Bounded

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Sábado 11 de Setiembre de 1999

La semana de copulación había acabado el día anterior, Hermione se sentía aliviada. Hoy tenía que venir la doctora Branstone a revisarla y ver si tenía un embarazo, ella deseaba no estar embarazada. Desde que había leído que Remus murió, no había querido volver a tocar una edición de "El profeta" de nuevo, Hokey llegaba en las mañanas y le dejaba el periódico pero ella no lo tocaba y Hokey se lo llevaba al llegar el almuerzo.

El ejemplar de "el profeta" llevaba 10 minutos en su mesa, al lado de su plato de frutas y café. 

Se estaba debatiendo desde que se levantó y vio su desayuno ahí, si leerlo o no, ya se había terminado su libro y no sabía si Ronald le iba a dar otro. 

Se decidió que sí, se acercó a la mesa y empezó a comer una fruta mientras abría el periódico y lo leía.

"¡INSÓLITO!

El día de ayer durante el mensaje a la nación de Lord Voldemort, una flecha fue directo hacia el corazón de Narcissa Malfoy atravesando un collar que llevaba puesto, se cree que esto es obra de los gemelos ex miembros de la resistencia que aún están sueltos Fred y George Weasley, desde luego esto en un golpe duro para la familia, puesto que el joven Malfoy ya no tendrá a su madre en su boda, pero ésta sigue en pie. El señor Lucius está regresando desde Francia para asistir  al funeral de su esposa que  se celebrará el 14 de este mes en el cementerio de la familia."

Al fin buenas noticias, Hermione se sentía un poquito culpable de estar feliz por su muerte, nunca le había gustado que la llamaran sangre sucia y menos que la trataran como ella la trató, pero no podía evitar sentirse feliz, ahora solo faltaba que mataran a Draco, él había matado a Astoria y se lo merecía. 

Se pasó la tarde haciendo origami con el periódico, no recordaba dónde lo aprendió pero fue como un patrón que su mente tenía grabada, anillos de papel, le salían bastante lindos, quizá cuando era pequeña los había hecho con su padre, pero él no era un gran fan del origami y de hecho no sabía hacerlo, y tampoco recordaba que su mamá le hubiera enseñado, aunque era posible porque ella era una gran fan de cultura asiática, en especial de Japón.

Escuchó unos pasos por el pasillo y se levantó de su escritorio.La puerta se abrió.

- Sangre sucia, ya llegó la doctora - Dijo Lavender, la doctora entró - En un rato vendrá Ron.

- Oh, no querida, no es necesario.

- Él dice que el señor oscuro le dijo explícita mente que estuviera aquí en su revisión.

- Oh bien - Lavender se quedó ahí parada, en la puerta - Ya puedes cerrar la puerta e irte, querida. 

- También me dijo que me quedara aquí hasta que él llegue - Dijo con un gesto de desagrado - quiere verme aquí parada y que usted no empiece sin él.

- Bien - Dijo la doctora con un gesto de disgusto - Pues me instalaré.

Hizo aparecer una silla y se sentó, Hermione se sentó en su cama.

- Ya puedes irte - Dijo Ronald detrás de Lavender mientras la agarraba del hombro y la empujaba hacia atrás entrando a la habitación.

Lavender lo miró muy enojada, si las miradas mataran, Ron se habría quedado ahí muerto.

Él se veía notablemente cansado, tenía ojeras bastante marcadas y estaba despeinado, tenía un polo de manga larga negro y un pantalón y zapatos de vestir también negros. Hermione se preguntó porque se veía de esa manera, qué le había pasado.

- Bien, bebe esto - Dijo la doctora acercándole una botella a Hermione.

- Un minuto, ¿Qué le está dando? - Dijo Ron mientras se acercaba bruscamente a la doctora, le quitaba la botellita y la olía. Hermione notó que sus manos temblaban un poco.

- Veritaserum - Dijo la doctora dando un suspiro y mirando a Ron entrecerrando un poco los ojos - ¿Puede dejarme trabajar señor Weasley?

Ronald la miró con el entrecejo fruncido y le devolvió la botellita, la doctora se la volvió a acercar a Hermione y ella la bebió.

- ¿Recordaste algo más?

- No

- ¿Cómo te trata el señor Weasley?

- Todo es estrictamente médico

- Bien - Dijo la doctora mientras escribía algo en su libreta - Párate.

Hermione se puso de pie. La doctora le lanzó un hechizo de diagnóstico en el vientre.

- No estas embarazada - Dijo la doctora con un gesto de disgusto y frustración.

Hermione se sintió aliviada.

La doctora volteó a ver a Ron una cara de molestia absoluta.

- Por qué no está embarazada señor Weasley - Dijo con un tono acusador.

- Y yo que voy a saber - Respondió él con el entrecejo fruncido.

- Pues es usted el que se acuesta con ella, ¿O no?

- Sí, pero yo no controlo lo que pasa en su cuerpo

- Pues si no se embaraza pronto tendré que informarlo y seguramente al señor oscuro no le gustará

- mhm

- ¿Cuántas veces al día sales y que horas? - Dijo la doctora dirigiéndose esta vez a Hermione.

- Una y normalmente salgo después del almuerzo

- ¿Estás comiendo con normalidad?

- Hay veces que no me da hambre todo el día, el otro día salí y no tenía fuerza para levantarme por no haber comido.

- ¿Qué? Estúpida sangre sucia - Dijo mientras anotaba algo en su libreta - Tienes que comer para que cuando te embaraces puedas dar niños sanos. Acompáñeme a la salida señor Weasley, ya me retiro. - Dijo mientras guardaba sus cosas.

La doctora y Ronald se fueron de la habitación de Hermione, ella se sentía aliviada y un poco preocupada, ¿Qué le pasaría a Ron si ella no se embarazaba? y ¿Por qué siempre que lo veía se veía tan cansado? ¿Por que temblaba? ¿Por qué tenía tantas ojeras? ¿Él estaba bien? Que mierda Hermione, ¿Por qué se estaba preocupando por él? Él estaba violándola, ya era momento de que lo llamara así, aunque él no parecía querer hacerlo, quizás lo obligaban, pero si era así ¿Por qué la compró? Bueno quizás porque en otro lugar tendría un destino peor, al menos él la trataba bien.

Ron entró en su habitación .

- Vamos, tienes que salir y ahora estoy obligado a acompañarte - Dijo con un gesto de disgusto.

Hermione se levantó y fue con él.

La llevó hacia los jardines, Hermione y Ronald caminaron, ella estuvo viendo los animales, habían algunos que le gustaban, como un bowtruckle que había merodeando por los arbustos cerca de los árboles, él le saludó y ella le devolvió el saludo con una sonrisa. Ron solo la miraba totalmente serio.

Volvieron a la casa y Hermione se metió en su habitación, se quedó ahí pensando en la linda tarde que había tenido, quizás, después de todo, la compañía de Ron no era tan mala.

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Bueno eso.

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