SUMMER | Lance Stroll ✅

Capítulo 17: Dubai

15 de diciembre de 2021, Dubai, Emiratos Árabes Unidos

Skyler's POV

Recién veníamos del aeropuerto, Lance había estado probando los nuevos neumáticos de 18" para el próximo año, y se veía tan gracioso montado en el monoplaza con neumáticos demasiado grandes.

Abu Dhabi fue una locura todo el fin de semana, la música, la fiesta y todo que tenía que ver una celebración, estaban ahí con nosotros.

Lo más gracioso que nos pasó de camino hasta aquí, fue que a Pierre le tuvieron que hacer una revisión por traer talco para las manos y lo confundieron con alguna droga, pero fuera de eso no ha pasado nada.

A los 08 años, mi hermano me había llevado por primera vez a Disneylandia, Dereck iba con nosotros, los dos me iban cuidando y no puedo olvidar la emoción que tenía cuando veía cada personaje o cada atracción.

Esta vez era casi lo mismo, pero con la diferencia de que estamos en Dubai, disfrutando de un buen fin de temporada, cada locura que he visto parecía de película, pero era más real que el botox que usan algunas mujeres.

Pierre y Lance parecían mirreyes, sus lentes oscuros, bien vestidos para estar aquí, mientras que yo traía un vestido común, de color blanco que me llegaba hasta las rodillas, el cabello trenzado y lentes transparentes, mochila de cuero de color negro con blanco.

—¿Seguro de que en serio es aquí? - preguntó Pierre viendo hacia arriba del centro comercial—.

—Ya te dije que si - asintió Lance - ¿Quieres comprar algo, azulita? - me abrazó el canadiense—.

—Si, pero ahorita... Hay que seguir viendo las cosas - me reí y asintió—.

Ellos iban hablando sobre que cosas podrían comprar, mientras que yo admiraba cada cosa que había en el mall.

—Tía - escuché la voz de Matt - Tíos—.

—Tornadito - cargando al niño - ¿Quién vino contigo?—.

—Yo - respondió Max - Vinimos a buscarlos, estamos en el restaurante, ¿nos acompañan o se quedan?—.

—Vamos - dijimos los tres al mismo tiempo—.

—Entonces quiero ese reloj, en unas horas más regreso a buscarlo - dijeron Lance y Lando—.

Nos reunimos con Matt y Max y ellos nos llevaron hasta el restaurante, que se encontraba en el 3er piso. Me alegraba poder convivir fuera del paddock con todos ellos.

Unos años bastaron para encontrar amigos, porque los que tenía no eran del todo buenos conmigo, algunos se molestaban conmigo por tener dinero y otros sólo me buscaban para que les diera.

A los lejos vi a Andy, que ya se le notaba un poco la barriguita por el embarazo, y a Daniel lo vi con una sonrisa aún más grande de la que se carga. Una mochila en su espalda y las llaves de un auto en las manos de la mexicana.

—Sky - me saludó Sam - Hola chicos, ¿cómo están?—.

—Hola - sonreí - Estamos bien... ¿Y ustedes? ¿Qué tal la fiesta? - riéndome—.

—Yo aún tengo resaca - respondió Diego bebiendo una cerveza - Pero no importa—.

—Valió la pena - añadió Chris—.

Nos saludamos con los demás y luego nos acomodando en la mesa, era lo suficientemente grande para todos nosotros, Lance y yo nos unimos a una charla que técnicamente no tenía mucho sentido, pero era divertido.

Cuando Daniel nos contó que él y Andy esperaban un niño, todos festejamos eso, Matt y Louis (el sobrino de Sam), se alegraron, decían que iban a tener a otro con quien jugar.

Horas más tarde

—Esto es una locura - dije viendo ese Lamborghini aventador de color blanco - ¿Porque no había venido antes, Lance?—.

—¿Tal vez por el tiempo que le dedicas a tu empresa? - preguntó asomándose por la ventanilla—.

—Puede ser - me reí—.

—¿Me compras uno? - preguntó Diego recargado en el auto—.

—Oiga - le hablé al vendedor - ¿Hay más modelos para que él los pueda ver?—.

—Güey, era puro pedo - dijo asustado en español—.

—Ve a verlos - riéndome—.

Me bajé del auto y busqué a Lance, pero no estaba por aquí cerca, y los que estaban cerca de aquí me vieron rara. ¿Qué hace una mujer conduciendo un Lamborghini? Nada, porque no lo estoy haciendo.

—Ares - me emocioné al ver a mi amigo peludo - Te extrañé mucho—.

—Parece que él también - respondió el canadiense - Según Luke, estuvo muy inquieto desde que salieron se Abu Dhabi—.

—Y otros peludos por aquí - viendo un canino de color blanco - Pero yo quiero al mío—.

—Nuestro - asentí - ¿Un paseo por el Miracle Garden?—.

—Si - asentí emocionada - Amo las plantas—.

—Meh—.

—Pero antes - tomando mi mochila - ¡Diego!—.

—Mande - apareciendo detrás de Lance - Lindo canino, ¿cómo se llama? - acariciando al peludo—.

—Se llama Ares - respondí a su pregunta - Y quiero que escojas dos Lambo, lo pagues y los lleven hasta el hotel, ¿de acuerdo?—.

—Okay - asintió—.

Le di mi tarjeta de crédito y nosotros nos fuimos caminando hasta aquel lugar al que me llevaría Lance. Estaba segura de que nos íbamos a perder, pero solo para seguir la corriente, hice lo que decía.

15 minutos hasta el jardín. Pagamos nuestras entradas y una especial para Ares, no teníamos idea de por dónde empezar, así que solamente nos dejamos llevar por las grandes figuras de rosas y girasoles.

Éramos como unos niños enamorados, paseando a Ares y tomados de las manos; admirando lo que teníamos a nuestro alrededor.

Íbamos en silencio, pero no uno incómodo, más bien un silencio relajante, donde nada ni nadie nos molestaba. Quizá pensando en un futuro, en mañana, pasado o el siguiente año, ¿estaremos juntos, separados? Eso no importaba.

Pensar en la soledad creo que ya no era una opción, desde que conocí a Lance y entré en el paddock de la F1, mis demonios se alejaron, dejaron de atormentarme cada vez que tenía la oportunidad, no había nada ni nadie que me molestara y cortara la emoción de todo.

—¿Señorita? - tomando una rosa del cesto del chico - Debe ser incómodo para ti, tomar una flor, porque no se acerca ni a tu belleza, mademoiselle—.

—Eres un cursi - riéndome - Pero gracias, señor Stroll—.

—Un placer poder servirle, señorita Baltimore - abrazándome - ¿Acaso eres bruja o algo así?—.

—Nope - negando—.

—Gracias por seguir aquí - sonreí - Amo cada vez que estamos así, cada momento contigo es especial—.