• Capítulo 26•

2.8K 254 43
                                    

•Lisa•

La confesión me tomó por sorpresa, así que la miré a los ojos intentando convencerme que escuché mal.

—¿De qué hablas?— dije— ¿Sí te estás escuchando?

Asintió y me senté sin dejar de mirarla ¿Por qué ese cambio tan repentino? La última vez que se tocó el tema dejamos de hablarnos por meses.

—¿Por qué?

— Porque...— sus ojos se cristalizaron— Estoy cansada, cansada de que siempre me hagan a un lado, cansada de que siempre me pisoteen como si fuera un pedazo de basura que no vale nada, que no merece que la traten bien— lo abrazo— Solo quiero paz.

Rompe en llanto entre mis brazos y beso su cuello mientras acaricio su espalda.

— Prometo que... que te diré lo que quieras saber, lo que sea de verdad, pero con una sola condición.

— C-claro.

— No toques a los que no te han hecho nada, que solo te vas a vengar de los que no quisieron ayudarte... Debes prometerlo.

— Te lo prometo— miró sus labios— pero debes estar segura de ésto Jen, mírame a los ojos y dime si estás convencida de...traicionarlos.

— Ellos me dieron la espalda cuando estaba más sola, así que sí, estoy segura.

Sonreí nerviosa.

— Jamás voy a presionarte, quiero que lo tengas claro ¿Sí?— asiente— Y cuando ya no quieras seguir solo dímelo, no me voy a enojar.

— Bien.— mirá mi boca.

— Bien.

El impulso me gano y terminé lanzándome sobre sus labios, ella se aferró a mi nuca girando más la cabeza y por ende, profundizando el beso. Me subí sobre sus piernas sin dejar de besarla, segundos después nos separamos con las respiraciones agitadas y juntamos nuestras frentes.

— Te quiero tanto.— las palabras salieron de mi boca sin poder detenerlas y cerré los ojos.— No quiero tenerte lejos, no quiero que te alejes.

— Yo tampoco quiero alejarme.

Nos fundimos en un beso más pasional, reclamandonos el uno al otro, un beso posesivo. Ella pasaba sus manos por todo mi cuerpo sin dejar de besarme mientras yo movía mis caderas.

— Espera, espera— me separé cuando intento bajar el cierre de mi vestido.

— L-lo siento N-no quise...— alejo sus manos nerviosa y le dí un beso corto haciéndole saber que no había problema.

— Quiero darte algo primero.

Me pongo de pie buscando un sobre en uno de mis cajones bajo su mirada curiosa.

— Te lo iba a dar el día que discutimos— se lo entrego y ella frunce el ceño.

—¿Qué es esto? ¿Contrato de confidencialidad?— me saca una carcajada.

— No— le sonrió— solo léelo ¿Sí?

Se cruza de piernas en la cama y comienza a leer dudosa, su ceño se frunció de vez en cuando o enarca sus cejas.

— No entiendo.— me mira una vez que termina de leer.—¿Qué es MDLB? ¿Y por qué hay castigos?

— Es...un fetiche, es como de Daddy pero al revés.— forma una O con su boca.— Los castigos son por si la parte sumisa hace algo que no debe, pero tampoco es algo de otro mundo.
Cómo dormir sola, nada de autoplacer ni orgasmos.

🔥My Sugar Mommy🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora