I am not the only traveler,
Who has not repair is debt,
I've been searching for a trail to follow again.
Take me back to the night we met.— ¿Recuerdas esa noche?
Asintió recordando su cuerpo cubierto de golpes antes de que bajara las persianas.
— Tal vez no es justo, pero es mejor así.
— No. Tú también mereces sanar, Litz.
— Se me acabó el tiempo. No podemos quejarnos.
Sus pies descalzos compartían la melodía de aquella canción que parecía no terminarse mientras lo quisieran.
— ¿Así es como las cosas terminan? — preguntó ahogando el llanto que amenazaba con escapar de sus ojos verdes.
Litzy se mantuvo en silencio, sujetando su cuello mientras balanceaba su cuerpo junto al de él, sintiendo sus manos en la cintura de aquel vestido ensangrentado.
— ¿Nos conocimos realmente? ¿De verdad te conocí cuando tu cuerpo estaba cubierto de golpes?
Ella asintió rememorando una y otra vez, aquel instante.
— Nos está haciendo mal. Debemos dejarlo.
— No quiero.
Sus miradas se encontraron llenas de temor.
«Ojalá no me hubieras conocido.» pensó analizando el daño que su egoísmo causó.
«Ojalá no hubieras cometido ese error de enamorarte de alguien que no existe.» se dijo acallando las dudas en su interior.
— Es hora de despertar.
— ¿Estarás ahí cuando despierte?
— Voy a estar. — dijo abrazándose a él.
Sus latidos se iban apagando con pesadumbre y hostilidad, formando un caos en su interior.
— Quiero hacer algo antes de irme... — dijo con la voz ahogada en llanto.
Gael bajó a su altura y sostuvo su rostro, rodeando con sus manos la parte cercana a su cuello para acercar su rostro al de ella.
Litzy cerró los ojos con lentitud, sintiendo su respiración tranquila demasiado cerca, hasta sentir sus labios sobre los de él.
Al apartarse aquella imagen terminó por dolerle más, vió con gran pesar como ella se desvanecía en el aire.
❇❇❇
— Señora... Hay algo más que no recordé contarle.
— ¿Qué es?
— Aquella enfermedad que Litzy tenía era... Esquizofrenia. Y...
— ¿Y qué?
— Un lado de ella se convirtió a sí misma en un monstruo. Lo que significa que si su hijo despierta, la niña morirá completamente y aquella personalidad, escapará a este lado.
— ¿De qué está hablando?
— No lo sé con exactitud... Pero la última vez que la vi, dijo que sus deseos iban a cumplirse.
— ¿Y eso hace cuánto?
— Hace... 2 años.
❇❇❇
Gael fue abriendo sus ojos con lentitud, acaparando la luz blanca de la habitación sobre su mirada cansada y desgastada por el llanto.
Miró a una esquina de la habitación y vió a Litzy parada en una esquina, sosteniendo un ramo de rosas negras.
— Estoy aquí...
Su voz era diferente, todo en ella era diferente, no era la misma niña con la que había hablado en sus sueños.
— ¿Litzy? — formuló con la voz seca.
— ¿Sabes lo que sucede cuándo juegas con los muertos?
El silencio hizo que un pitido se hiciera presente en sus oídos.
— Te ganas un lugar en el infierno.
— Yo... Y-Yo no quise jugar. — formuló al verla acercarse.
— Claro que no, cariño. Nadie entra sin previo aviso.
— T-Tú eres...
— Te despediste de ella, ¿No es así? Buena suerte porque no volverás a verla nunca.
Las lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos y ella las bebió a la distancia con una sonrisa despiadada.
— ¿Moriré?
— No, no, no. Pero te seguirá a todas partes. No podrás sanar al igual que yo.
— ¿Por qué haces esto?
— Una parte de ella odiaba a la humanidad, la misma que se encargó de confinarla en aquella habitación, mientras moría junto a las sombras que la acompañaban, siendo hostigada por Lion. ¿No te parece justo que éste sea el final?
— Litzy no se lo merece. — lloró apretando las sábanas sin fuerza.
— Es muy tarde para hablar por ella.
La puerta de la habitación se abrió y su madre ingresó corriendo.
— ¡Gael, tenemos que irnos! — dijo la mujer asustada.
— ¿Qué sucede? — preguntó inmóvil.
Las luces se apagaron y volvieron a encenderse mientras parpadeaban.
— ¡Ella...!
Antes de que pudiera hablar una fuerza oscura atravesó su cráneo haciendo que la sangre salpicara en todas direcciones, incluso sobre la cara de Gael.
— Estamos juntos como querías. — dijo sonriendo.
Él saboreó la sangre, embobado por aquella presencia que imitaba la esencia inocente de Litzy.
— Vámonos de aquí. — ordenó extendiendo su mano a la de él para sujetarlo.
Gael la cargó en su espalda y salió de la habitación observando los cuerpos y sobrantes de sangre de todas las personas que se encontraban en el hospital, sintiendo el peso débil de su cuerpo jugando en su columna.
— ¿Me amas?
Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras aspiraba el olor a sangre y miel que cubría su cuerpo.
— Más que a mi patética vida.
— ¿Me amas?
— Más que al aire.
— ¿Me amas?
— Más que a mis huesos y piel.
— Entonces me perteneces. — finalizó abrazándose a él.
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O B S E S S I O N
Mystery / Thriller- Juega con sus manos... Hasta desangrarlas... Arranca la piel... Su sangre es dulce, como la miel...