• Capítulo 23•

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•Lisa•

—Jennie es... Su padre la golpea, por suerte la ví a tiempo o quién sabe que hubiera pasado— me abracé a mi misma.

— Tú eres la alcaldesa ¿Por qué no lo encarcelas?

— Tengo otros planes para él.

Frunció el ceño sin dejar de mirarme, abrió la boca para decir algo, sin embargo, guardo silencio.

—¿Y tienes algo con ella?— enarco una ceja— Parecían muy cercanas.

Quisiera decir que si pero...

— No, no tengo nada con ella.

—¿Y porque tan atenta?

— Ya te dije no somos nada— ya está comenzando que no cambie de tema.

— Solo digo que ya pasaron casi dos años y Lucas no querría que vivieras el resto de tú vida en duelo.

— Era tú hijo.

— Pero ya no está, yo puedo seguir lamentándome pero tú estás muy joven como para no darle otra oportunidad al amor.— quise decir algo pero me interrumpió — Ya me voy.

Se acercó y me dió un beso en la mejilla.

— Descansa — asentí.

— Tú igual.

Volví a la habitación y la ví jugando con sus dedos, levantó la vista y sonrió al verme.

— Hola— sonrió.

— Hola.

— Supongo que debo decir gracias.

Me acerqué a ella con una sudadera y me senté a su lado mientras miraba las heridas de su abdomen.

— No es nada linda.— le sonreí— Déjame ayudarte a poner esto.

Se puso de pie con mucha dificultad y traté de hacerlo más rápido posible.

— Creo que..... ya me voy

— Claro que no.— la ayude a sentarse— No te dejare ir en estás condiciones.

— No quiero molestar.

— No es molestia, ¿Tienes hambre?— negué con la cabeza— Claro que tienes hambre.

Rió y baje a la cocina, le pedí a la empleada que nos subiera algo de comer. Cuando entré a la habitación la ví llorando y corrí a ella.

—¿Qué pasa? ¿Te duele mucho? Todavía no puedo darte la pastilla.

Ella negó y bajo la cabeza, me senté a su lado y la abracé.

—¿Qué ocurre?

Me miró y el corazón se me partió al verla así, tan rota y vulnerable.

— Y-yo...no tengo a nadie.— rompió en llanto.—  Rosé no me habla hace meses, mamá se fue.— su voz se quebró.— Dijo que volvería a buscarme y no volvió, papá es más agresivo, las serpientes me odian y... Y-yo...creo que estoy enamorada de tí y me siento estúpida porque no puedo dejar de llorar.

La confesión me sorprendió, pero aún así la estreche contra mí intentando tranquilizarla.

— No se que está mal conmigo ¿Qué tengo que hacer para que no me dejen?... Siempre trato de hacer lo correcto pero nadie lo nota y-

— Nada está mal en tí— la interrumpí— Y no tiene que hacer algo para cambiar, no es tú culpa que no te valoren.

Junte nuestras frentes y me abrazo escondiendo su cara en mi cuello.

— A veces me gustaría no despertar.

— Cariño, no digas eso.

—¡Deja de tratarme así!— me abrazo con fuerza.— Solo harás que vuelva a ilusionarme.

Enrede mis manos en su cabello mientras le hacía mimos, su respiración se calmo y en eso Solar tocó la puerta.

— Déjala ahí por favor.— le señale la mesa de noche.

Ella obedeció y espere que saliera para alejarme un poco de Jen, ella me miró con sueño e intentó acostarse.

— Come un poco primero, es cereal del que te gusta con frutas.

Se sentó con una sonrisa, comimos en silencio y rodee la cama para acostarme.

— Ven aquí— la acerqué a mí— ¿Hace cuánto no te abrazan hasta que te duermas?

— Hace mucho— escondió su cara en mi cuello y me abrazo con fuerza.— Gracias por cuidarme.

— No me agradezcas.— bese su frente.

Minutos después su respiración era más lenta, la ví sobre mí y un calor extraño se apoderó de mi pecho. Acaricié su mejilla y mis ojos se cristalizaron.

— Creo que te amo Jennie.










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Bay.....








-Jentop 🔥

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