Corazón De Sal [Good Omens]

𝒞𝒶𝓃𝒸𝒾ó𝓃 𝑅𝑜𝓉𝒶

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Una semana había pasado desde su llegada, Crowley se iba acostumbrando más a su nueva estancia. El primero en quien había requerido de sus servicios había sido Newton, quien se había quemado mientras trabajaba en la forja, afortunadamente fue solo una quemadura de primer grado, nada que una pomada de lavanda y manzanilla no curara.

También había descubierto que Tracy era miembro de una especie de aquelarre y su primera rival fue la nieta de una de sus amigas; Anathema Device, quien también hacia ungüentos y pociones con plantas.

Quedaron en una rivalidad amistosa al ser Crowley quien le vendiera algunas plantas, pero él era escéptico de la magia, tan solo pensaba que el secreto estaba en las mezclas que utilizaba.

Otra cosa que descubrió y no le agrado un poquito, fue saber que su vecino de enfrente, donde había visto trabajar aquel chico, era donde vivía el prestamista Gabriel, el sujeto desagradable que lo había tirado al suelo.

Esperaba que tratara mejor al servicio qué a los nuevos. Aunque aparentemente aparte de Tracy y él, nadie más parecía tener problemas con él. 

Y hablando de, Sunshine salía muy poco, la mayoría de las veces lo veía cuidando las plantas del huerto, vaciando cubos de agua o tendiendo la ropa.

Siempre lo escuchaba tararear la misma y relajante melodía, con un ritmo bastante melancólico, aunque también no podía evitar la sensación de ser arrullado por las olas del mar cada vez que la escuchaba. 

Ese día parecía ser que el aquelarre tendría reunión y Crowley no quería interrumpir en sus actividades, ni escuchar los socarrones comentarios de Anathema sobre su trabajo.

-Buen día señoritas.- Saludó al abrir la puerta para dar paso a la joven Anathema, su abuela Agnes Nutter y Deirdre Young.

-Buen día, caballero.- Respondió Agnes halagada y Deirdre se alisó el cabello como si fuera una jovencita soltera, a lo que Anathema solo volteó los ojos.

-¿Alguna planta embotellada ya dio algún resultado?- Lo molestó Anathema.

-Bastante diría yo.-Contraatacó de manera presumida.

-Ya chicos, no peleen. A este paso parecerán un viejo matrimonio.- Intervino Tracy.

-¡Eww! ¡No!-

-¡No lo digas ni en broma!-

Ambos se quejaron como si dos niños de cinco años que recién descubrían la atracción se trataran, haciendo reír a las mujeres mayores.

-Bueno, si haces de este joven apuesto tu esposo, no me opondré, querida.- Siguió bromeando Agnes.

-Mejor me voy antes que planeen una ceremonia contra mi voluntad y Anathema envenene mi bebida antes de la noche de bodas, cosa que de hecho gradeceré si pasa.- Dijo antes de salir por la puerta y evitar la verborrea que se le venía encima por parte de su amienemiga.

Hoy iba a ir al bosque a hacer una investigación de campo, pues no solo le interesaba que plantas había, si no también los hongos que crecían por la zona, saber si había mas variedad de los venenosos o los que pudiera consumir sin ningún riesgo.

Dio la casualidad de que en ese mismo momento, Sunshine salió de la casa del prestamista con una cesta en mano.

-Buenos días Crowley.- Lo saludó de manera cordial.

-Buenos días Sunshine.-

-¿Vas al mercado?- Pregunto curioso.

-En realidad iba ir al bosque, estudio de campo.- Dijo mientras agitaba su libreta.