Bounded

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Domingo 5 de Setiembre de 1999

Hermione estaba bajando muy lentamente las escaleras hacia el primer piso, tenía que salir una hora diaria como mínimo, estaba obligada a ello, los últimos días solo se había sentado en la puerta hacia fuera pero ahora quería caminar un poco, se sentía nerviosa, la manos le sudaban y temblaban pero ella seguía bajando las escaleras.

Estaba por pisar el último escalón y vio pasar desde la cocina hasta el salón a Lavender con 2 tazas de té en una maso y un plato con bizcochos en la otra, al parecer no la vio y comenzó a hablar.

- La odio, no la quiero aquí - Dijo Lavender mientras dejaba las tazas de té y el plato con bizcochos sobre la mesa de centro y se sentaba en el sillón.

- Yo tampoco la querría sinceramente - Dijo otra mujer sentada en un mueble frente a Lavender y se aproximaba al plato a coger un bizcocho - Pero al menos ella tenía un rango y es poderosa, al menos pudieron escoger cual, a mi hermano y su esposa les dieron una sin ojo - Dijo mientras le daba una mordida a su bizcocho.

- A mí que mierda me importa eso Ursula, Ron se mudó aquí cuando ella llegó y no me ha tocado desde que nos enteramos que era in fértil, llevamos casado 4 meses casados y solo me dejó aquí el primer día y se fue a quién sabe dónde, pero llega esa sangre sucia y se muda aquí el mismo día además de traer a ese estúpido elfo - Dijo Lavender con un tono bastante disgustado y le daba un sorbo a su té.

- Ya pero es que él tampoco quería casarse contigo y era lógico que solo te iba a tocar de ser necesario, y como eres in fértil pues bueno... - Dijo mientras tomaba un sorbo de su té.

- Cómo llegamos a esto no lo entiendo, sangre sucias de concubinas, se suponía que el señor oscuro iba a limpiar a la raza mágica pero está mezclando a 20 de sus mejores sirvientes con sangre sucias y mestizas sin asco de manchar a sus descendientes - Dijo Lavender con una cara de disgusto mientras cogía un bizcocho del plato.

- Es que se volvió necesario, mi hermano y su  esposa son ambos de sangre pura y sus 2 hijos son squibs, ¡Squibs ambos! - Dijo mientras le daba otro mordisco a su bizcocho - Cualquiera diría que serían una raza de magos mucho más poderosa al ser de sangre de pura al 100% pero la mayoría salen squibs.

- Bueno al menos esas estúpidas servirán para algo - Dijo dando un suspiro - ¿Cómo van las cosas con Draco?

- Iguales, es un poco anticuado, no quiere tocarme hasta el día de la boda, pero al menos nosotros no necesitaremos ninguna concubina - Dijo dando un sorbo a su té - tengo la certeza de que soy 100% fértil.

Hermione ya había escuchado suficiente y se sentía un poco asqueada por cómo hablaban Ursula y Lavender. 

Siguió bajando las escaleras y llegó a la puerta, Lavender y Ursula seguían entretenidas en su conversación y no la vieron. 

Al salir al jardín se dio cuenta de que se veía aún más tétrico que antes, parecía un laberinto pero tenía que caminar por lo menos una hora, empezó a caminar adentrándose más y más en la especie de laberinto, llegó a lo que parecía una fuente, se acercó y se dio cuenta que era un bebedero, había una perdiz roja bebiendo, Hermione se acercó a ella y la acarició, la perdiz se dejó acariciar, le dio una mordida suave en el dedo y luego se fue volando.

Hermione se quedó ahí sentada al lado de la fuente un rato, se quedó pensando en cómo hubiera sido el mundo si Harry no hubiese muerto ¿Lo habrían logrado? ¿Ella tendría un final distinto? se imagino a ella como ministra de magia, muy improbable dadas las circunstancias, pero soñar era gratis, el cielo comenzó a oscurecer, tal vez estuvo cerca de una hora o un poco más. 

Hermione no había comido nada, no había tenido hambre pero comenzaba a arrepentirse, se sentía débil y no tenía fuerzas para ponerse de pie.

Felizmente no hacía frío, pero ella tenía que levantarse e ir a su habitación, hoy comenzaba de nuevo la semana de copulación, aunque sinceramente ella tampoco quería ir ahí. 

Se quedó ahí un rato más sentada y luego llegó Hokey

- La señorita debe entrar, el señor llegará en 10 minutos, ya está la mesa en su cuarto - Dijo Hokey que parecía más asustado de lo normal.

- Llévame entonces - Dijo Hermione en un susurro leve, luego Hokey tocó su pierna y Hermione sintió un tirón.

Aparecieron en su cuarto, ella recordó que los elfos si podían aparecerse ahí dentro, su magia era distinta. 

- Señorita, beba esto - Dijo el elfo mientras le acercaba una poción. Hermione la bebió y comenzó a sentirse mejor.

- Es una poción revitalizadora señorita, ahí está la mesa - Dijo el elfo y se fue con un chasquido.

Hermione vio el reloj y quedaban 3 minutos para que llegara Ronald, se fue hacia la mesa y se puso en posición.

 Ron llegó y empezó.

Pero ella no estaba ahí, se imaginó a ella con su perrito caramelo que tuvo de pequeña jugando, se lo imaginó mientras corrían ambos en el campo y sus padres los miraban. 

Acabó.

Ronald salió de ahí, Hermione no le veía la cara ni él tampoco le dirigía la palabra desde que él se metió a sus pensamientos, ella no sabía cuando lo volvería a hacer. 

Pasaron los 10 minutos y Hermione se levantó y fue a ducharse, era horrible, sí, pero podría ser peor, felizmente solo era algo meramente médico y no la tocaba más allá de eso, al menos se sentía agradecida. ¿Sería que él no la quería hacer sentir incómoda? Al menos dentro de todo, seguramente aún la quería y quería que estuviera bien, pero si era eso ¿Por qué no se lo decía? Quizás no podía.

Salió de la ducha, se vistió y fue hacia su cama, se quedó dormida.

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Bueno eso

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