O es la cierta rubia que te tiene comiendo de la palma de su mano?
- Claro que no- me sonroje.
- Ay, hasta te sonrojas.- rio- eres adorable.
-¡Deja de decir que soy adorable!- solté - Se supone que debo ser intimidante.
Ella comenzó a reírse como foca epiléptica y se acostó. Yo me lance sobre ella y comencé a hacerle cosquillas hasta que casi no podía respirar.
- Tú no eres intimidante, solo eres alta y ya.
- Retractate - la miré amenazante.
-No- se levantó y comenzó a reír.
Yo hice lo mismo y la comencé a perseguir por todo el parque, la gente nos miraba divertidos, se supone que solo los niños iban a jugar ahí.
La perdí de vista.
Mientras la buscaba me pareció ver a Namjoom en uno de los autos de Lisa. ¿Qué hace en el lado sur?
Quise seguirlo pero de repente Rosé me salto en la espalda y nos caímos rodando por el suelo.
-¡Boo!- grito en mi oído y después rió- ¿Qué estabas viendo?
- Me pareció que ví a...... no importa- negué.
- Bien a ganar diez mil dólares- se acercó a dar un beso en mi mejilla pero sin querer juntamos nuestros labios por varios segundos.
En realidad no es la primera vez que nos besamos, si es que esto se puede considerar un beso, pero si es la primera vez que lo hacemos desde que estoy con Lisa.
- Lo siento- negué con la cabeza.
- Está bien.
Ella se levantó y yo me dí la vuelta para comenzar con las flexiones. Siendo honesta no creo poder con las cien.
Cuando ya llevaba cincuenta sentía que iba a desmayarme pero Rosé siguió contando así que yo seguí, sudaba como sardina enlatada y ya estaba muy cansada.
A las ochenta no pude más y me detuve.
- No siento los brazos- dije y me deje caer de cara contra el suelo.
-¡Jennie!- me regaño ella- ¡Faltaban veinte, no es tan difícil!
- Entonces hazlas tú- bufé y me dí la vuelta mirando al cielo.
- Entonces mi única opción es acostarme con él- suspiró pesadamente.
-¿Qué?
- No tengo diez mil dólares en el bolsillo y me dijo que si no podías o le pagaba o me acostaba con él- se sentó y me miró- En definitiva no puedo contar contigo.
- O simplemente podías llamarme y preguntarme si podía antes de apostar.- dije obvia.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo y lo saqué para mirar quien era.
Una estúpida sonrisa se dibujo en mí rostro y Rosé río.
- Creo que no es necesario que adivine quien es.
- Cállate.
Dije y conteste.
-Hol-
-Te quiero en mi casa ya.
Colgó y mire el celular con el ceño fruncido.
- Eso si es una llamada rápida.- dijo ella igual de confundida.
- Rosie, nos vemos luego.- me levanté de inmediato.
-¡Claro, abandonarme por ella una vez más!- grito a mis espaldas.
Yo me di la vuelta y le dediqué una sonrisa de disculpa para seguir caminando.
Lisa se escuchaba enojada, muy enojada de hecho.
Minutos después llegué a su casa y subí hasta su estudio pero no estaba, tampoco en la sala no en el patio trasero, por último fui a su habitación y entre con cuidado.
- Cierra la puerta.
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-Jentop 🔥
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🔥My Sugar Mommy🔥
RandomJennie Kim, una chica linda y dulce que nunca le ha gustado la vida que su padre la obliga a tener. ¿Que pasa si conoce a alguien que la ayuda? ¿Y sí se enamora? Adaptación. Historia G¡P Jenlisa